Las Flores de Cristal

Miedo

Era el chico que me había insultado, yo estaba asustado por que realmente no quería problemas. No sé por que pensé que todos en el pueblo eran amables, fue lo más tonto que he pensado en la vida.
No podía hacer nada eran mucho más altos que yo, así que acepte mi destino.

-Si, tú, al parecer crees que siempre puedes quedarte detrás de tu amiguita.- Miró a Elizabeth y luego caminó hacía mí haciendo que yo diera pasos atrás.

-Mira, no nos hemos podido conocer, tal vez y solo tal vez me pueda hacer tu amigo. Tengo una idea, que tal si yo y mis amigos te esperamos en el parque al finalizar las cosas, ¿Eh, que te parece?- Antes de responderle había llegado el demonio en persona...Jane. Se interpuso en medio de nosotros y empujó un poco al chico.

-¿Qué quieres con mi hermano? Idiota, no sabes con quién te estás metiendo, así que si no quieres salir herido más te vale que aprendas a quedarte en tu lugar.- Para luego empujarlo y tirarlo al piso, era nuestro fin, nuestro primer día y todos creían que éramos problemáticos.

-Lo siento, pero no peleo con niñitas.- Había cometido un grave error, a Jane le molestaba bastante que le dijeran así.
-¿¡Qué acabas de decir!? ¡Dilo de nuevo y te daré!- pero luego llego William.
-Daniel, déjalos en paz, no sigas con esto, pareces en niño de 7 años peleando por algo que nisiquiera tiene sentido. Lo siento Michael, no era su intención molestarte.-

-¿Qué? Si lo era- Daniel le reclamó y Wiliam lo llevo lejos de nosotros.
Que bueno que Sophie tiene un patio para los de su nivel, si no, hubiera llorado.

-¿Estas bien Michael?- me preguntó Eli, realmente no lo estaba, a pesar de haber vivido cosas peores que esas, seguía sintiéndome mal por todo esto.
- Si, no te preocupes, mejor vamos a comer.- me encaminé para la tienda de la escuela, Elizabeth y Jane se quedaron hablando, y aunque me interesara mucho lo que pasaba entre ellas, no podía dejar de pensar en todas esas cosas que habían pasado.

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Conversación de Eli y Jane
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-¿Por qué Michael se quedó tan callado?- preguntó Eli a Jane.

-En nuestra anterior escuela fue un infierno para el, siempre fue el inteligente del salón y todo eso, siempre las maestras y maestros lo preferían, pero nuestros compañeros eran un asco, decían cosas como "Michael tiene algo con la maestra de matemáticas", "es muy obvio que ese niño hace cosas para ganar puntos". El jamás había hablado con nadie, así que nadie lo conocía tan bien como para saber que era un niño genio.- Elizabeth estaba muy triste por este suceso y miró a Michael de lejos.

-Un tiempo Michael dejó a la deriva una materia que si o si tenía que pasar, así que le pidió una oportunidad a su profesor, el profesor era amable así que se la dió, Michael hizo el proyecto de muy alta calidad y con una buen estructura científica, así que de 5 pasó a 8, no era lo que siempre obtenía, pero estaba satisfecho. Todo acabó hace unas semanas, sus compañeros notaron lo rápido que subió de calificación y comenzaron a acusarlo de cosas horribles con el profesor, tuvieron que llamar a nuestros padres. Al final supieron que todo era mentira. Entonces fueron las casas de los niños que molestaron a Michael, fue la peor decisión.- hubo una pausa, creía que era su culpa.

-Ese día había ido a mi última excursión de mi secundaria, y no podía ayudar a Michael, el es frágil y sentimental. Lo lastimaron después de la escuela, fue horrible, papá había llegado tarde a la escuela y Michael ya estaba muy lastimado.- Eli abrazó a Jane y la consoló.

-Ya no estarán solos, yo estoy con ustedes y Michael estará protegido por las dos.- Afirmó Elizabeth
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Llegué con la comida y Jane se veía algo triste, asi que decidí no preguntar, volvimos a la clase y todo fue bien, ningún profesor se enteró de lo ocurrido, eso me alivió, no quería que Jane se metiera en problemas. Cuando salimos de la escuela nos encontramos a nuestros padres, así que me sentía más seguro, luego unos minutos llegamos a casa.

-Suban a cambiarse, tu papá compró pizza casera del vecino.- mamá acomodó su vestido.

Todos subimos rápido, pero cuando estuve apunto de bajar sentí la mirada del hombre en el bosque. Era mi momento de saber quien era y que queria, así que baje sigilosamente las escaleras y salí, era mi momento de saber quien era ese hombre.