Eres hermosa

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El verano termino y el otoño comenzó y con el también las clases, o mejor dicho el infierno para mí. Afortunadamente ya está segunda semana de clases había
terminado, hoy es viernes y me dirijo a la parada de autobús para irme a casa. pero soy detenida abruptamente cuando alguien me toma por el cabello y me jala tirándome al piso. Un quejido de dolor sale de mi boca, levanto mi rostro para ver a mí agresor dándome cuenta que son las mismas chicas de siempre. Moegui, Kin y Guren, tres chicas que hacen de mi vida un infierno.

-Hola nerdita, ¿A dónde vas? - me
pregunta Moegui, estoy segura fue la que me jalo el cabello. La estúpida tiene demasiada fuerza.

- Déjame en paz. - musitó levantándome del suelo.

- !Ay lo siento! ¿Fui muy dura contigo? - pregunta en tono lastimero obviamente
falso.

-Fuiste muy agresiva Moegui. - habla Kin. - No trates así a nuestra amiga.

-Así es, no ves que con esa piel blanca como papel de seguro le queda un moretón muy feo en el culo. - Ella y las otras dos chicas se ríen por ese comentario.

- Déjenme en paz. - pido y camino, tratando de alejarme de ellas, pero Moegui me toma del brazo.

- ¿A dónde crees que vas estúpida, no Hemos terminado contigo. - sisea está clavando sus uñas en mi brazo.

Quiero golpearla, quiero gritarles que me dejen en paz, pero ellas son tres y todo se pondrá peor si lo hago. Las lágrimas salen de mis ojos, pero no por el dolor, si no por la rabia e impotencia que siento.

- Uh. Déjala Moegui , la pobrecita está llorando. - dice Guren colocando su mano en mi cabeza, después agarra mi cabello fuertemente jalandolo. - No te da vergüenza andar por ahí con ese cabello.

- Y con esos ojos blancos - dice Kin. - Si yo fuera tú no salia a la calle, para no incomodar a nadie.

No entiendo porque estás chicas me odian tanto, ¿Qué les he echo para que me traten así? ¿Por qué odian tanto mi aspecto?

Mis pensamientos son interrumpidos cuando siento que jalan de mi camisa y Moegui me empuja, haciéndome caer al suelo, de nuevo.

- !Basta ya déjenme en paz- grito colocándome de pie.

Ellas me miran sorprendidas y se disponen a atacarme pero una voz resuena y hace que se detengan.

- ¿Que está pasando aquí? - pregunta esa persona y giro mi cuerpo para encontrarme con el dueño de aquella voz. Unos ojos onix me miran y el alivio recorre mi cuerpo.

- ¿Quién carajo son ustedes? - pregunta Sasuke mirando a la tres chicas con molestia.

- S. Somos amigas de Hinata. - responde Kin nerviosa, no sé si por que fueron descubiertas infraganti o por lo guapo que es Sasuke.

- Pues a mi no me pareció ver eso. - responde él tomando mi brazo. - ¿Estás bien? - pregunta mirándome preocupado.

- S.. sí. - respondo. - Un poco adolorida, pero nada grave. - Él asiente y mira a las chicas con enojo. Estás se asustan y huyen despavoridas del lugar.

- Ven te llevo a tu casa. - dice este tomado mi mano, llevándome a su auto.

- ¿No son amigas tuyas, cierto? - pregunta.

- No, son compañeras de clase. - respondo con la mirada baja.

-¿Por qué te molestan?- vuelve a preguntar.

- No les gusta mi aspecto.

- ¿Has hablado con alguien acerca de esto? - cuestiona, Llegamos a su auto y el abre la puerta del copiloto. - Adelante.

- No, no quiero preocupar a mamá. -
respondo entrando al auto. - Gracias. - digo y él cierra la puerta, luego rodea el auto y abre la puerta del piloto y entra en el.

- No es bueno quedarse callado, si tú no
puedes con ellas debes pedirle ayuda a un adulto.

Miro su rostro y veo preocupación en esos hermosos ojos.

- Me da vergüenza y miedo. - confieso.

- Entiendo que te dé miedo, ¿Pero por qué vergüenza? Ellas son las que deberían de estar avergonzadas por su comportamiento.

