Rescued, rette mich cuarto libro ( bill kaulitz y tn )

Capítulo 14

Tn ______;

Los labios me temblaban, sentí una corriente de nervios recorrer todo mi cuerpo, no sabía que hacer en ese momento, tanto estuve insistiendo y ahora no sabía ni cómo reaccionar, solo que, lentamente di media vuelta, para encontrarme con el, frente a frente.

Era demasiado alto, tenía su cabeza un poco inclinada hacia mi, su mirada se encontró con la mía.

¿Por qué tenía que ser tan jodidamente atractivo? Me pregunté en ese momento, es que, parecía un sueño, era increíblemente hermoso, era tan bello, tan único, tan hermoso, tan perfecto, me perdía en sus ojos y en su belleza tan pura, tan verdadera, tan irreal. No podía negar que tenía demasiados nervios al estar frente a el, parecía ser la primera vez que nos conocíamos.

Ninguno mencionaba nada, me sentía tan ridícula, así que volví a dar media vuelta, empezando a caminar.

Pero siento cómo me toma de la mano, me voltee a verlo, lo empujé un poco, estaba molesta, tenía tantos sentimientos que no podía expresar, no sirvió de nada empujarlo, volvió a tomarme. No llevaba maquillaje en su rostro, lo que lo hacía verse tan perfecto, no podía describir lo hermoso que era, no tenía palabras, parecía una tonta, una tonta enamorada y obsesionada con el.

Mis mejillas se sonrojaron, quería morir en ese momento, sentía arder todo mi rostro, tragué saliva lentamente, el examinó cada centímetro de mi rostro, desde mi barbilla a mi frente. Volvió su mirada a la mía, sus pupilas estaban bastante dilatadas, dejó un beso sobre mis labios, nuestras frentes chocaron.

Sentía algo raro en mi parte íntima, sentía que vibraba al tenerlo cerca, sentía mi estómago arder, mi corazón latir desesperado, mi cuerpo acercarse más a el y mi mente empezando a imaginar tantas cosas. No pude resistirme más, lo tomé del rostro, y lo besé con tantas ansias, con unas ansias inmensas, que jamás había sentido antes, era la primera vez que experimentaba una sensación así y me encantaba, me encantaba lo que Bill me hacía sentir, ¡Era tan bello, tan increíble! El correspondió a mi boca, me besaba igual de ansioso, me acariciaba las caderas con tanta delicadeza, pero a su vez, con un poco de intensidad. Hicimos una pausa para poder vernos a los ojos, el parecía un estúpido viéndome así, con una mirada de deseo, de lujuria, de pasión, de desesperación, de ansias, de placer, de dulzura y de amor, senti cosas inolvidables.

Entramos a su casa, sin poder dejar de besarnos, ambos estábamos mojados por la lluvia y nuestros cuerpos eran fríos y húmedos, sin embargo, esa temperatura no duró por tanto tiempo. Pronto ambos estaríamos dándonos calor, uno al otro, por la excitación que sentíamos en ese momento.

Cuando nos encontrábamos ya en su habitación, detuve el beso, un deja vu se hizo presente.

–¿Estás bien, mi chica?– preguntó preocupado, yo asentí, volviendo a encontrarme con su boca

–n-necesito sentirte– dije tartamudeando, sin siquiera pensar en lo que decía, parecía ser una necesidad

Volví a sentir mi vagina humedecer, el me besó de inmediato, atrapó mis labios con ansias, chocamos con la orilla de su cama, resbalé lentamente sobre ella y fue entonces que comenzó a quitarse la camisa, su abdomen era plano, era muy delgadito, me encantaba su cuerpo, cerca del vientre tenía una estrella tatuada, la cual no pude apreciar con claridad, porque Bill se lanzó a mi boca. Le ayudé a quitarme la blusa, recordé que estaba en sostén, mis mejillas se hicieron aún más rojas, el se separó un poco para poder admirar mejor mis pechos, parecía que no podía creer lo que tenía frente a el, trago lentamente saliva, me puse nerviosa.

Quizás no le había gustado mi cuerpo, empecé a tener inseguridad de ello, sus ojos se volvieron hacia mi.

–eres perfecta– fue lo único que pudo salir de su boca