Tamed Wolf (FukuAra)

Rabu 12

*Rabu ( ラブ ): es básicamente la manera que tienen los japoneses para escribir Love dado su abecedario, existe hasta la expresión de "rabu rabu"
Pensé en usar eso para indicar los capítulos en los que se ponen "mas cariñosos" ya que Rabu, la primera, silaba se pronuncia como Ride //raido// Bueno, solo queria, explicar eso, espero que les guste ^^
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-ARAKITA-

¿Mi novio? ¿Como? ¡ESTO ES UN MALDITO SUEÑO! No podía ser... Sacudí la cabeza y tragando saliva totalmente alterado ¿COMO NO IBA A ESTAR ALTERADO EN UNA SITUACION ASÍ? ¡ENCIMA MI ESTÚPIDA CARA PARECÍA UN ESTÚPIDO TOMATE!

-¡Oe! ¡T-te estas precipitando! Y-yo nunca dije... yo nunca -empece a decir con un tono de voz tembloroso, pero él me interrumpió..

-Tu me gustas, yo te gusto, no veo el problema. -soltó serio y cruzándose de brazos,dando esa explicación por suficiente.

-¡NO ES TAN FÁCIL! ¡Idiota! -grite molesto, ojala fuera así de fácil.

-No etiendo... -suspire llvandome una mano a la cara empezaba a molestarme en serio.

-¡Somos hombres! -para mi eso nunca había sido un problema, pero para el resto si, ¿dos chicos? Siempre resustaba raro, sin duda aquello no lo soportaría... De repente el rubio me agarró de la muñeca y empezó a caminar... -¡Fuku-chan! ¡Fuku-chan! -le chillé, pero nada, tiraba con fuerza de mi...

~FUKUTOMI~

-¡Fuku-chan! ¡Fuku-chan! -seguí caminando sin responder, si aquel era el motivo, no iba a permitir que me impidiera avanzar iba a demostrarle que no importaba lo que fueramos, yo iba a seguir. Todo el camino fue igual, el moreno llamandome a gritos y yo tirando de él, hasta que al fin llegamos a la caseta del club, estaba cerrada, no había nadie, mejor, yo al ser el capitán tenía las llaves de este lugar, para se exactos le lleve a los vestuarios, y me encerré allí con él y me giré.

-¡¿Se puede saber que demonios hacer?! -me chilló cabreado.

-Demostrarte que lo de antes, no importa... Me da igual que seas un hombre, me gustas. -observe como su rostro se volvía un semáforo y no respondía. Fue mi oportunidad, me lance a besarle de nuevo y acorrarlo contra la pared, y sin pensarlo dos veces baje ligeramente la cremallera de su maillot para después deslizar una mano en su interior y así poder rozar su fina piel con la llena de mis dedos, notando como el se sobre saltaba ligeramente, como si hubiera recibido una descarga, poco a poco se empezó a relajar dejándose llevar por lo que sentíamos los dos...