Capítulo 16

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—Fue un mal Halloween entonces...

—¿Mi ojo hinchado te parece de un buen Halloween, Andy?

La pelea había metido en problemas tanto a Bill como a Tom, y bueno, juntos arrastraron a Gordon. El hombre sabía que él muchacho lo iba a necesitar, pero no tan pronto ni con tal urgencia. La encargada fue clara desde un inicio, así que convencerla de no llevarse a Bill fue increíblemente difícil. Y por lástima, esta vez Gordon no pudo mover sus influencias para convencer a la encargada.

Se permitió que Bill salga del refugio con la condición de que sería perfectamente cuidado, y para sorpresa de nadie, no fue así. Aunque Tom tenía eso claro, su enfado al ver como volvían a llevarse a su hermano era tanto que tomó un bate de béisbol e intentó darle caza a los oficiales. No lo logró, pues precavido como siempre, Gordon lo electrocuto antes de que siquiera lo intente.

Bill regresó al refugio dos días después del accidente. Golpeado y con una peor actitud.

El lado bueno era que no tenía que ir a la escuela, el lado malo es que volvía a tener que llevar ese uniforme horrendo. Ya no dormía junto al resto de niños, pues los responsables creían que eso podría inquietarlos o perturbar su proceso. Le dieron una habitación pequeñita y apartada. También aumentaron las sesiones de terapia, de 8 a 12 am. Aunque ni tan mal, pues Andreas ya contaba como un buen amigo.

Cuando su primera terapia acabó, el horario de visita había comenzado. Los merodeadores no estaban seguros de permitirle eso a Bill, y Gordon tampoco estaba seguro de exigirlo. Si Tom no hubiese hecho berrinche, Gordon ni siquiera lo hubiese intentado.

A las 3 de la tarde, después de una hora de espera, dejaron pasar al grupo de 3 jóvenes al lugar.

Un Tom con la playera al revés, la chamarra manchada, y una bandana mal amarrada. Tenía ojeras y una sonrisa nerviosa. Cuando vio a Bill se sujetó fuerte de su amigo para no caerse de la emoción.

Gustav se veía mejor que el otro. Ahora casi siempre estaba cansado por el trabajo, aún así decidió darse un tiempo para acompañar a sus amigos a ver a Bill. Bill también era un amigo para él, por supuesto que no pensaba faltar.

Y finalmente Britney.

¿Britney? ¿Pues dónde está George o qué?

El mayor de los tres amigos esperaba afuera junto a Gordon, había dicho que estaba algo mareado para intentar entrar. Ni Gustav ni Tom sospecharon, y si bien Gordon le preguntó porqué mentía, Georg simplemente negó diciendo que tenía sueño. El adulto y el universitario fueron a por un café, y solo evitaron el tema de Bill lo más que pudieran.

—Te dije que debiste llamarme. —Tom se cruzó de brazos, dejándose caer sobre el respaldar de la silla.

Bill alzó una ceja.

—Puedo defenderme y defender a mi amiga sola.

—¿Así? ¿Y con qué fuerza, princesa?

Los gemelos se veían con desafío. Su relación iba bien hasta que se llevaron al menor, ahora los dos estaban amargados.

—Tom, cállate. —Gustav rodó los ojos, aguantar al de trenzas últimamente era una pesadilla.

—A veces no está mal pedir ayuda, Bill. —Britney también interrumpió. Ella no tenía que ver a Bill de forma diaria como Gustav a Tom, quizá por eso aún le quedaba paciencia para tratarlo con suavidad y comprensión.

El día después del incidente fue increíblemente pesado. Britney y él se reconciliaron, la chica se encontraba mejor. Aún así, Bill intentaba cuidarla tanta como podía. Ahora que estaba encerrado, el peor miedo del azabache era que Gordon consiguiera meterle malas ideas a su chico. Planeó ser estrepitosamente dulce con él, pero era difícil cuando no se sentía de buen animo.

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⏰ Última actualización: Oct 23 ⏰

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