03

24 4 8
                                    

Castigo por moral

Los cuerpos sin vida de los soldados y trabajadores empezaban a consumirse por las llamas creadas por la destructora de fuego. Cada uno de nosotros se había desplegado para encontrar un antiguo libro que era importante para "el resurgimiento".

Nuevamente, los humanos creyeron que pudieron hacernos frente, costándoles otra vez sus vidas. Con mi neblina hice explotar los cráneos de veinte soldados, que pese a tener armas muy avanzadas no fueron rivales para nosotros.

—Solo eres una anomalía, la organización S.C.P. te cazará a ti y a los... —sus palabras fueron interrumpidas cuando lo decapite.

Mis pasos eran lentos y tranquilos, no me importaba que estaba caminando entre llamas capaces de quemar mi piel, tenía un trabajo y debía cumplirlo.

Llegué hasta una puerta de madera que empezaba a ser consumida por las llamas, creí que no había nada importante ahí hasta que sentí el aura de tres individuos dentro.

Caminé con dirección a la puerta de madera, pero me detuve cuando mi nariz empezó a sangrar, mis manos temblaron y un recuerdo extraño llego a mi mente de golpe.

Número 73 estaba tirado en el suelo rodeado de soldados, mientras que yo fui atravesada por una lanza que perforo mi pecho, luego de eso me inyectaron un líquido extraño en la yugular y me desmaye. Desperté amordazada y me borraron la memoria.

—¿Qué pasa Número 19? ¿Por qué te detienes? —pregunto la comandante a través del intercomunicador en mi oreja derecha.

"Les colocaremos un rastreador en sus vestimentas para saber dónde se encuentran, si todo resulta como lo esperamos les colocaremos otros rastreadores en sus cerebros".

Fueron las palabras de la comandante a través de otro recuerdo que me impacto.

—¿Número 19 que ocurre? ¡Responde! —me grito la comandante, no sabía qué decir o pensar, esos recuerdos me congelaron.

—¡Número 19, regresa...!—no escuche el mensaje completo porque alguien me quito el intercomunicador de la oreja y respondió por mí.

—Mi comandante Número 19, no logra escucharla. Repito, su intercomunicador está fallando. Repito, no logramos escucharla, repita por favor. —exclamo Número 73 para luego romper el intercomunicador y luego se dirigió a mí. —¿Qué ocurre? ¿Por qué no respondiste?

—¿No lo recuerdas? — pregunté incrédula observando a Número 73.

No logro responder porque parte del techo estuvo por caernos encima, gracias a nuestros reflejos lo esquivamos ingresando al cuarto de la puerta de madera que minutos antes tenía pensado revisar.

El interior del cuarto parecía intacto, pero tenía una decoración muy extraña. Sus paredes eran celestes y tenía estrellas pegadas en las paredes, además de tener muchos objetos raros de distintos colores, y una cama pequeña que arriba de ella tenía algo extraño.

—¿Qué es lo que debo recordar Número 19? —pregunto el destructor de Luz irritado. —¡Dime!

—Ellos nos piensan asesinar para "el resurgimiento" del Señor de la destrucción y muerte. —respondí de manera rápida mientras limpiaba la sangre de mi nariz.

—¿Qué estás diciendo? Eso no es verdad, ellos nos protegen. —contradijo Número 73.

Comprendí que no debía perder tiempo en esta estúpida discusión, por lo que coloque la mano derecha sobre su cabeza y conecte nuestras mentes para compartir los recuerdos que minutos antes había visto.

LAILA - OSCURIDAD ETERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora