Dieciséis

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[ Oh vamos..]

Parte XVI: Nuevos caminos. (segunda parte)

Narrador omnisciente:

Como chingas ¡Que quieres! – Hablo el menor en la puerta de su casa, en la entrada estaba rubius algo molestó.

–Pato, tienes un montón de trabajo por hacer, y un montón de cosas por explicar. – El menor le miró de mal forma y cerró la puerta fuertemente.

– Como lo odio. – Hablo después de cerrarle la puerta pero escucho como esté entraba.

– Logre hablar con padre y logre que no te castigaran, ¡deberías agradecerme! – El azabache volteó a verlo de forma intimidante.

– Nunca haces nada bien, ¿Pero? –Rubius dándose por vencido exhaló y se recostó en la pared.

– Pero, tienes 7 encargos para hoy..– El menor Abrio los ojos como platos y soltó algo de aire.

– ¿Disculpa? Ahora si que no te voy a agradecer una mierda. –

– Pues tendrás, porque te ayudaré. ‐ Quackity en ese momento al escucharlo decir eso, soltó una gran carcajada.

-–¿Tu? ¿¡Matar!? No me hagas reír, de pequeños no quitabas ni un mosquito, dejabas que te molestaran. –Río mientras recordaba aquella vez que rubius dejó que miles y miles de mosquitos lo picaran porque lloraba al matarlos.

– Al menos no soy como tú que los mataba un una pistola – Recordó como aquellas vez que le disparó a un mosquito por haberlo picado - El punto es que ya cambie, puedo hacerlo.

– Ah si? ¿Puedes? Pues bien, te vas a tener que preparar hermanito. – Sonrio de forma burlona mientras veía como este se ponía rojo.

– Te espero. – El menor se levantó riendo para ir rápidamente a cambiarse.

(...)

– Bien, ya le avise a Roxxane, y a luzu..– Susurro bajo mientras salía de aquella casa, volteó y le miro de arriba a abajo, al menos estaba bien vestido para la ocasión.

– ¿Ahora ellos son importantes para ti? – Él menor le miro confundido suspirando antes de hablar

– No entiendo a qué te refieres..– Le miró curioso mientras caminaba a aquella casa que usualmente estaba cerca.

– A nosotros nisiquiera nos decías cuando salías ya que te escapabas y con ellos hasta le avisas – el azabache le miro con un semblante serio.

– No seas mentiroso, siempre les informe mi estado en mis encargos – Rubius le dio un golpe tras la cabeza el cual desvío  quackity por un momento – Auch! ¿Que te pasa idiota?

– Nos informabas con los encargos porque es y será tu trabajo, de lo contrario ni sabríamos nada de ti – Él menor se sintió fastidiado, incluso algo aburrido.

– ¿Tu no te conformas con ser el niño oro de nuestro padre cierto?– Rubius, tan inteligente como Albert Einstein, tanta fuerza capaz de levantar autos y más, un lindo aspecto el cual hacen a todas las chicas volverse locas por el, y no sólo chicas, pero su corazón nadie se lo a ganado nunca.

– Oh vamos, sabes que todo es mentira, no te creas inferior sin razón – Poso su mano en su cabello intentando animarlo pero este la quito de un solo golpe.

Maldito Niño -Omegaverse-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora