Capitulo 7

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Tom no quiere ni voltear a mirarme, pero Luna estaba bien, tal vez la torturen un poco pero no le dolerá.

Todo estaba organizado, casi era hora de regresar para vacaciones, algunos alumnos estaban felices, otros no tanto por los mortifagos.

De camino a la oficina de mi padre me encontré con Ginny y Neville decidiéndome a ir con ellos un momento.

-¿ahora qué quieres? ¿Seguirás diciéndole a los profesores que me torturen?- preguntó molesta con graves lesiones notorias

-Es un favor que no te mande a matar, Neville, ¿cómo van las cosas?- mire a Neville al lado de Ginny

-Pues van, que ya es ganancia, Ginny aún no se recupera del todo- la miro con sus golpes en el rostro y moretones

-Eres... ya no sé qué eres, ¿amenazar a Neville con sus padres y abuela?, ¿torturarme en venganza?, te volverás loca, al igual que Bellatrix- me miro con repugnancia

-Bellatrix podría ser un buen ejemplo si no hubiese perdido la cabeza por un idiota, te tengo buenas noticias Ginebra-

-¿Tú traerme buenas noticias?- se burló

-Las torturas se acabaron, pero solo por qué hay cosas más importantes, de mí aún no se libran los Weasley- informé mirándola

-Haz lo que quieras, no me importa-

-Neville, espero noticias tuyas-  al verlo asentí me alejé

Mi padre como siempre en el escritorio del director, por lo que me contaba no hacía mucho más que quejarse de todo el mundo.

-¿Voldemort a hablado contigo Padre?- le dije sentándome frente a él

-No le intereso, la escuela mucho menos, ocupa su tiempo en atrapar a Harry Potter- murmuró

-No te confíes de él, me quieren eliminar padre, ponte esto- de mi bolsillo saqué una pulsera de plata hechizada

-Tiene magia, la suficiente para evitar varios hechizos y defenderte de Voldemort, porfavor porfavor, debes estar alerta- le extendí la pulsera asegurándola en su brazo con magia

-¿Ahora en qué lío te metiste?, te he dicho que tengas cuidado y no te confíes- me regañó con preocupación

-Nada grave, talvez solo un poquito, tal vez en tonto de Mateo me traicionó y Tom se fue del lado de su novia pidiéndome que me arriesgue por el- hablé con simpleza

-Estas caminando en una cuerda floja Emma, harás que nos maten-

-No padre, eso jamás, lo solucionaré, estoy segura, solo necesito algo de tiempo, hablaré con Voldemort-

-Hagas lo que hagas, no confíes ni en tu propia sombra, si necesitas ayuda en cualquier cosa no dudes en decirme-

-Ya que insistes- sonreí- necesitó información sobre ese tema de las horrocruxes-

-¿exactamente qué quieres saber?- levantó una ceja

-¿cuántos son?, ¿cuáles son?-

-Esa información no se sabe, el mismo tema de los Horrocruxes es mínimo, deberías dejar el tema por La Paz- sugirió mi padre recargándose en la silla

-Si, debería, ¿cuando nos iremos a casa?- cambie de tema al saber que no me daría información útil

-Espero que pronto, es aburrido ser director, no hay mucho que hacer en realidad- habló sin ánimos.

La situación con Malfoy iba relativamente bien, intentó hacer comprender a Tom pero nada lo hacía cambiar de opinión, estaba decidido y tenía miedo de que me llegase a odiar, de Mateo ya no sabía nada y a pesar de que me sentía mal mi enojo me ganaba negándome a buscarlo, si lo veía estaba entre hacerlo retorcer de dolor o correr a abrazarlo.

Mi magia estaba en un punto tan alto como nunca antes, y a pesar que me faltaban cosas por aprender aún, prácticamente ya sabía todo lo que quería saber, me sorprendía aún el hecho el hecho de poder dibujarla en objetos, como el que le di a Regulus y mi padre.

Regulus a estado muy ocupado, o tal vez simplemente me estaba evitando, cualquier opción podría ser correcta, el encargado ese por lo que sé es peligroso y buen amigo de Regulus.

Tenía visiones que aún no podía controlar, tampoco prestaba mucha atención, el futuro podría ser interesante pero tenía que vivir el presente, y mis visiones son demasiados borrosas para lograr comprender gran mayoría.

Por lo que me enteré de Percy obedeció mis órdenes, renuncio y bajo drásticamente de puesto en el ministerio, aunque claro que le seguía enviando el salario correspondiente como si estuviese en el mismo puesto.

De la orden del fénix se ha sabido poco, tal vez mínimos intentos para derrotar a algunos carroñeros pero nada interesante más que para mi sorpresa se an mantenido ocultos.

Aún tenía la necesidad de ir yo misma por Molly y Arthur Weasley, pero me resistía, aunque los odiase eran algo necesarios para derrotar a Voldemort.

Neville se encontró con su abuela y sus padres, a pesar de que fueron solo algunos minutos, estaba agradecido, y más vale que lo estuviera su abuela a hecho demasiado por el, por el y sus padres.

Aveces me entraba la loca idea de contactar a Dumblemore, pero la descartaba rápidamente, si lo hacía el encargado se molestaría y utilizaría esa opción para después.

Me sorprendió al ver a Pansy y Astoria esperándome en la sala común después de un largo día en mi salón de pociones.

-Queremos hablar contigo- hablo seriamente Daphne

-Necesitamos pociones también- exigió pansy

-¿Pociones de qué exactamente?- pregunté sin comprender su repentino pedido

-Te la pasas haciendo pociones, necesitamos algo por si nos llega a ocurrir algo- pidió Daphne

-Nos gusta ayudarte pero ¿y si nos atacan?, ¿y si nos lastiman?, una poción que nos ayude en un caso así- sugirió Pansy

-Veré qué puedo hacer, ¿si?, no tengo muchos ingredientes y necesito conseguir más- mis suministros se terminan y tenía que conseguir más yo misma por qué ya no están surgiendo en tiendas

-¿qué necesitas exactamente?, mi padre solía tener unas cosas, te las puedo traer- sugirió Pansy

-Mi padre también- concordó Daphne

Asentí en respuesta con dolor de cabeza

-Si estaría bien, después hablamos-

El papá de Luna sería un buen recurso para conseguir suministros pero dudaba seriamente que me quisiera apoyar por las buenas...
Talvez una buena solución serían Emily y Astoria, las contactaría.

Emma¿Weasley?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora