Cielos Azules y Rayos de Sol - Goyuu

Capítulo 16

Pasaría una semana antes de que Sukuna pudiera conocer a Gojo. Durante la cual envía a algunos de sus "maldiciones" (idiotas de su escuela que creen que es su preciado líder o algo así) para que cuiden de su hermano.

Para que quede claro, Sukuna no cree que Yuji sea débil, y sabe que puede cuidar de sí mismo.

Al crecer, los gemelos atraían constantemente problemas allá donde iban. Delincuentes, matones, atracadores.

Con ese tipo de ocurrencias cotidianas, por supuesto que habrían aprendido un par de cosas sobre peleas.

Su hermano, debido a quién es y a su resplandor, era el que atraía la mayor parte de la atención no deseada. Buena y mala.

Sukuna nunca se molestó en hacer nada al respecto. No le importaba mucho porque su gemelo podía arreglárselas solo.

Pero esta vez, después de que Yuji hablara de su Gojo-senpai, presumiendo de lo increíble y simpático que es, pensó en indagar sobre el tipo.

No le sentó nada bien lo susceptible que era el pedazo de mierda con Yuji. Él mismo le romperá los brazos cuando lo encuentre.

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Sukuna es un estudiante de otra escuela. Parecía un matón, claro. Pero tenía un talento natural y siempre sacaba las mejores notas.

Nadie quería meterse con él por la reputación que se había forjado.

No sabía cuándo carajos había empezado todo eso de "cuidado con Itadori Sukuna, es el rey de los delincuentes". Puede que todo empezara el primer día de clase, cuando un par de aspirantes a mafiosos le acorralaron en la parte trasera del edificio de la escuela mientras fumaba un cigarrillo.

Le soltaron pendejadas sobre que el lugar era su "territorio" y que si quería un curso escolar tranquilo más le valía hacer lo que ellos decían. Convertirse en su perro y lamerles los zapatos.

Sobra decir que fue un gran error.

Sukuna era brutal, algunos incluso lo describían como sanguinario. Los delincuentes tuvieron que ser enviados al hospital después...

Fue suspendido durante una semana, para abatimiento de Yuji: "¡Sólo ha sido el primer día! ¡¿Cómo mierda te las has arreglado para meterte en una masacre el primer día?!". Y él simplemente corrigió "Masacre es una palabra muy fuerte hermanito. Los cabrones me atacaron, ¿habrías preferido que me quedara ahí parado?". Bueno, eso hizo callar a su hermano.

Y cuando volvió, todos sabían que no debían meterse con él.

No pasó mucho tiempo antes de que los rumores empezaran a correr a su alrededor. A él le importaba una mierda de lo que hablaran con tal de que nadie le molestara.

Entonces algunos delincuentes empezaron a seguirle, a servirle y esas mierdas.

Lo siguiente que sabe es que él es su "rey" y ellos sus "maldiciones".

Cuando sus "maldiciones" hacían alguna estupidez en su nombre, él se lo permitía. No era su problema lo que hicieran, y resultaba gracioso que sufrieran las consecuencias de sus actos. Lo mejor es que, a pesar de que su nombre está involucrado, a él no le pasaba nada.

"¡Sukuna-sama! Sukuna-sama!"

Se saco el cigarrillo de entre los labios y soplo un circulo perfecto de humo. Miró fijamente al tipo: "¿Qué?".

"Es... Es" jadeó el tipo. "... ¿recuerdas que nos dijiste que cuidáramos de tu hermano? Pues el caso es que..." el tipo se secó nerviosamente el sudor de la frente. "Nos colamos en la escuela y encontramos el gimnasio. Había una especie de combate de lucha libre... Y presionaron a tu hermano para que subiera al ring".