Capitulo 25.

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Checo.

Lo mejor era que Max le dijera la verdad a la Charles, pensé, pero yo quería decirle la verdad, yo había sido el que fue a buscar a Max a su habitación, yo tenía que arreglar todo esto.

Me fui a buscarlo, si no quería hablar de lo que paso entre nosotros estaba bien, pero le iba dejar en claro que yo le iba decir a Charles.

Al llegar a su habitación, toque, pero no abría, a lo mejor no estaba, me fui de ahí, pero en camino me lo encontré venía hablando por teléfono, en cuanto me vio, colgó.

– Sergio.... –  murmuro.

– Necesito hablar contigo. –  para que darle más vuelta al asunto.

– Esta bien, vamos a mi habitación. –  nos dirigimos a su habitación, entramos.

– Dime, ¿De qué quieres hablar? – estaba nervioso.

– De lo que me dijiste hace un rato, yo soy el que le va decir a Charles, no tú. – sentencie.

– ¿Qué? No, no, no y no. – contradijo.

– ¿Por qué no? Da igual quien se lo diga, así que yo se lo voy a decir y punto. – estaba por irme cuando Max me tomo del brazo.

– Sergio, por favor entiende, yo se lo voy a decir a Charles. – comento.

– Así y quien me asegura que en verdad se lo digas, porque a ti te gusta mucho ocultarles las cosas a tus parejas, no..... – dije con enojo.

– Yo te pido perdón otra vez por ocultarte lo de Amelia. – bajo la mirada.

– Si tan solo no me hubieras ocultado eso, si hubieras confiando en mí, seguiríamos juntos, disfrutando de nuestro amor, pero no, aparte con Charles si tuviste la suficiente valentía para decirle a tu padre que andabas con él, sabes cómo me hizo sentir eso, me sentí insuficiente para ti, empecé a odiar tanto a Charles, te amo demasiado Max, pero para ti no fue suficiente.... – Max tomo mis manos.

– Claro que no Sergio, tú nunca fuiste insuficiente para mí al contrario eres demasiado para mí, sabes lo maravilloso que sentí cuando me dijiste que te gustaba, no podía creer que alguien tan genial como tú, volteara a verme, y ni que se diga de tu amor, es lo mejor que me pudo pasar en esta vida, Sergio te amo con toda mi alma. – nos miramos, no sé, si por sus palabras que dijo, pero no aguante y lo bese.

Ahí estábamos una vez más, besándonos como si el mañana no existiera, entre besos llegamos a su cama, me entregue una vez más a él, esa noche solo fuimos él y yo, más tarde vendrían los lamentos, pero no me importaba.

Amanecimos abrazados, me quedé viéndolo unos minutos más, antes de salir de la cama, recogí mi ropa, me vestí y salí de la habitación.

Otra vez había hecho lo que mi corazón quiso, tenía que hablar con la única persona que me escuchaba y me apoyaba; Lewis.

Lo mandé mensaje para ver si seguía en Bélgica, fui a mi habitación para bañarme. Al salirme de ducharme, revise mi teléfono, Lewis decía aún seguía aquí en Bélgica, le dije que quería hablar con él, a lo que respondió que vendría a mi habitación en veinte minutos.

Me vestí, hice mis maletas, estaba buscando mi cargador, cuando tocaron la puerta, fui abrir, era un radiante Lewis con sus maletas.

– Adelante. – me hice a un lado, para que entrara.

–¿Qué es de lo que quieres hablar? – se sentó en uno de los sillones.

– Lo que pasa, es que......... – hizo un gesto para que siguiera hablando. – Me volví acostar con Max. – cerré lo ojos, al decirlo.

🥀 PRICKED 🥀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora