Sociedad Oscura

XXIX instinto de superioridad

La oscuridad y los gritos de desesperación y dolor de Luisana adornaban la habitación en la que yo mismo había crea este espectáculo observaba como el cuerpo de la chica se hacía pedazos a cada segundo mientras la mantenía viva con mis propias habilidades, llego al punto donde simplemente su mente se rompió, a pesar de seguir respirando y con su corazón aun latiendo con fuerza su mente se había ido. Levante su cuerpo frente a mi para destrozarlo con una ráfaga de oscuridad que dejo sus restos regados por toda la habitación. El momento que había esperado acaba de llegar.

Una fisura oscura apareció en la habitación y esta se fue expandiendo poco a poco hasta tener el tamaño suficiente para que Bizlow saliera del interior, lo hacia muy lento y con precaución, el sabia que yo lo esperaba, sus ojos estaban clavados en los míos como si tratara de leer mi mente, sonreí al ver lo nervioso que se encontraba ante mí.

-sabía que debía matarla para ganar tiempo, pero no pensé que te desharías de la vampiresa tan rápido.

-sabes bien que no me gusta perder el tiempo, la paciencia no es una de mis virtudes- deje salir acomodándome plácidamente en el sofá acercando el cuerpo de la chica con mis habilidades de sangre hasta mis pies.

-eso no es del todo cierto -replico este un instante después dando un par de pasos al frente sonriendo con descaro- recuerdo bien que una vez dijiste que lo único que podías derrochar era tiempo pues eres inmortal, recuerdas esa vez atacamos juntos una villa a la orilla de una montaña.

-si tienes razón recuerdo claramente, tenían un pacto con un demonio mataban a todos los que se acercaban para ofrecérselos como sacrificio, recuerdo bien que te quedaste con ese territorio.

-fue una buena época

-¡suficiente! Dime Bizlow ¿Por qué quieres ganar tiempo que tienes planeado?

-no quiero luchar contigo, tu y yo no somos enemigos, lo sabes bien nunca e hecho algo contra ti, ¿Por qué rompes nuestro trato?

-nuestra pelea, ya es inevitable, abra una guerra la cual no se puede posponer, tu estas de un lado y yo del otro. hay un par de errores en eso que acabas de decir. Dices no haber hecho nada en mi contra, pero Neythan y yo somos la misma existencia, hacer algo contra el es igual a hacerlo contra mí. Además, dices que yo rompo nuestro trato, pero sabes muy bien que ese trato se rompió hace mucho y fue por ti.
-como te atreves a decir que yo rompí un trato contigo soy un demonio mis tratos son lo mas importante y tu eres uno de los principales contribuyentes de mi existencia jamás te traicionaría.

-te recordare las palabras exactas que utilice cuando estreche tu mano por primera vez. Todo mi poder y conocimiento estarán a tu completa disposición siempre y cuando tu cuides todo lo que es mío.

-exactamente nunca has tenido una mierda, todo lo tuyo esta en esa zona oscura tras tus portales o lo cargas encima, ¿Qué tendría que cuidar, tus ropas? -al escucharlo no pude evitar reír a carcajadas el me miro un poco confuso por un instante para luego reír junto a mí.

-Camelot, Arturo y ella -dije con una voz suave poniéndome de pie dando un paso hacia el demonio- todo lo que había en ese sitio era mío, tu debías cuidarlo, la primera fisura en nuestro trato -dije haciendo presión con mi dedo sobre su corazón donde estaba el tatuaje que marcaba nuestro trato- esa primera fisura apareció en el justo momento que la capturaron, mientras yo luchaba contra los que consideraba mis hijos, ella era llevada arrastras hasta el sitio donde perdió la vida. Tu debías protegerla.

-no me jodas, no soy una maldita niñera, ¡te hiciste muy blando por su culpa! Deberías agradecerme, gracias a mi has Vuelto a la vida, Neythan también se volvió loco cuando esa chica rubia estaba muriendo no entiendo porque se dejan engatusar tanto por esas perras - en ese preciso instante el silencio se apodero del lugar, este se rompió con el sonido de unas gotas cayendo al suelo, era la sangre de Bizlow cayendo al suelo le había arrancado la lengua en un instante.