13. Yesterday.

736 79 26
                                    

Canción: Yesterday - The Beatles

No vi a Vox en el resto de día.
El día siguiente me dirigí a la sala de mando, como siempre. Observé el acuario, esos tiburones siempre me dejaban hipnotizada.
Me senté en la silla y empecé a abrir los ordenadores.

Suspiré. No tenía ganas de trabajar, ni de esforzarme mucho. Solamente tenía sueño y deseos de tirarme en el sofá a ver la tele o dormir.

Se me entrecerraron los ojos y los abrí rápidamente cuando oí la puerta abrirse.

— Buenos días —dije sin mucho esmero. Me levanté para dejarle sitio.

Vox se sentó dando un largo suspiro. Le traje el café que le había preparado. Alcé una ceja, siempre iba impoluto pero ese día tenía el cuello de la camisa torcido. Tenía la suficiente confianza como para acercarme a él y arreglárselo, y así lo hice. Él solamente me miró, sin su típica sonrisa.

— Hoy no tengo ganas de trabajar, en absoluto —murmuró. Me senté en el escritorio delante de él, como siempre hacía para verle la cara.

— Puedo... hacerlo yo si quieres. Tómate un descanso... eh... ¿qué tienes que hacer hoy?

Él negó con la cabeza pasándose una mano por la pantalla.

— Lo de siempre, pero Val quiere que ponga una de sus películas en el canal principal...

Levanté una ceja.

— ¿Cómo vas a poner una peli porno en un canal que ve todo el mundo?

Vox asintió.

— Tú lo entiendes, ¿ves? Él no. Dice que no pasa nada —suspiró— Ya le he dicho que no lo haré pero él solamente se queja más.

Me mordí los labios, escuchándolo.

— Bueno, tu mandas, no vamos a poner eso al público y punto. Que lo venda o algo, no sé —dije mirándolo.

— Es que ahora que Ángel ha marchado quiere molestarlo o algo así, no sé. Sinceramente no lo he escuchado mucho —dijo, para mi sorpresa se acercó a mí y yo me quedé de piedra cuando apoyó su pantalla sobre mis piernas, sus manos sobre la mesa, sin tocarme.

Ese contacto físico no tenía absoluta relación con una insinuación sexual, no podía creérmelo. Puse una de mis manos en su hombro.

— Hey —susurré— Em... puedo hacer todo el trabajo esta mañana. Y podemos... no sé, hablar después. O...

— Hablar está bien —dijo, su voz casi zumbaba.

— Haz el favor de ir a dormir —dije.

— Tengo la cama ocupada —dijo poniéndose de pie, una de sus manos acarició la mía, la que tenía sobre su hombro.

— Usa la mía —dije encogiéndome de hombros.

Él asintió, miró el ordenador.

— Hablamos luego, ______ —tocó el ordenador y rápidamente se desintegró, transformándose en electricidad.

Suspiré.

No quería trabajar y me había puesto más trabajo yo misma.

Aún así lo hice. Terminé a las tres y media de la tarde. Me fui a mi apartamento y me encontré a Vox durmiendo como un tronco en mi cama.

Sonreí para mí misma entrando en silencio. Lo primero que hice fue tirarme a su lado y cerrar los ojos.

No tardé en dormirme. Menudos horarios, eran las cinco de la tarde cuando me desperté con su mano en mi hombro.

The Masochism Tango || Vox x LectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora