Cielos Azules y Rayos de Sol - Goyuu

Capítulo 5

Se aburre fácilmente.

¿Por qué es todo tan aburrido en realidad?

No es de los que se interesan fácilmente por algo o alguien, o si lo hace no suele durar mucho.

Así que interesarse por alguien después de verle dar una paliza a un grupo de delincuentes bajo un puente, le sorprendió.

Estaba seguro de que no duraría.

Pero duró.

Porque desde entonces, ha estado observando a Itadori Yuji desde las sombras.

Carecía de inteligencia académica, pero al menos era inteligente en la calle. No era un delincuente, tampoco un matón, pero los problemas le perseguían allá donde iba. Le guste o no, tiene que luchar.

¿Interesarse por alguien por su fuerza? Eso es estúpido. Y sin embargo, eso es lo que Gojo está haciendo. Siguiendo en secreto a Itadori y observando sus combates desde lejos.

Había algo emocionante en él, algo que nunca antes había existido. Bien podría quedarse y averiguar qué es, ya que tiene todo el tiempo del mundo.

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Eran horas de clase. Gojo llevaba un rato vagando por los pasillos, buscando a sus dos amigos.

Supuso que probablemente estarían en la azotea. Así que subió allí en su búsqueda.

Cuando llegó a la puerta de la azotea, se detuvo al oír ruidos de gemidos y puñetazos procedentes de detrás de ella.

"Ahh... una pelea", pensó. ¿Podría haberse topado con la pelea de Itadori? Curioso, empuja la puerta y se asoma al exterior.

Allí estaba aquel chico de pelo negro (el que tenía el pelo tapándole un ojo) que siempre seguía a Itadori como un perrito, de rodillas en el suelo, mirando, embobado a Itadori, que estaba golpeando sin piedad a cuatro alumnos él solo.

Y parecía furioso.

Esto despertó su interés. Porque en todas las peleas en las que había visto a Itadori, nunca había visto al chico de pelo rosa con un aspecto tan asesino.

Esto debe significar que los idiotas que lo provocaron deben haber cruzado una línea y ahora tiene que enfrentar la ira de Itadori Yuji. Gojo tiene que admitir que le gusta un poco este Itadori enfadado, es como si se hubiera encendido un interruptor y se hubiera desatado un lado diferente de él. Sin duda hizo que su interés y curiosidad por el chico florecieran aún más.

Gojo observa cómo Itadori se mueve increíblemente rápido. Uno de los tipos no lo vio venir, el pie de Itadori conectó con su entrepierna y se oyó un crujido repugnante.

Cabía la posibilidad de que Itadori le rompiera las pelotas a ese tipo.

Un rato después, los tipos con los que Itadori estaba peleando estaban todos tirados en el suelo, gimiendo de dolor. "¿Se contuvo, eh?" Gojo piensa, divertido.

Podía decir que Itadori se contuvo porque no estaban inconscientes.

"¡Maldito pedazo de mierda!" Escupió uno de ellos. "¡¿Qué carajos te pasa?!"

Itadori los ignoró y se volvió hacia su amigo. "Junpei, ¿estás bien?". Preguntó, arrodillándose frente a Junpei, comprobando frenéticamente si tenía algún moratón o marca.

Debió de encontrar alguna, porque se volvió para mirar a los matones con ojos oscuros. "¡Malditos psicópatas! Vuelven a tocarlo y los mataré". Prometió.

"¡Itadori! Ya estoy bien" Junpei le sujetó el brazo, mirando al chico de pelo rosa como si acabara de darle la luna y las estrellas.

"Pero... aún así, ellos..." Itadori sonaba muy angustiado y enfadado.

"¡Vas a pagar por este imbécil, joder!". Gritó uno de ellos, tambaleándose. "¡¿Sabes quiénes somos?! ¡Estamos con Gojo Satoru! No querrás meterte con él... ¡es el líder de la banda más fuerte de por aquí!" Se jactó.

Y, esta es probablemente su señal para revelarse. Solo escuchar su nombre salir de la boca de estos tipos casi le hace vomitar de vergüenza.

"¡Se van a arrepentir de esto, cabrones!"

"¿Gojo? ¿Quién demonios es Gojo?" Preguntó Itadori. Aunque sonaba como si realmente no pudiera importarle menos.

"¡El líder más fuerte de esta zona! ¡El tipo es un maldito monstruo!"

Bueno, eso realmente no lo puede negar.

"¡Y estamos en su banda! ¡Ja!"

Creak

Empujó la puerta, con las manos en los bolsillos. "¿Qué es esto que oigo? ¿Desde cuándo soy el jefe de una banda?" Se rió entre dientes, disfrutando de las miradas sorprendidas y temerosas de los matones.

"¡Es él!" Oyó jadear al tal Junpei.

"¿Y desde cuándo me he asociado con gente como ustedes?" Miró a los temblorosos pedazos de mierda.

"G-Gojo-san... ¡Mierda, lo sentimos!", temblaban ante él. Era realmente patético, le da escalofríos sólo mirarlos. Así que en vez de eso mira a Itadori.

El chico le miraba con.... curiosidad. Huh, realmente esperaba recelo e ira después de escuchar lo que los idiotas soltaban sobre él.

Le sonrió, mostrando unos dientes blancos

"No vayas a creer rumores infundados ¿sí? En serio, hay tantos rumores tontos sobre mí flotando por ahí, el mes pasado oí a alguien llamándome jefe de la mafia" se rió. "No voy a ir por ti a menos que hagas algo que me cabree de verdad... aunque dudo que eso ocurra nunca".

"De acuerdo" fue todo lo que le dijo Itadori antes de tomar la mano de Junpei y ayudarle con cuidado a levantarse.

Los dos caminaron hacia la salida, Junpei agachando la cabeza e Itadori apenas dedicándole otra mirada.

Sin embargo, cuando pasaron junto a él, sus ojos y los de Itadori se cruzaron. Fue una mirada fugaz, pero definitivamente le causó una impresión duradera. Los ojos del chico perdieron su mirada asesina, volviéndose más cálidos y amables.

Sí, definitivamente está interesado.

Una vez que Itadori y Junpei se fueron, Gojo volvió a centrar su atención en los idiotas congelados que seguían en el suelo.

"Entonces, ¿qué debo hacer con ustedes?"