Capítulo 7.

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Carlos.

Ahora entendía a las personas con las que había jugado y las dejaba cuando me aburrían, muchas veces me suplicaban de rodillas que no las dejara, pero como era un maldito imbécil no me importaba, pero ahora la vida hizo que pagara todo.

Si me hubieran dicho que yo me iba aponer de rodillas a suplicar para que no me dejaran me habría reído en su cara, le hubiera dicho que ni sus mejores sueños, y ahora le había suplicado de rodillas a Charles y me había dejado, mi mundo se empezó a derrumbar.

Empezaba anochecer y yo seguía sentado en el piso, sentía que ya no me quedaban más lágrimas, aunque tenía más ganas de llorar, todo en lo que pensaba era en Charles, en cada uno de nuestros recuerdos, tenía que hacer que me escuchara porque yo no podía estar sin él, Charles lo era todo para mí.

Me desperté por uno rayos del sol que entraban por la ventana, ni siquiera se en que momento me quedé dormido, me dolía el cuerpo de haberme dormido en el piso, pero eso no era nada comparado con el dolor que sentía por la ausencia de Charles.

Ahora mismo estaría despertando con él en mis brazos, lo despertaría a besos, planearíamos a donde ir, si a Mónaco o España, por unos días antes de la carrera, le haría una que otra broma, en el vuelo, después variamos una película para que él terminara durmiendo en mi hombro, lo besaría para después dormir con él.......

- Solo quiero despertar de esta maldita pesadilla. - murmuré.

Escuche que mi teléfono sonaba, pero no quería hablar con nadie, no tenía ánimos de nada y menos de escuchar alguien.

Sonó unas diez veces más, pero necesitaba hacer mi maleta para irme a Mónaco, eh ir a buscar a Charles.

Al abrir la puerta estaba Lando apunto de tocar la puerta.

- Carl..... ¿Estás bien? - pregunto, tal mal me veía.

- No, no estoy bien, Charles sigue sin quererme escuchar. - entre de nuevo a la habitación. - Dios me está castigando por ser un maldito hijo de perra, y ahora cuando era más fiel que un perro, me sucede esto, no hice nada y estoy perdiendo al amor de mi vida...... - empecé a llorar de nuevo.

- Yo, lo siento Carlos, déjame hablar con él para decirle que no pasó nada, que todo es un error. - si a mí no me quería escuchar a Lando lo más seguro es que lo quiera matar, pensé.

- Agradezco que me quieras ayudar, pero yo necesito que él me escuche a mí, no quiero que mal interprete más las cosas. - no quería meter en problemas a Lando por mi culpa.

- Esta bien, pero cualquier cosa que necesites aquí estoy, para apoyarte. - Lando en verdad era mi mejor amigo en la parrilla.

- Gracias Lando, tú también sabes que estoy para ti cuando lo necesites. - mencione. - Ahora me tengo que ir, no quiero llegar tarde a mi vuelo. - quería estar ya con Charles.

- Nos vemos en la siguiente carrera, y no dudes en hablarme cualquier cosa. - solo le sonreí, me fui de la habitación.

Estaba más que claro que Charles no me abriría si me presentaba en su casa, así que tenía que buscarlos en los lugares que frecuentaba o quedarme a fuera de su casa hasta que saliera.

No había conseguido que Charles me escuchara, solo salía de su casa cuando lo iban a ver sus amigos, solo una vez toque su puerta, pero no hubo respuesta, estuve esperando hasta la noche, pero era obvio que no iba abrir y me fui, ya iba acabar la semana y tenía que tomar un vuelo para la siguiente carrera, tal vez ahí tendría más oportunidad.

Mañana ya podía ver a Charles por fin, pues ni si quiera se habían quedado en el mismo hotel y aunque les pregunte a los del equipo donde estaba quedando no sabían, él único que sabía era Vasseur y no me quiso decir nada porque se lo prometió a Charles, solo quedaba esperar hasta mañana.

🥀 PRICKED 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora