Trato con el diablo (traducción)

5. Polvo

Ahora

Por supuesto, los medios tuvieron que perturbar la mañana bastante tranquila que disfrutaba Izuku. Pasar las puertas de la UA a través de la multitud casi le había provocado un ataque de pánico, porque demasiado contacto, demasiado ruido...

Pero años de entrenamiento para tratar de mantener la calma lo habían ayudado, por lo que se calmó bastante rápido. Aizawa-sensei también había tenido suficiente y había pedido (ordenado) a los periodistas que retrocedieran. Uno de ellos finalmente cometió el error de acercarse demasiado a las puertas, activando el cierre automático de la puerta ante un desconocido. Qué montón de idiotas.

Entonces Izuku había estado un poco molesto antes de que comenzaran las clases, pero apartó ese sentimiento para concentrarse en la escuela. Cuando entró al salón de clases, fue recibido por Uraraka y Kirishima alegres, Bakugou lo ignoró por completo, luego Jirou lo reconoció con un sutil movimiento de cabeza, que él le devolvió.

El caos de la clase fue interrumpido por la entrada de Aizawa. Luego comenzó a lanzar comentarios aquí y allá sobre su desempeño en las pruebas de batalla. No dijo nada sobre Izuku, pero le pidió a Bakugou que dejara de actuar como un niño de 7 años, lo que casi lo hizo resoplar.

Luego: "Necesitamos elegir un presidente de la clase".

La clase estalló en ruido, casi todos los estudiantes gritaban que querían ser el presidente de la clase, enumerando ya los porqués y los cómos. Izuku se tensó, apretando los dientes.

"Silencio. No me importa cómo elijas, simplemente hazlo antes de que termine el salón de clases”. Luego, Aizawa se deslizó en su saco de dormir amarillo, se tumbó detrás de su cubierta y rápidamente se quedó dormido.

Hubo un momento de silencio, luego sus compañeros comenzaron a hablar nuevamente, esta vez más bajo. Izuku no quería ser presidente de clase, ni nada parecido. No quería más atención de la que ya recibía. Miró hacia atrás y vio a Jirou en su escritorio, con las manos en las orejas y una pequeña mueca en los labios. Bueno, al menos él no era el único que se sentía incómodo.

Al final, se decidieron por un sistema de votación, y Yaorouzu Momo terminó como presidente de la clase, e Iida tomó el lugar de vicepresidente. Izuku suspiró, contento de que la clase se hubiera calmado.

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Cuando llegó la hora del almuerzo, Izuku salió silenciosamente de la clase, queriendo algo de paz y tranquilidad. Después de haber tomado su comida del Pro Hero LunchRush, salió afuera, en la especie de parque forestal que rodeaba la escuela. Se sentó a la sombra de un árbol, contra el tronco, disfrutando finalmente de un poco de silencio. Todavía no estaba acostumbrado al ruido de ciertos compañeros. Terminó de comer, dejó los palillos, cerró los ojos y trató de entrar en una especie de estado meditativo, todavía consciente de lo que lo rodeaba pero en cierto modo descansando.

Después de un par de minutos escuchó pasos vacilantes que se acercaban hacia él. Abrió los ojos. Jirou estaba parado a unos metros de él, con el almuerzo en la mano, mirándolo pero claramente sin saber si estaba bien acercarse y molestarlo.

Izuku la miró a los ojos, asintió y sonrió, indicándole que se acercara. La expresión de alivio en su rostro se notaba incluso a través de la distancia.

Se sentó a su lado y lo primero que dijo fue: “Buscaba un poco de tranquilidad. La cafetería es demasiado ruidosa.”

"Aquí igual."

Se sentaron en silencio por un rato, Jirou terminando su arroz, Izuku perdido en sus pensamientos.

"¿Cuál es tu peculiaridad?"