JUDAS | YoonMin

Capítulo 07

JiMin miraba a través de la ventana de aquella cafetería en un vago intento de distraerse. YoonGi lo había citado para poder desayunar juntos y de paso hablar acerca de la deuda que JiMin tenía, todavía no estaba seguro de lo que YoonGi iba a decirle y el cómo podía ayudarle, la verdad es que le daba un poco de miedo e intriga al mismo tiempo.

Mientras buscaba distraerse de alguna forma, agradeció internamente que la cafetería en la que habían decidido reunirse estuviera tan naturalmente ambientada, al menos le ayudaba a calmarse.

Sogni d'oro era probablemente una de las cafeterías más famosas de todo Seúl, siempre que entraba a sus redes sociales veía cientos y cientos de fotos de amigos o personas que le tomaban fotos a la comida de la cafetería o al lugar. Pero como todo gran lugar estaba lejos de sus facultades económicas, era la primera vez que venía por lo tanto había quedado encantado.

¿YoonGi pagaría de nuevo? No es que fuera un quisquilloso, había traído suficiente dinero después de retirar casi todo lo que quedaba en su cuenta de banco, pero tampoco estaba entre sus planes gastar demasiado en un desayuno.

Debía dejar de aceptar invitaciones a lugares tan caros.

—¿Esperaste mucho?

El susurro de alguien muy cerca de su oído le hizo sentir un fuerte escalofrío, provocando que se removiera en su lugar del susto. Miró al hombre frente a él, quien le dio una agradable sonrisa para después tomar asiento en el otro extremo de la mesa.

—No... uh... no te preocupes.

—Tuve que arreglar algunos asuntos antes de venir — dijo — ¿Ya pediste?

JiMin negó.

—No, no tengo hambre.

—Deja eso — YoonGi repentinamente dejó de sonreír —. Te lo dije antes y te lo vuelvo a decir, si es por el dinero, no te preocupes.

Fue inevitable que el corazón de JiMin se agitara por esas simples palabras. ¿Por qué YoonGi le hacía sentir así tan de pronto?

—Pero... es que no deberías pagar todo tu solo.

YoonGi se alzó de hombros.

—No me cuesta nada hacerlo.

JiMin se dio cuenta de que sería prácticamente imposible hacer cambiar de opinión a YoonGi. El hombre estaba acostumbrado a gastar grandes cantidades de dinero, sobre todo porque nunca había carecido de esta.

—Bueno, pero en serio no quiero nada — repitió —. Desayune antes de venir, tuve que hacer algo para mi madre también y aproveché para desayunar.

—Pero te he invitado aquí para eso — YoonGi suspiró — ¿Acaso soy tan horrible que no quieres ni compartir un desayuno conmigo?

El puchero que puso de un momento a otro hizo que JiMin sintiera pena por él.

—No, yo... lo siento. — dijo avergonzado, bajando la mirada levemente.

YoonGi soltó una risita.

—¿Por qué te sigues disculpando? — el mayor estiró su brazo, su mano tomó la delicada barbilla del rubio para alzar su rostro, las mejilla de JiMin estaban rojas —. No hagas eso.

Ahora fue el turno del menor de hacer un puchero.

—P-pero... tus palabras me hicieron sentir que yo te había hecho sentir mal — dijo, retirándose del agarre del mayor sigilosamente —. Así que por eso me disculpé.

YoonGi sonrió de lado, complacido con la respuesta que el menor le había dado.

—Estaba bromeando — afirmó —. Pero la siguiente vez, por favor desayuna conmigo.