The Milkman || Francis Mosses x Fem Reader

5 || Novedad.

El tiempo comenzó a pasar extremadamente rápido.

Un interruptor parecía haberse encendido en la vida de _____, ahora se la podía llamar "El alma del edificio". Comenzó a conectar con casi todos sus vecinos y no solo con unos cuántos, ahora ya no era tan sola una desconocida.

Si en ese momento se le apareciera el mismo doppelganger que la había agitado antes, su manipulación ya no serviría en lo absoluto, ahora sabía que era aunque sea un poco importante en ese edificio.

...

Habían pasado ya cuatro meses desde que firmó su contrato laboral y nada podía ser mejor: el dinero no le faltaba, se había vuelto más valiente, se cuidaba más a sí misma y, sobretodo, tenía a alguien.

En los tres meses seguidos a su primera cita, Francis y ____ siguieron viéndose de vez en cuando. Obvio significaba una desvelada en ambos casos, pero los dos estaban dispuestos a sacrificar su hora de dormir si se trataba de verse.

Como contrario a lo que Francis le dijo, ____ solo se ilusionaba más con Francis, día tras día, cita tras cita, solo encontraba algo nuevo de lo que enamorarse.

____ ya no podía fijarse en los atractivos físicos de otras personas, pues solo podía pensar en Francis y, si no lo hacía, asociaba todo a él.

Exceptuando a Nacha...con ella era algo muy distinto: cada vez que la veía sacaba un nuevo aspecto positivo de ella y no podía evitar preguntarse si su propia persona también poseía esos aspectos. Era complicado no compararse con ella debido a lo hermosa y única que era.

De todos modos, no dejó que ese pequeño detalle influyera en su interacción con Francis, ya era madura y no se atrevería a dejar que un problema haga otros mil más.

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—¿Cómo fue tu visita a tu familia?— Preguntó con curiosidad a través del teléfono.

—Como siempre Nacha es muy amable, pero mi hija...mmm, pues ya sabes.— La voz de Francis sonó a través del aparato.

De alguna forma extraña, el último mes Francis había estado llegando mucho más temprano del trabajo, una diferencia demasiado marcada y difícil de ignorar. A ____ se le hacía raro, pero no había nada que la hiciera querer preguntarle el porqué, total la beneficiada sería ella al poder hablar más seguido con él.

—Sí...entiendo.— Dijo con algo de gracia por lo que le contó. —A esa edad los chicos suelen ser muy rebeldes, así que no deberías porqué sentirte mal, Francis.— Aquellas palabras salieron con tono consolador. Debido a las otras cuantas citas que él  y ella tuvieron durante esos tres meses, ____ sabía lo susceptible que el castaño era con su hija.

—Mmm...sí, supongo que eso es.—

—Uh, espérame.— ____ tuvo que colgar debido a que había llegado alguien.

Era Roman Stilnsky, uno de los pocos vecinos con los que realmente no había podido conectar, así que no intentó iniciar una conversación con él.

____ se había vuelto casi experta en su trabajo; completó todos los pasos de la verificación con facilidad. No fue muy complicado porque todo estaba en orden y Roman estaba en la lista, siendo uno de los últimos de esta.

El hombre simplemente se marchó en cuanto le abrieron la puerta, sin despedirse o lo que fuera.

____ marcó a Francis tras cerrar la puerta, quien respondió en brevedad.

—Perdón, ya sabes como es el trabajo.— ____ rió un poco. —Me gustaría poder verte, pero ahora soy yo la que está más ocupada con el trabajo.— Hizo referencia al extraño cambio de horario que tuvo Francis.