- Miedo a que por acusarlas el acoso empeore. - respondo - Y vergüenza porqué algunas cosas que me dicen... Son incómodas.

- ¿Exactamente qué te dicen? - pregunta.

-, E.. ellas se burlan de mis ojos, del color de mi piel y mi pelo. - digo señalando mi cabello. - Dicen que soy fea, que mi cabello es horrible, que mi piel es muy
blanca y parezco un muerto, cosas así.
Además de eso como pudiste ver les gusta hacerme daño físico.

La verdad no sé porque le estoy contando esto a él. Nunca he tenido el valor de hablar de esto con alguien, ahora aquí estoy, desahogandome con el hijo del novio de mi mamá. Con el cual he hablado tal vez unas dos veces antes. Pero por alguna extraña razón él me inspira confianza.

- ¿Y crees todo lo que ellas te dicen? - pregunta.

- N.. no lo sé.

- A menudo las personas que se empeñan en criticar el aspecto de otra, es por que no se sienten seguras de sí mismas. - comenta y lo miro curiosa.

- Eso no puede ser posible. Moegui, Kin y Guren son las chicas mas populares de la secundaria. - respondo.

-¿Y eso qué? - dice alzando los hombros. -
Créeme esas personas son las que más
tienen problemas con su aspecto físico.No se aceptan, son inseguras y algunas para sentirse bien dañan y lastiman a otras personas. - dice y toma mi mano. - Estoy seguro que sienten celos de tu belleza, por qué sí Hinata, eres hermosa, no eres como las otras chicas y tú belleza, tus rasgos son considerados muy especiales, tu cabello tus ojos, tú piel blanca, todo eso te hace diferente y Hermosa, no creas las estupideces que esas chicas te dicen. Tú eres hermosa tal y como eres y debes de estar segura de eso. - termina de hablar yo siento que el corazón se me va a salir del pecho. ¿Él piensa que soy hermosa? Ya había escuchado eso antes por parte de mi madre, pero que me lo diga él, un chico mayor y tan guapo, hace que mi corazón se acelere, Sé que está hablando enserio y que además lo dice para animarme, pero no puedo evitar emocionarme al saber que él
me considera bonita.

- G.. gracias. - musitó, sintiendo mis 
mejillas arder.

- No te dejes humillar ni maltratar de esas chicas. - comenta. - Te tengo una
propuesta. - dice y lo miro ya un poco mas tranquila.

- La violencia no es la solución a nada. Pero es bueno saber defenderse, se defensa personal, puedo enseñarte, para que puedes defenderte de esas chicas y del que te quiera hacer daño. ¿Qué te parece? - pregunta.

Su propuesta me sorprende, aunque si lo veo bien, no es nada raro que sepa de
defensa personal, se nota que le gusta estar en forma.

- Me encantaría - respondo.

- Bien, ¿Que tal si comenzamos hoy.

- ¿Eh?

- Voy para tu casa, nuestros padres Están esperándonos. El que esté aquí no es una coincidencia, tu mamá me pidió el favor de venirte a buscar. Me dijo que si no te encontraba en la escuela que viniera por esta calle, pues por aquí caminabas hacia la estación de autobuses. - confiesa y lo miro sorprendida. - Después de almuerzo podemos comenzar con tus clases. - dijo y asiento. - Bueno, vámonos. - dice y luego enciende el auto.

-No quiero que mamá sepa que... - musitó avergonzada.

- Entiendo no quieres preocuparla. No dire nada, ya me inventar algo, para justificar las clases.

Y así nos hicimos amigos. Durante los próximos meses él me enseñó defensa personal. Con su ayuda y sus consejos pude acabar con el abuso que aquellas chicas mantenían. Ni siquiera tuve que
levantar una mano para hacerlo. Sus palabras me hicieron entender que yo era hermosa, qué si yo me sentía bien conmigo, nadie podía cambiar eso. Asi que con mi actitud les demostré a esas tres arpías que sus palabras me valían.
El problema de todo esto es que Sasuke me veía como una hermana, la hija de la novia de su padre, y yo, pues me había enamorado de el. Sabía que no tenía oportunidad. Yo solo era una chica de 14 años y el era un joven de 20. Un chico maduro que jama se fijaría en una chica cómo yo. Asi que me guarde mis sentimientos y solo disfrutaba su amistad.

mi sexi hermanastro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora