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Un suspiro largo sale del cuerpo del ojiverde mientras se acerca al cuerpo del mayor en el incómodo armario del backstage.

—Mierda, no te muevas—susurra Xiao bajando la mirada directamente hacia el delgado cuerpo del ojiverde encima suyo.

—Esto es tu culpa.

—¿Mia?—reclama el mayor rodando los ojos.

La situación de terminar así fue más inusual de lo esperado para ambos jóvenes. Xiao había estado preparado para sacar a Venti del armario, literalmente.

Y Venti quería ir por un póster de Xiao maid para su colección.

Pero jamás esperaron que terminarían atrapados ahí. Y ahora no tenían más opción que culparse entre sí.

Si fuera otra situación y otra persona. A Xiao no le hubiera importado salir de ese armario junto con esa persona. Pero era Venti, y eso lo volvía aún más incómodo.

Venti, por otra parte, sentía morirse en ese preciso instante. Y agradecía demasiado estar a oscuras en ese pequeño lugar, porque Xiao no iba a ser capaz de mirar sus mejillas ardiendo de la vergüenza.

—¿Por qué te quedaste atrapado aquí?—preguntó Xiao pasando sus manos por los costados del más bajo.

Venti desvió la mirada frunciendo su ceño.

—Tú fuiste el que se quedó atrapado aquí—afirmó con enojo. —Chonguyn vino a decirme que te quedaste aquí, cuando yo iba a buscar fotos de...—paró en ese mismo instante lo que iba a decir. —Sabes que olvídalo.

Xiao bajó su mirada, observando el pequeño cuerpo de Venti enojarse mientras sus mejillas hacían un puchero.

—¿Ibas a comprar fotos de un influencer?—le preguntó en una pequeña risa, pero queriendo ver de qué se trataba. No lo iba a negar, estaba intrigado de saber quién era ese influencer.

Venti arrugó su ceño.

—Sí, iba a comprar fotos de...—volvió a parar su habla tratando de recordar algún influencer que Xiao no conociera. —Altamar—dijo recordando el primer nombre que se le vino a la cabeza.

Xiao soltó una pequeña risa irónica, recordando ese streamer de Sumeru que estaba siendo reconocido últimamente.

—Alhaitam.

—Sí, eso. Es lo mismo solo que me gusta decirle altamar, ya sabes que su nación es de agua y hay agua y más agua y así.

Xiao esbozó una sonrisa baja, sintiendo el nerviosismo de su mejor amigo.

—Es de Sumeru, Venti.

En ese mismo instante, el ojiverde quería desaparecer.

—Bueno, queda cerca del mar—dijo tratando de corregirse, pero siendo prácticamente imposible por el nerviosismo que sentía.

Por otra parte, la situación había dejado de ser incómoda para Xiao hace rato y ahora se volvía una situación bastante cómica. Disfrutaba de coquetear de vez en cuando con Venti, aun así su sentimiento se pusieran en juego.

Por su parte, Venti, sentía que estaba siendo atacado directamente a su corazón. Estar tan cerca de Xiao no iba a ser bueno para su salud mental.

—Y ¿por qué querías fotos de él?—preguntó Xiao, todavía intrigado por lo que pasaba por la cabeza del ojiverde.

Venti quería dejar morir el tema en ese momento, pero, al parecer, iba a ser imposible.

—Porque— se detuvo pensando en lo primero que le llamó la atención de aquel streamer. —Me gustan los tetones.

Xiao soltó una gran carcajada acercándose al rostro de su mejor amigo.

—Bueno, te gustan los tetones que te doblan el porte, entonces.

Venti abrió la boca ofendido, tratando de seguirle la broma, pero deteniéndose por unos segundos a mirar al azabache.

A pesar de estar prácticamente sin nada de luz y con olor al limpiador de pisos en el aire. Venti se quedó absorto ante la mirada miel de Xiao, acercándose entre pequeñas risas ante él.

Sus ojitos se entrecerraban, mientras que su boca soltaba una gran sonrisa, escondiendo un poco la bolita de su pircing entre sus dientes.

—Sí, me encantas.

El silencio regresó a ser repentino.

Las palabras de Venti salieron de manera tan inesperada que ni Xiao fue capaz de reaccionar. Sus ojos bajaron hasta los labios de Venti que se mantenían entreabiertos, y a sus ojitos que los veían expectantes y llenos de un brillo, que, por más oscuras que estén, seguían allí.

Nadie dijo nada.

Pero Xiao fue el primero en romper la distancia, separando sus piernas y encogiéndose para poder sentir el aroma de Venti sobre sus labios. La distancia de por sí era corta, y se volvía todavía más ahora que lo tenía a centímetros de sí.

Venti cerró sus ojos por un instante, sintiendo la cercanía de Xiao y esperando aquella acción que marcara un antes y un después en su relación.

Pero en el momento exacto en que sus labios se fueron acercando despacio. Una tercera voz abrió a fuerzas el armario, separando a los jóvenes al instante.

Venti fue quien primero se asustó, empujando al mayor a las escobas, haciéndole caer al piso, cayendo encima suyo los limpiadores de pisos, detergente y demás implementos de limpieza.

—XIAO—gritó la voz femenina, que Venti no terminó de reconocer como Hu Tao.

La castaña, al mirar la situación, se había dado cuenta de la cagada que había cometido, pero antes de que pudiera decir algo, el cuerpo de Venti la empujo caminando de vuelta hacia el backstage, marcando a su fiel amigo de confianza.

—Hola, doctora Polo. necesito una cita ahora.

Twitch Love || Xiaoven Fanfic || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora