𝔼𝕟𝕔𝕦𝕖𝕟𝕥𝕣𝕠 𝕟𝕠𝕔𝕥𝕦𝕣𝕟𝕠

666 71 46
                                    

Cuando Ángel despierta, por un segundo se sintió perdido, claro, estaba acostumbrado a su habitación en la torre de los vees, ahora en cambio se encontraba en una habitación con colores oscuros en el casino más cotizado de todo el infierno, cosa que lo tenía tranquilo, no por el lugar, si no por el lindo gatito que ahora era dueño de su alma.

Aún estaba oscuro por lo que tomó su celular para revisar la hora: 4:28 am, además de eso tenía mensajes de Cherri, cuando los abrió no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa, ahí estaba, su amiga y su cerdito acostados en la cama de la chica, su mascota estaba a salvo, eso lo mantenía tranquilo.

Se quiso volver a dormir, pero desde que Husk le ayudo con sus heridas tenía muchísima sed, necesitaba agua. Se levantó dispuesto a buscar algo para saciar su sed, pero inmediatamente se arrepintió, todo su cuerpo se encontraba adolorido, los golpes de Valentino esa noche habían sido muy fuertes, mas de lo habitual, y obviamente su cuerpo había resentido.

Cómo pudo, se levantó de la cama y salió de la habitación directo al ascensor, pero antes de llegar se topo con el chico que lo guío a su habitación.

—¿Pasa algo? ¿Qué haces afuera tan tarde?- preguntó muy calmado.

—Es que tengo mucha sed ¿Sabes dónde puedo conseguir agua?

—Si, bajas a la primera planta, cuando salgas del ascensor a la izquierda está el casino, tú sigue caminando derecho, vas a ver una oficina bastante grande, esa es la oficina del jefe, cuando llegues a ella vas a dar la vuelta a la izquierda, y ahí vas a ver 2 puertas grandes grises, esa es la cocina, cuando entres agarra una botella de la nevera que está a la derecha, esa es la de los empleados.

Ángel no entendió nada, aún estaba algo dormido, pero le daba vergüenza admitirlo, así que solo fingió que le entendió y caminó directo al elevador.

—Gracias.

—Por nada.

—No entendí ni mierda— susurro para si mismo.

Cuando salió del ascensor, trató de seguir las indicaciones que le dió el chico, de las cuales no entiendo ni la mitad. Avanzó hasta que vió lo que parecía una oficina la cuál estaba cerrada, supuso que le pertenecía a Husk, cómo le indico el chico dio vuelta a la izquierda y ahí la vió, la entrada a la cocina, entró y de la nevera tomó una botella de agua, de verdad la necesitaba.

Ya con su preciada agua en las manos fue directo a su habitación nuevamente, pero algo le llamo la atención cuando pasó por la oficina, estaba abierta, ¿No estaba cerrada cuando pasó? ¿O estaba muy dormido? La curiosidad le invadió y se asomó un poco para ver desde la puerta, era grande, bastante simple, siguiendo la estética del hotel, quiso seguir analizando pero una voz hizo que saltará del susto.

—¿Qué necesitas, Ángel?

Esté volteó rápidamente soltando un grito agudo en el proceso, trataba de regularizar su respiración, no esperaba que hubiera alguien despierto a esas horas.

—Husk, ¿Qué haces aquí? Casi me cago del susto.

Husk soltó una ligera risa, esa araña definitivamente era todo un caso.

—Te pregunto lo mismo, Angel Dust, ¿Qué haces aquí?— preguntó aún divertido mientras se cruzaba de brazos.

—Eh...- por un segundo no supo que contestar.- vine por un agua— respondió rápido, al fin y al cabo era verdad.

—Yo me refería a mi oficina— aclaró el felino.

De nuevo Ángel no supo contestar, la respuesta: estaba de chismoso, pero obviamente no le diría eso.

𝚃𝚘 𝚝𝚑𝚎 𝚎𝚗𝚍//𝚑𝚞𝚜𝚔𝚎𝚛𝚍𝚞𝚜𝚝//𝚑𝚊𝚣𝚋𝚒𝚗 𝚑𝚘𝚝𝚎𝚕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora