CAP. 7 ES MI MUJER

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De vuelta en la villa, Javier se encargó de saborear cada rincón del cuerpo de Adelaida quien se estremecía y gemía de placer, nuevamente se disfrutaron plenamente, sin reservas y sin prisas.

Ella se entregó intensamente, sus miradas se cruzaron varias veces y en sus ojos brillaba el placer que sentía, él la recibió y dio todo de si por no perder ese brillo que noto en su mirada y que lo elevaba haciéndolo buscar más y más formas de hacerla gemir.

Pero pronto recibió recompensa porque Adelaida lo hizo llegar a límites de gozo no conocidos por él, se rindió a ella totalmente. Adelaida hizo vibrar su cuerpo llenándolo de caricias y Javier se sintió como nunca, cuando cayeron sudorosos uno al lado del otro, cada uno pensaba que al fin había encontrado a la persona que quería en su vida para siempre.

Para el fin de semana harían una excursión las dos parejas, visitarían la Costa Azul de Francia, llegarían a Mónaco para luego ir a Saint Tropez, Cannes y terminar en Niza lugar de nacimiento de Adela y del que estaba muy orgullosa, les contó que gracias a Niza también amaba a Italia ya que hay mucha influencia italiana en esa ciudad, los llevó a recorrer varios lugares emblemáticos y dormirían en un pintoresco hotel donde disfrutarían de una abundante cena ítalo-francesa.

La siguiente semana también fue muy atareada, pero esta vez Javier involucró a Adelaida porque había muchas chicas con emprendimientos muy prometedores y él quería conocer las impresiones de ella con respecto a sus propuestas, resultó muy interesante para los socios el punto de vista de la chica y pronto estaba inmersa en las discusiones para establecer las estrategias a seguir en el desarrollo de esas nuevas empresas.

Javier y Adelaida no hablaban de lo que estaba sucediendo entre ellos, no se declaraban sentimientos, solo vivían su pasión, saciaban sus deseos y continuaban su relación cordial, aunque más estrecha, con más complicidad, se tomaban de la mano, se miraban y sonreían, Vittorio y Adela comentaban entre ellos que formaban una linda pareja, pero no se atrevían a decirlo, cuando les tocó despedirlos Adela abrazó a Adelaida y le señaló:

–Espero volver a verte muy pronto querida Adelaida.

–Gracias por toda tu atención Adela.

–Javier cuídate mucho, regresa pronto por favor y trae a Adelaida –dijo Vittorio.

–Javier –dijo Adela en el oído de él– creo que esta sí es.

Javier sonrió y besó a Adela en la frente, le dio un fuerte abrazo a Vittorio y tomó de la mano a Adelaida para subirse al avión que los regresaría a casa.

***

Catalino los recibió muy contento, les anunció que había preparado un menú especial de bienvenida y le agradeció efusivamente a Adelaida cuando ella le entregó varias bolsas con obsequios que le había traído. En un momento a solas le dijo:

–Querida, llegaste y triunfaste, cuando el jefe llamó y me dio las instrucciones estuve sentado un buen rato sin poder cerrar la boca.

–¿Cuáles instrucciones?

–Ya todas tus cosas están en su habitación.

–¿Qué?

–Eres oficialmente la mujer del jefe, ¡qué exitazo!

Adelaida se sorprendió, no esperaba ese cambio, Javier no le mencionó nada solamente dispuso que vivirían juntos y ya. Aunque a decir verdad, estaba que saltaba de gusto, pero debía aclarar un par de cosas, por eso fue a buscar a Javier enseguida:

–Me enteré por Catalino que mudó mis cosas a tu habitación.

–Así es, se lo pedí hace varios días, es absurdo que vivamos en la misma casa y durmamos separados, quiero amanecer contigo cada día.

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