Las Flores de Cristal

Amor

¿Por qué tenían que venir hoy, y justo a comer aquí?
-Hola señor queremos lo mismo de...siempre.- me miró fijo, se había dado cuenta, todo lo que pudo pasar y nos tocó lo peor.
Jane me hizo a un lado y se pusieron al rededor de mi.

-Ey tú, ven acá, ¿Quién es ella? ¿Es nueva verdad?- me estaba señalando mientras platicaba con sus amigos. Seguía mirándome y decidí enfrentarlo, salí de el círculo de protección y fui hacía él.
-No! M-Mindy- ¿!Qué!? Eli cambió mi nombre al de una chica para ocultar que era yo, era mi fin. Volteé a ver a Daniel y me acerqué más para ir directo a los insultos, mientras más me acercaba su cara se ponía de un tono rojizo.
Tal vez sabía que estaba acabado.

-¿De que hablas con tu amigo? ¿Quieres que te golpeé?- Le dije y lo señalé mientras me acercaba, el se hacía para atrás y yo cada vez me acercaba más.
Justo cuando iba a golpearlo Jane sujetó mi mano y me llevó fuera del lugar.
-Quedate aquí, no quiero que hagas otra cosa, sientate en la banca y espera.- un segundo después Eli vino y se sentó al lado de mi.
-Olvidate de ese idiota, es un molestón y siempre hace tonterías.- Daniel salió solo de la tienda y se paró enfrente de mi.
-Eres Mindy ¿No?, me preguntaba si tenías novio.- Eli comenzó a reír y le respondió por mi.
-Si tiene, ¿Por qué?- el inmediatamente se indignó y me vió con ira.
-¿Quién es?, conóceme, te voy a gustar más y soy más guapo.- Eli me golpeó para que yo respondiera, era la peor broma, más si yo era el factor sorpresa, pero tuve una idea y fue divertida.
-Es Michael Anderson, él es mi novio.- Se rió y me miró burlándose.
-Ese tonto, es lo más feo que vi en este lugar.-
-¿!Qué!? El es mucho más lindo que tú, más inteligente y divertido, tú lo único que sacas de tu boca son tonterías.-
Me molesté, yo soy guapo y lindo, a veces, solo cuando me peino...pero lo soy.

-Por favor, puedo darte más que el, literalmente soy el dueño del lu...-
-No, no, que tú papá sea el director de la escuela no tiene nada que ver con que seas el dueño del pueblo.- Daniel iba a responderle con todas las fuerzas posibles pero llego William.

-¿Michael?, ¿Eres tú?- No, no, la peor vergüenza del mundo, William me había reconocido, pero ¿Cómo? Era totalmente distinto. Justo Jane y Sophie salieron con las pizzas pequeñas, sujeté a Sophie y salí corriendo con ella, para que luego Eli sujetara a Jane y también salieran corriendo.

-¿!Qué, era Michael!?- Daniel se avergonzó y sus amigos desde dentro se rieron de el, se puso rojo como una manzana y William se rió.
-¿Qué? Si se veía bien, tranquilo, cualquiera comete errores.-
William consoló a Daniel y entraron al lugar.

Corrimos y entramos a la casa.
-Lo siento, fue mi culpa.- dijo Eli mientras respiraba fuerte, fue lo peor y yo solo me quedé tirado en el piso.
-No importa Michael, sabes que papá ni mamá se enojarían por tal cosa, sería algo muy estúpido.-
-No es eso, William me vió, todos me vieron.- me quité la peluca y la acomodé.
-Ay hermanito, no va a pasar nada.- Sophie me abrazó y le correspondí, era obvio que no era para tanto, así que decidí olvidarlo.

-Bien, vamos a cenar y vemos algo.- Jane puso las cosas en la sala y todo lo preparamos comimos y vimos una película de terror. Eran las 12 cuando subimos al cuarto para dormir, estaba preparado para salir a buscar a Envre, lo único que debía de pasar era que se durmieran las niñas. Sophie no fue un problema, pero Jane y Eli si. Me dormí un rato para despertar cuando ya estuvieran dormidas, serían aproximadamente las 2 am para ese entonces. Era mi momento de descansar.

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Conversación de Elizabeth y Jane mientras los otros dormían.
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-Jane, puedo hablar contigo.- Eli le susurro a Jane y las dos se miraron.
-Elizabeth, yo también quiero hablar contigo.-
Las dos salieron al jardín rápidamente luego de revisar si los otros estaban dormidos.

Las dos se miraron por un momento, pero al instante se pusieron nerviosas y sonrojadas, Jane era muy fuerte y directa, así que era momento de ser ella misma.
Sujeto a Elizabeth por los hombros y la miró a los ojos.
Antes de que Jane dijera algo Elizabeth lo hizo primero.
-Creo que me gustas, siempre que pienso en ti me siento tan feliz y me pongo muy tonta.- Jane no podía evitarlo así que lo hizo, besó a Elizabeth fue un pequeño beso que hizo que todo cobrara sentido, se separó y se volvieron a mirar.
-Elizabeth, no quiero sonar como una psicópata, pero eres la primera que me hace sentir así, creo que jamás voy a ver este lugar igual de aburrido, eres perfecta Elizabeth.- las dos estaban sintiendo lo que se llamaba amor.

-Entonces... Ahora estamos ¿juntas?- Elizabeth agachó la cabeza para que luego Jane volviera a moverla a mirarla.
-Es más que obvio.-
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