El infierno arder

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Sasuke

¡No puedo creer que haya dejado que esto pasará! ¿Cómo no pude contenerme? ¿Cómo deje que ella me enredara en su estúpido juego?

¿Y cómo no me di cuenta de que Hinata se sentía atraída por mi? ¡Mierda! a quien engaño, yo lo sospechaba, pero me negaba a creerlo, porqué así era más fácil evitarla, evitar que cosas
como lo que acaba de pasar sucedieran. Lo que me intriga ahora es, ¿Desde cuándo siente esas cosas? seguramente esos sentimientos surgieron hace poco, porqué no puede ser posible que yo le guste desde antes, en ese entonces ella era sólo una niña.

Y todavía lo es. Me recuerda mi conciencia.

Sí, una niña que baila sensualmente, que tiene unas muy largas piernas, un maravilloso trasero ! Y me está volviendo loco!

- por qué te deseo. - sus palabras se repiten en mi mente.

Ella me desea, y yo a ella. Sería tan fácil salir de esta habitación, tocar su puerta y hacerla mía,hacerle el amor en.... ¡ No, no, no y no! No puedo hacer eso. Me meteré en serios problemas.

- Es mejor que me dé una ducha fría, para ver si me calmo un poco. - me meto al baño y me quito la ropa, entro a la regadera y dejó que el agua me relaje un rato, salgo del baño, me seco con la toalla y me visto con una pijama me acuesto en la cama e intento dormir.

Media hora después me doy cuenta que va a ser muy difícil conciliar el sueño está noche. No puedo dejar de pensar en ella moviéndose en la pista, de recordar sus labios sobre los míos. Mi cuerpo me pide a gritos que vaya a su habitación y le haga el amor cierro los ojos y lo único que logro es imaginarme que beso sus labios, que mis manos recorren su piel, que la tengo debajo de mi, desnuda, lista para hundirme .... ¡Joder debo de dejar de pensar en ella!

Maldición.

Abro los ojos al escuchar un golpe, me levanto de la cama alerta y bajo las escaleras corriendo, llegó a la sala, al no ver a nadie en ella frunzo el ceño, miro hacia la cocina y no veo a nadie, camino hacia el el pasillo que da hacia la puerta y me doy cuenta que el juego de llaves de Hinata hace falta, así que imagino que fue ella al salir quién azotó la puerta, suspiro y me voy a mi habitación, tomo el celular de la mesa de noche y veo que son las diez de la mañana, dormí hasta tarde, lo cual es entendible, anoche me quedé dormido hasta después de las dos de la mañana. Decido despejar mi mente saliendo a trotar, así que buscó en mi clóset ropa deportiva me visto voy al baño me lavo el rostro y los dientes, salgo del baño, tomo el celular los auriculares y salgo del apartamento, correr siempre despeja mi mente y me ayuda a pensar con claridad las cosas.

Hora y media después llegó al apartamento y aún no hay rastros de Hinata, me doy un baño, preparo algo rápido de almuerzo y me pongo a adelantar algo de trabajo.

- Por fin he terminado. - Me levanto de la silla para estirar mi cuerpo, tomó el celular para ver qué hora es y notó que son las 4:30 de la tarde.

¡ Dios sí que se me fue el tiempo! Me olvidé de todo por completo, salgo a tomar algo y miró la repisa veo que la lleve de Hinata no está lo que quiere decir que aún no ha llegado. ¿Dónde estará? Bueno supongo que es mejor así, voy a la cocina y tomó un poco de agua y me adentro a la habitación a continuar trabajando.

Dos horas más tarde estoy preocupado, Hinata no ha llegado y, para colmo le marcó a su celular y no contesta.¿ Donde mierda se ha metido? Ni siquiera me contesta los mensajes de WhatsApp. Sí tuviera el número de su amiga, ¿Cómo era que se llamaba? ¿I.. Ino? Sí, ese era el nombre. Hago otro intento de comunicarme con ella y la llamo, el celular timbra y alivio recorre mi cuerpo al oír que contestan.

- ¿Dónde estás? - cuestionó sin dejar que hable.

- H... hola. - escuchó una voz que no es la de Hinata.

mi sexi hermanastro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora