Jeongyeon había tomado una decisión y se colocó en un rincón de su habitación, esperando que nadie viniera; abrió el chat con Nayeon y miró la foto que le envió. Se sentía culpable, pero la curiosidad de volver a verla la habría matado. Y luego Nayeon se la envió y no la borró, así que no fue completamente su culpa. Quería (como amiga) a Nayeon pero se sentía demasiado emocionada ante la idea de volver a verla y sabía bien lo que era, ya lo había sentido varias veces, con su última amiga importante en particular. Siempre era la misma historia: todo lo que hacía falta era que alguien le prestara atención y ella empezaba a pensar que sentía algo por esa persona. Se llamaba dependencia afectiva, que se manifestaba de diversas formas, y en ella había decidido manifestarse haciéndola confundir el afecto con los sentimientos románticos. Y temía la dependencia afectiva, porque temía no poder distinguirla nunca del amor. ¿Y si un día se enamorara pero siempre dudara de sus sentimientos? O, peor aún, ¿qué pasaría si estuviera en una relación y de repente se diera cuenta de que no estaba enamorada sino que era sólo un engaño que su estúpida psique le había jugado? No quería lastimar a nadie.
Ese día Nayeon tuvo que estudiar sola y, ni que decir tiene, hizo muy poco. Jeongyeon, sin embargo, aprovechó la oportunidad para escribir un poco. Escribía varios libros en los que contaba partes de su vida sin siquiera darse cuenta.
Al día siguiente Jeongyeon no había dejado de pensar en Nayeon y, tenía que ser honesta, estaba emocionada de verla, curiosa por ver si algo podía cambiar entre ellas; pero ¿por qué debería haber sucedido esto? Ella y su vívida imaginación.
Tomó el autobús y sintió que el corazón le latía con fuerza en el pecho. Sabía que no debía engañarse, que su amiga no la atraía físicamente y menos románticamente, era sólo dependencia afectiva. Pasó aproximadamente una hora en el autobús y no hizo mucho. Cuando se encontró frente a la casa de Nayeon, su estúpido corazón empezó a latir con fuerza de nuevo. Sacudió la cabeza y llamó. No fue la señora Im quien los abrió sino la propia Nayeon.
-¡Estás aquí! Estaba a punto de llamarte.
-Hola. ¿Cuántas páginas has escrito?
-Diez en total.
-Vaya, eso ya es mucho. No esperaba eso de ti.- comentó Jeongyeon en tono de broma al entrar.
-Oh, ¿te conté lo que me estoy escribiendo?
-No. ¿Quién es este ahora?
Nada, no estaba celosa, no estaba enamorada. Exhaló un suspiro interno de alivio.
-Lo conocí en Instagram.
-No me digas.
-Su nombre es Minhyuk, él también es de Seúl. Juega baloncesto, tiene veinticinco años y es realmente caliente. Te mostraré una foto.- Subieron a la habitación de Nayeon mientras la chica abría el perfil de Minhyuk. -Ahí esta.
-Mh. Sí, lindo.
Nayeon mostró con entusiasmo los mensajes entre ella y Minhyuk a Jeongyeon, quien los leyó con interés.
-Pero no te apresures como siempre.
Nayeon puso los ojos en blanco. -Como quieras, madre. Ahora pongámonos manos a la obra.
Y así se pusieron manos a la obra, escribiendo y corrigiendo la tesis de Nayeon. Pasaron unas buenas dos horas de concentración, luego Nayeon decidió que ya era suficiente y apagó la computadora.
-Hoy estoy sola, mis padres fueron a visitar a mi abuela.
-Suerte, espero que no entren ladrones a la casa.
-¿Quédate aquí?
Jeongyeon lo pensó. ¿Quedarse sola en casa con la amiga por la que no sentía nada? Era una actividad que hacía a menudo. La dependencia afectiva ya se había apoderado de ella, tuvo que aprender a vivir con ella porque sabía muy bien que no desaparecería tan rápido.
-Está bien, me quedaré.
-¡Bien! ¿Que hacemos? ¿Qué vamos a pedir?
-Nada.
Nayeon sonrió amargamente. Odiaba estar tan indefensa que no podía hacer que Jeongyeon se sintiera lo suficientemente cómoda como para comer frente a ella. Se preguntó si comía delante de sus otras amigas. Un pequeño sentimiento de celos hacia sus otras amigas invadió a la chica mayor.
-¿Qué es lo que quieres hacer? ¿Veamos una película?
-Está bien. ¿Cual?
-Bueno, ahora empecemos a discutir.
-Tengo una película hermosa que tengo que mostrarles.
-Si es como la última vez...
-¡Es hermosa, de verdad!
-¿Sabes lo que solemos ver Jihyo y yo? No te lo sugiero porque sé que nunca lo verías.
-¿Qué? ¿Harry Potter?
-¿Habrán hecho una versión de Harry Potter? No, de todos modos no. Vemos películas eróticas.
-Oh. Genial.
-¿Genial?
-En realidad no lo sé. De todos modos, ¿vamos a ver la película que dije?
-Está bien...
Volvieron a encender la computadora y Jeongyeon buscó cuidadosamente la película que necesitaba absolutamente compartir con alguien. Normalmente no podía hacerlo con nadie más que Ryujin, pero con Nayeon era fácil sugerirle hacer algo. Con Nayeon podía expresar sus opiniones. Con Nayeon podía ser ella misma y eso la aterrorizaba. No temía que ella la encontrara banal y profundamente aburrida, como ocurría incluso con sus amigas a las que conocía desde pequeña. Con Nayeon hubo una relación que traspasó cualquier límite humano.
La pelinegra observó a su amiga morena mientras buscaba el nombre de la película con total concentración; Nayeon se tumbó en la cama junto a la más alta y sonrió, apartándose un cabello que había terminado en su nariz. Jeongyeon continuó haciendo lo que estaba haciendo pero internamente era como si se hubiera congelado en su lugar. Recordaba bien cuántas veces se lo había hecho a sus amigas en el pasado y siempre había tenido miedo de que pensaran que tenía un doble final. Pero... ¿Por qué con Nayeon casi parecía querer hacerlo con placer? Sintió la necesidad de tener contacto físico con ella. Tragó e hizo clic en la película que había elegido.
-¿Una película histórica? ¿En serio?- preguntó Nayeon sentándose.
-Es hermosa.- afirmó la morena concentrándose en la pantalla y esperando que la otra hiciera lo mismo.
-Si tú lo dices.- dijo Nayeon apoyando su cabeza en el hombro de Jeongyeon.
Una acción que hacía a menudo pero que en ese momento hacía que el corazón de Jeongyeon diera un vuelco. Se odiaba a sí misma, porque nunca podría distinguir el amor de su problema afectivo y esto la lastimaría a ella y a quienes la rodeaban. Estaba destinada a una vida sola.
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𝑰 𝒘𝒊𝒔𝒉 𝒊𝒕 𝒘𝒂𝒔 𝒓𝒆𝒂𝒍|2YEON|ESP
FanficJeongyeon, una chica llena de mil problemas, finalmente conoce a su alma gemela. Pero confesarse no será tan fácil, especialmente porque se trata de su mejor amiga heterosexual; y luego... Jeongyeon no puede distinguir el amor de la amistad. Sólo es...