XXV

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La brisa mañanera y el tono de mi alarma me indicaron que era hora de levantarme. Me incorporé y miré el reloj, eran las 8:00 a.m. Giré mi vista de nuevo a la cama, dónde Randy aún dormía plácidamente, su esponjoso cabello caía con gracia sobre su rostro, dándole un aura de inocencia. Sin hacer mucho ruido tomé un cambio de ropa y me metí a duchar.

Pasados 20 minutos, salí del baño, sosteniendo una toalla mientras secaba mi cabello para después cepillarlo. Aproveché para poder acomodar mi maleta, dado que la noche anterior no había tenido oportunidad de hacerlo. Cuando terminé, permanecí unos minutos observando a Randy, quien aún no despertaba de su pesado sueño. Pronto vinieron a mi mente los recuerdos de lo que habíamos vivido durante esas semanas desde que volvió a mi vida. Recordé lo gentil y atento que siempre se había portado y eso despertó en mí la creencia de que quizá lo mejor era quedarme con él, después de todo, creí haber arreglado todos los asuntos que habían ocurrido en meses pasados. En ese momento no sabía la dura realidad que pronto me golpearía.

Pensé en salir a caminar por la zona, sin embargo, sabía que en esta ocasión era mejor no ser vista para nada. Revisé mi celular, percatándome de la hora, justo las 8:40. Sutilmente agité el hombro de Randy para despertarlo y después de unos intentos comenzó a abrir los ojos.

-Buenos días Tn- saludó con una sonrisa

-Al fin despiertas. Anda levántate, tenemos que alcanzar el desayuno

-Claro. Dame unos minutos y enseguida estaré listo- agregó incorporándose y frotando sus ojos

Enseguida entró al baño para poder ducharse, yo corrí a buscar mi mochila donde había guardado las vendas, cuando escuché a alguien tocar sutilmente en la entrada. Abrí y ahí estaban Per y Jutty, recargados en el umbral de la puerta.

-Buenos días. ¿Ya estás listas? - preguntó Per

-Sí, solo estoy esperando a Randy- respondí

Los tres permanecimos en la entrada de la habitación hasta que después de unos minutos Randy por fin salió, sacudiendo su cabello. Los cuatro tomamos el ascensor y nos dirigimos a la planta baja donde nos encontramos a las chicas. Cuando estuvimos todos reunidos nos apresuramos a tomar nuestro desayuno, pues disponíamos solo de media hora antes de que tuviéramos que irnos al estudio.

Al terminar todos tomamos nuestras cosas y fuimos al estacionamiento del hotel, en donde ya se encontraba la camioneta esperándonos. En cuanto comenzó nuestro viaje, Randy me abrazó cálidamente, acariciando mi cabello. Nos tomó solo 20 minutos llegar a nuestro destino y cuando la camioneta por fin se estacionó Tobias apareció para recibirnos. Aprovechando su presencia me acerqué a él para poder aclarar aquella duda que me vino persiguiendo desde el vuelo.

-Tobias, ¿podemos hablar?

-Claro, ¿pasa algo? - preguntó amablemente

-Solo quería preguntarte ¿Quién se supone que debo ser hoy? ¿Me pongo las vendas o solo uso la ropa normal?

-Ah sí, sobre eso. Usa las vendas Tn, conseguí a alguien que pueda simular tu otro papel. Esa es la fortuna de usar mascaras- respondió apoyando su mano en mi hombro. Yo asentí.

Sin demora me fui a la zona de los camerinos y entré junto con las demás chicas, quienes obviamente ya habían comenzado a arreglarse y demoraron tan solo algunos minutos para poder estar listas. Enseguida me quité la ropa para poder colocarme las vendas. Una vez que las de mis muslos estuvieron en su lugar me puse el pantalón, sin embargo, se me estaba dificultando un poco mientras trataba de ajustar las que apretarían mi pecho. Tomé mi celular y pensé en llamar a Randy para que me ayudara, dado que las chicas ya habían salido hace varios minutos. Entonces escuché que llamaban a la puerta y al abrirla me topé con Jutty, quien ya estaba caracterizado casi por completo, con excepción de la máscara.

Ghoul o Ghoulette (Swiss Ghoul X Female Reader)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora