𝕃𝕠𝕤 𝕙𝕠𝕥 𝕔𝕒𝕜𝕖𝕤=𝕤𝕠𝕟 𝕕𝕖 𝕡𝕒𝕫

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—¡Quédate quieto!

—Pues me duele...¡Ah!

—Val, si no te quedas quieto voy a poder quitarte los putos cristales.

—Eso ya no importa— quitó a Vox de un manotazo y se paró del sillón en el que se encontraba.

—Te dije que no te apresuraras— reclamó la televisión.

—¡¿Pues que putas querías que hiciera!? ¡Ese cabrón ya no me hace caso! ¡Quién sabe que ha hecho ese maldito gato para que ese putito este así! — gritó aventando el celular de Vox contra una pared.

—A ver, si quieres traer a Ángel de vuelta ¿Por qué no te lo traes y ya? Yo puedo mandar a alguien, no veo porque tanto drama— le reclamo con un tono de obviedad, que hasta parecía que lo trataba como tonto.

—Por favor, Vox— lo miró incrédulo— aunque lo tuviera aquí conmigo, no puedo hacer nada con el, -Husk se encargaría de encontrarlo, y ya suficientes problemas tengo con ese cabrón.

El contrario se sorprendió al escuchar como hablaba Valentino, generalmente actuaba por puro impulso, como hace unas horas, pero parecía que eso sí lo había pensado bastante.

—Entonces deja de darle tanta importancia. Si, daba bastante ingresos a la marca, pero no era nada a comparación de todos los empleados que tenemos, así que ya déjalo atrás— Vox intento tomarlo de la espalda y guiarlo a el ascensor, pero Valentino se apartó bruscamente.

—No.

—¿No?— Vox lo miraba con una ceja levantada y expresión confundida.

—Si no me va a pertenecer al menos quiero que sufra— sacó un arma de un armario y caminó en dirección al elevador del piso.

—¿Qué vas a hacer?— preguntó intentando detenerlo.

—Voy a matar a esa jodida bola de pelos, de está, no se salva.

/—¡Val!— lo tomó del cuello y detuvo su paso— escucha, si tú haces eso nos meterás en problemas, además, Velvette ya fue a la reunión, si vas, lo único que vas a provocar son problemas ¿Entonces...?— preguntó cómo si le estuviera hablando a un niño.

—No debo hacer nada.

—¡Muy bien!

—Pero no los quiero dejar, así nada más— habló en un tono de berrinche.

—¿Entonces que te parece si les dejamos otro regalito?— preguntó tentador la pantalla.

.·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.

Husk apreciaba el caos del infierno desde el techo de un gran edificio, ya había acabado la reunión, pero no se había ido, quería unos minutos para pensar en la respuesta que le daría a la araña, su cabeza no dejaba de dar vueltas en el asunto. Tenía claro que quería formalizar las cosas, pero no sabía si era el momento correcto, o tal vez Ángel no quería, incluso podía ser demasiado pronto, no lo tenía claro.

—¿Te pasa algo, corazón?— preguntó una dulce voz a sus espaldas.

—Rosie— volteó su mirada hacia ella— hola.

—¿Qué tienes? Te ví muy distraído en la reunión— se posicionó a su lado, imitando su acción y analizando todo el desastre del anillo del orgullo.

—Nada— mintió.

—Husk, te conozco perfectamente y se cuando me mientes— el mencionado la miró divertido, la overlord era demasiado intuitiva— además sé perfectamente que no te gustan las mentiras, no tienes por qué hacer algo que no te gusta.

𝚃𝚘 𝚝𝚑𝚎 𝚎𝚗𝚍//𝚑𝚞𝚜𝚔𝚎𝚛𝚍𝚞𝚜𝚝//𝚑𝚊𝚣𝚋𝚒𝚗 𝚑𝚘𝚝𝚎𝚕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora