Prólogo

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Lo que alguna vez fue mi hogar, fue consumido por las llamas producto de los misiles lanzados por los helicópteros enviados a capturarme. No pude hacer nada, solo huir, huir como una cobarde, estaba débil, mis poderes ya no funcionaban como antes.

Era inservible.

Las pisadas de las criaturas que me perseguían se escuchaban a lo lejos, tenía que pelear, debía hacerlo o pensé porque en realidad solo volví a huir. No sé cómo lo logre, tampoco lo pensé mucho, pero gracias a ese acantilado logre salvarme de mi horrible final.

Cuando las aguas tomaron mi cuerpo, el temblor en manos y pies empezaron a aliviarse, desde lejos logre ver como en la punta del  acantilado del que me había lanzado, las bestias rugían furiosas al haber podido atraparme como habían sido ordenadas.

Sin embargo, no había acabado, los helicópteros también me siguieron y empezaron a disiparme, me querían aún, era la clave para eso que llamaban "el resurgimiento del Dios de la destrucción".

Con mis pocas fuerzas usé todo mi maná para crear una esfera de energía oscura concentrada. La misma que al impactar contra los helicópteros, no solo los destruyo, sino también desintegro, pero no vasto porque más refuerzos llegaron obligándome a usar mi último truco.

—Es hora de que conozcan el poder de la número uno. —exclame elevándome en el aire y sumiendo todo el lugar en la oscuridad.

Los helicópteros empezaron a fallar, sus sistemas había caigo. Mi neblina empezó a esparcirse por todo ser vivo que estuviera cerca, la neblina ingresaba por las fosas nasales de los soldados, llegando hasta su cerebro en donde este explotaba.

Todos los helicópteros y aviones que me seguían cayeron en picada, hundiéndose en las aguas. Pero desde lejos lo vi a él, un hombre de vestimenta negra que cubría todo su cuerpo, sin siquiera dejar ver su rostro, pero no era normal, no era humano, podía sentir que tenía gran cantidad de maná, pero no provenía de él, sino de alguien más, tenía algo o alguien dentro de él con un poder inmenso, mayor al mío, mayor a cualquier otra cosa que haya visto.

—Un gusto conocerte Laila. —menciono el hombre lanzándome un gran rayo que salió de su mano derecha, perforando mi pecho, provocando que caiga en picada.

Me hundí, pero no iba a morir. Quería venganza, necesitaba vengarme, ellos lo mataron a él, mi amigo, mi único amigo y tal vez mi primer novio.

—Los haré pagar, eso lo juro. —pronuncie en voz baja, mientras me hundía, provocando que el agua llegue a mis pulmones.

Como medida desesperada, al estar débil y casi moribunda, use uno mis tentáculos hecho de mi propia neblina que logro alcanzar un arrecife, el mismo que usaría para evitar hundirme aún más.

Dared Berlack.

Él era mencionado en el proyecto Génesis y él sería a quien buscaría para descubrir que encerraba ese proyecto y como nos involucraba a los destructores, además de cobrar la venganza que tanto buscaba. 

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Para los fans de Laila, este libro es para ustedes.

Cabe aclarar que este libro es una precuela del anterior libro. Este libro contara el pasado de Laila, es decir todo lo que paso antes de llegar a la vida de Dared.

Espero les guste y...

No olviden comentar y votar. Los leo y respondo.

Gracias por leer.

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LAILA - OSCURIDAD ETERNADonde viven las historias. Descúbrelo ahora