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El cuerpo de Venti se recuesta en medio del sillón del departamento de su amigo.

Xinqiu suelta un suspiro largo, viendo cómo su plan claramente había fallado por la inesperada aparición de una castaña.

A ese punto Venti ya no quería pensar, ya no quería quejarse con Xinqiu, solo quería disfrutar de la previa antes de la fiesta oficial de la Vidcon.

El peliazul aceptó su petición dejando que su amigo tomara su licor sin decir absolutamente.

Aunque por dentro Venti quisiera callar lo que había pasado, su realidad era distinta.

En su mente se repetía lo vivido con su mejor amigo, mientras se arrepentía cada segundo de lo sucedido.

—¿Qué hora es?—preguntó el azabache recostándose en el sillón.

—Recién son las 10—replicó el peliazul mientras se acomodaba el oufit que iba a llevar a la fiesta.

Venti volvió a bufar llevando el vaso de licor a su boca que quemó su garganta mientras cerraba sus ojos y arrojaba su cabeza hacia atrás, topándose con el sillón.

Estaban esperando a que el reloj diera la una de la mañana para poder salir a la fiesta oficial en su punto alto y no cuando recién empezaba, pero Venti no quería ir a ningún lado.

La realidad era que quería quedarse en su cuarto y hacer algún stream que lo divirtiera y no lo hiciera acordarse de Xiao, pero después de hablar por un corto rato con Xinqiu, decidió ir a la previa.

Se podía escuchar de fondo la música que habían puesto sus amigos, mientras que Xinqiu seguía arreglándose para las fotos de la previa.

—Vamos.

La voz de peliazul sacó al menor de sus pensamientos y lo regresó a ver de mala gana, con el licor todavía en su boca.

—Ni en pedo, me quedo aquí hasta la una—aviso siguiendo tomando de su vaso.

Xinqiu rodó sus ojos agarrando a su no tan ebrio amigo, pero si lo suficiente para oler al alcohol que provenía de su boca.

El peliazul se sentía directamente responsable de la situación, por lo que pensó que la única forma de resolverlo era hacer pasar un buen rato con su amigo.

De mala gana lo llevó hasta el living del hotel para poder ir a la fiesta. En su mano estaba la pulsera de influencer, mientras que en la otra seguía su trago.

Ambos entraron hasta el salón de la fiesta, observando cómo se empezaba a prender.

La música, el ambiente y todo de alguna manera hacia a Venti recordar a aquella persona de ojos avellana que quería olvidar.

Lo cual lo hizo sentir todavía más miserable.

Xinqiu, a su lado, lo abrazaba de vez en cuando mientras ambos bailaban pegados y el mismo peliazul le cantaba canciones al oído.

Venti sonreía de vez en cuando, pero internamente deseaba estar bailando de la misma manera con Xiao.

En el parlante se podía escuchar al DJ prendiendo la fiesta y poniendo reguetón que resonó en todo el salón.

De a poco la cabeza de Venti fue olvidando todo.

No sabía si era por el licor que empezaba a subir por su cabeza o simplemente el ambiente reconfortante que estaba teniendo con Xinqiu, pero en cortos minutos se adaptó a la fiesta colocando sus manos en las caderas del peliazul para seguir su baile.

El peliazul soltó una pequeña sonrisa, pero no le molestaba.

Antes de haber sido novio de Chonguyn, Venti y él tuvieron una relación muy cercana, tanto que sus amigos cernos creían que estaban saliendo. Y bueno, algunas veces cuando estaban demasiado ebrios, si se habían besado, pero jamás habían pasado la raya más allá de un beso.

Por lo cual, esa atmósfera los hizo sentir muy complacidos a ambos.

Venti empezó a acoplarse a la fiesta soltando risas pequeñas hacia su amigo mientras bebía de su trago que en cuestión de segundos se terminó.

Xinqiu, quien había pedido el licor para ambos, ahora estaba más feliz de lo normal. Ya empezaba a ponerse ebrio.

—Te toca ir—bromeó el ojimiel recargando su cabeza en el hombro de Venti.

El azabache lo miró mal y agarrando la mano de su amigo lo llevó hasta la barra para pedir su tercera ronda de tragos.

Para ser realistas, quien estaba peor era Venti.

Mientras caminaba, se empezaba a tambalear y a reír de cualquier cosa que veía. A sí que cuando llegaron a la barra, Venti solo quería abrazar a Xinqiu y mostrar lo más cariñoso posible con su amigo.

—Deme do.. —dijo mirando al bar tender mientras alzaba su dedo.— Si do vodka con eso—aviso señalando el otro trago que tenía otra persona a su lado.

A pocos metros de ambos jóvenes se encontraba un peligris que, por el estado de ebriedad que tenía Venti, no logró reconocer, pero había alagado sus atributos (tetas) hace algunas horas.

Alhaitam junto con otros influencers de Sumeru veían a ambos jóvenes en el momento en que el menor señaló el trago del peligris.

—Shhhh, no Venti, esos son de Sumeru—susurró Xinqiu en el oído de su amigo, haciéndole saber que no conocían a ninguno de esos influencers.

Venti, a quien no le funcionaba su razosineo, abrió la boca mirando fijamente al peligris y acercándose a paso lento hacia él como si fuera un fan más.

—Oh, por dios, eres el streamer fit que hace casitas en maincra—habló Venti escapándose del agarre que había hecho Xinqiu hacia él.

El peligris soltó una pequeña sonrisa regresando a ver al menor. Sus ojos no pudieron evitar clavarse en los ojos verdes de Venti, quien lo mira de manera divertida.

Alhaitam se mantenía en su lugar, observando a aquel muchacho un poco más joven que él, con un precioso rostro que lo cautivo al instante.

—Si, y tú eres barbatos—le preguntó el peli gris acercándose hacia el joven.

Venti se sonrojó rápidamente observando la diferencia de altura que tenían y dándose cuenta de que realmente sí le pasaban diez cabezas y peor aún fue cuando escuchó su voz varonil acercarse a su rostro.

—Sí, soy ese—respondió con una pequeña sonrisa.

A eso, Xinqiu no sabía cómo hacer reaccionar a su amigo y salir de las garras de ese tetón atractivo, por lo que apresurado llamó a su novio para que pudiera salvar la situación.

Chongyun, quien estaba al otro lado de la fiesta junto con un ojimiel deprimido, recibió la llamada de Xinqiu alertándolo a ambos, pero más a Xiao que empezó a caminar rápidamente entre la gente hasta la barra.

—Xiao, espera—lo paró Chonguyn agarrándolo de los hombros. —Venti está borracho y Alhaitam no es mal tipo, si llegas así lo vas a asustar y va a ser peor.

Pero a eso Xiao no escuchaba, a lo lejos pudo observar la silueta de Venti inclinándose hasta ese hombre mientras bebía de su trago y se relamía los labios, mirando fijamente a Alhaitam.

Le estaban robando a su Venti frente a sus ojos.

Twitch Love || Xiaoven Fanfic || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora