Percy
Por fin había encontrado algo en lo que era bueno de verdad. Mientras que mi hermana ya estaba pidiendo un loro para ser una pirata y jugaba con las cuerdas.
El Vengador de la Reina Ana respondía a todas mis órdenes. Yo sabía qué cabos tensar, qué velas izar y en qué dirección navegar. Avanzábamos entre las olas a unos diez nudos, según calculé. Y lo bueno es que incluso comprendía qué velocidad era ésa. Para un barco de vela, era bastante rápido.
Todo parecía perfecto: el viento a favor, las olas rompiendo contra la proa... Pero ahora que nos encontrábamos fuera de peligro, sólo conseguía pensar en lo mucho que echaba de menos a Tyson y en la inquietante situación de Grover y la de Andy, si Grover moría.
Tampoco conseguía quitarme de la cabeza mi estúpida manera de complicar las cosas en la isla de Circe. De no ser por Annie y Andy, todavía sería un pequeño roedor agazapado en aquella jaula junto a un puñado de piratas peludos. Pensé en lo que Circe me había dicho: << ¿Lo ves, Percy? Has liberado tu verdadero ser.>>
Aún me sentía cambiado. No sólo porque tenía un repentino deseo de comer lechuga, sino que, además, me notaba asustadizo, como si el instinto de un animalito despavorido formara ahora parte de mí. O quizá siempre había estado allí. Aquello era lo que me preocupaba de verdad.
- ¿Qué pasa, hermanito? -dijo mi gemela detrás de mí. Lo cual casi me provoca un infarto.
Sonreí un poco.
-No es nada, Andy-dije tratando calmarme.
Pero por algo ella era mi gemela.
-Si y yo nací hoy. Lo cual me recuerda, feliz cumpleaños a los dos.
Me reí. Andy nunca lo nota, pero su sola presencia puede hacer que el mundo brillará. Me apoye en un barandal.
-Es solo que...lo que me dijo Circe...
Ella bufó y se apoyó a mi lado.
-No le preste atención a lo que dijo esa perra-dijo furiosa.
-Es que...ella me dijo, cuando me transformo, que había liberado mi verdadero ser y...
En ese momento, sentí que alguien me golpeaba en el hombro. Miré a mi hermana sorprendido.
- ¿Eres bobo? -me preguntó-Ella siempre convertía a los hombres en lo mismo y a las chicas nos hacía usar los mismos vestidos y maquillajes, como si todos fuéramos iguales. Pero yo no soy así y tu no tienes cara de conejillo de indias. Somos lo que nosotros decidimos, en la forma en que nos sintamos más cómodos. A veces creo que yo me sentiría mejor como una leona.
Le sonreí otro poco, ella tenía razón.
-Es cierto, hermanita-dije- ¿Y qué tal tu nuevo look?
Ella se encogió de hombros.
-Como dije, esto me resulta cómodo y me gusta el broche.
Andy
Navegamos toda la noche. Así que Perce y yo nos turnamos.
Annabeth intentó echarnos una mano en el puesto de mando, pero navegar no era lo suyo. Tras unas cuantas horas de balanceo, su cara se puso de color guacamole y bajó a tumbarse en una hamaca.
Yo observaba el horizonte, mientras Percy navegaba. Divisé monstruos más de una vez. Vi un penacho de agua tan alto como un rascacielos elevándose a la luz de la luna. Luego una hilera de púas verdes se deslizó entre las olas: un reptil, o algo así, de unos treinta metros de largo. Ninguno tenía muchas ganas de averiguarlo.
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Los Gemelos Jackson y el Mar de los Monstruos
FanfictionPercy y Andy han vuelto para otra aventura. Con más locuras y desastres. Leer el ladrón del Rayo antes. Actualizaciones cada semana. El mundo de Percy Jackson le pertenece a Rick Riordan. Solo Andy es mía.