Capítulo 22

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—Esto es una mierda — San se quejó en voz alta.

—¿Por qué no dijiste nada desde el inicio? — Jungkook preguntó, mirando al tipo asustadizo que estaba encerrado ahí con ellos en el despacho personal de San.

—E-es que... ¿Cómo se supone que iba a decirles? Me amenazó por mi vida, me apuntó con un arma a la cabeza y luego-

—¡Eso es exactamente lo que nos tenías que decir! — Jungkook exclamó furioso —. Maldición, ahora hasta ustedes se asustan con un par de golpes.

—Creo que lo mejor será hablar con Daesung — San dijo —. Alguien tiene que ir al hospital a verlo.

—Yo puedo ir — Hyunjin se ofreció —. Y tú vas a venir conmigo, tengo que saber si la identidad del chico que te amenazó coincide con el que golpeó a Daesung.

El hombre en el sillón asintió un poco atemorizado.

—YoonGi, ¿tú que opinas? — San por fin se volteó en dirección a su amigo, quien desde hace horas estaba sentado en uno de los sillones que tenían vista hacia el exterior por el balcón.

Desde que se habían reunido en el despacho personal de San, después de que YoonGi les explicará la situación, Jungkook se había encargado de ir a buscar a Lee Bookyoung para traerlo hasta ellos y hablar acerca del trabajo que YoonGi le encargó.

Fue ahí donde descubrieron que el idiota de Daesung había sido interceptado, golpeado y lastimado por uno de los trabajadores de Sanghwo's Group, quienes muy seguramente ya sabían que YoonGi había desaparecido a uno de sus empleados y ahora investigaron hasta dar con Daesung. Tal vez alguno de ellos dio con la noticia de que serían esposos o algo así.

Lee Bookyoung era el encargado de cumplir con sus tareas de asustar o amenazar a unas cuantas personas cuando ninguno de ellos tenía tiempo, a YoonGi se le hizo fácil mandarlo a hablar con Daesung, pero no imaginó que algo así pasaría.

Aunque bajó demasiado la guardia, después de todo ya ha pasado un tiempo desde que mató a Kang Jisung, obviamente Sanghwo's Group debía saber todo.

—¿Debería opinar algo? — devolvió la pregunta —. Hagan lo que quieran, honestamente ahora no me importa.

San suspiró con cansancio, desde que llegaron YoonGi ha estado apartado de ellos y muy callado. San sabe que algo no anda bien y seguramente tiene que ver con JiMin.

—Bien, entonces nos vamos ahora —Hyunjin habló —. Regreso en un rato.

Ambos hombres se marcharon de aquel lugar, dejando a YoonGi con sus otros dos amigos completamente solos. Era el momento perfecto para hablar.

—YoonGi, necesitamos hablar — San dijo, manteniéndose en su lugar para darle espacio al mayor — ¿Qué sucedió ayer?

Pero el hombre no respondió, se quedó callado mirando hacia el exterior por aquel balcón, su vista se posó sobre la copa de los árboles que se mecían con fuerza por el aire que hacía. La lluvia apenas comenzaba a caer, hoy se había despedido de JiMin después de almorzar en su casa, dejó un par de besos en su rostro y el menor todavía se dio cuenta de que algo no andaba bien con él, por lo que trató de persuadirlo para que hacerle entrar en confianza.

YoonGi le iba a contar todo, pero primero necesitaba respirar un poco.

Es así como terminó con sus amigos en el despacho de San.

El mayor volteó lentamente en dirección a sus dos amigos, ¿debía contarles y pedirles algún consejo? No estaba muy seguro de que ellos fueran a apoyar sus decisiones, después de todo, contarle a JiMin la clase de persona que en realidad es, no es algo fácil de hacer.

JUDAS | YoonMin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora