El jodido paraíso

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Sasuke

¡Es increíble que este haciendo esto!

Después de resistirme tanto, de luchar con este deseo, aquí estoy a punto de llevarme a la cama a Hinata. Pero como no voy a hacerlo, si la deseo como nunca antes había deseado a otra mujer, si quiero que sea mía, Besar sus labios, acariciar su piel, explorar cada rincón de su cuerpo hasta saciarme, debo, necesitó hacerle el amor, si no lo hago perderé la razón.

Todo este mes ha sido un maldita tortura, verla sonreírle a ese imbécil, cada vez que ella salía con él, mi cabeza no hacía más que imaginar como él la tocaba, la besaba. Juro que si tenía que aguantar un día más eso, iba a volverme loco. Verlo besándola quebró toda lógica, todo razonamiento, sobre ella y yo no voy a perderla, no voy a dejar que otro tenga lo que es mío, por qué sí Hinata, es mía.

- Al diablo todo, te haré mía - musito contra sus labios. La escuchó jadear y eso hace que mi determinación aumente.

Mis manos comienzan a acariciar sus piernas, mientras mi boca débora la suya, aprieto sus glúteos con mis manos y vuelve a gemir. Dejo sus labios para lamer su oreja.

- Tienes un muy bonito trasero, me vuelve loco. - susurro y vuelvo a ahuecar sus nalgas. - Te voy a ser mía, Hinata, ¿eso es lo que quieres? - cuestionó.

- S... sí. - responde con voz entrecortada.

Bien. digo y comienzo a dar pequeños besos desde su oreja hasta su cuello, una de mis manos se queda justo allí, en su trasero para sostenerla, mientras usó la otra para ir subiendo por su cuerpo, acarició su espalda, hasta llegar a uno de sus pechos, el cual ahueco. - Estos también son lindos. - quiero probarlos. - susurro y bajo un poco la blusa y el sostén dejando fuera su hermoso, blanco y perfecto pecho adornado por ese montículo rosado semi endurecido y no dudó en tomarlo en mis labios, haciendo que ella gima y se retuerza de placer.

- Sasuke - jadea excitada.Para volverla un poco más loca, comienzo a lamer aquel botón con mi lengua. - oh Dios! - gime y siento como tira de mi cabello.

Al terminar con el esta totalmente duro, decido hacer lo mismo con el otro, y mi mano libre, la dirijo hacia abajo, acariciando su abdomen, hasta llegar a su bajo vientre. La escuchó jadear sorprendida y dejo lo que estoy haciendo, para mirarla a los ojos.

- ¿Quieres que te toque ahí? - cuestióno mientras hago pequeños círculos con mi dedo en su piel. Ella me mira con sus hermosos ojos aguados por el placer y asiente.- ¿te han tocado ahí antes Hinata? - cuestiono y el solo imaginar a otro hombre tocándola hace que me hierva la sangre.

- No. - responde mirándome a los ojos. Su respuesta por supuesto me hace feliz.

- ¿Y tú, tú te has tocado? - cuestiono y beso sus labios, aún tocando su piel

- Sí, lo e hecho, pensando en ti. - responde.

- ¡Mierda! No puedes decirle esas cosas a un hombre Hinata, puedes hacerlo perder la razón. - digo, y ella sonríe. La vuelvo a besar introduciendo mi lengua en su boca y por supuesto ella me corresponde con la misma pasión y desenfreno.

Decido complacerla y dirijo mi mano entre sus bragas, al encontrar aquel botón centro de su placer, comienzo a acariciarlo moviéndolo en círculos.

- !Hmm! - gime y se curva hacia mi, como ofreciéndome sus hermosos pechos, No dudo ni un segundo en envolver unos de sus montículos con mis labios, y esto por supuesto aumenta su placer. - joh carajo, Sasuke! - dice. Acelero los movimientos de mi índice, mientras succionó y lamo, su montículo, segundos después siento como su cuerpo comienza a convulsionarse debido al orgazmo.

Cuando la bruma del placer ha pasado, ella me mira y muerde su labio inferior. Yo, saco mi mano de dónde estaba, llevo el índice a mi boca, sonrió al verla abrír sus ojos sorprendida.

mi sexi hermanastro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora