Zixuan regreso derrotado al palco de su familia ahí su hermano mayor le daba una toalla para el sudor, su hermana menor le acercó una bebida y su dulce madre le dio su regaso para que se acurrucara a llorar su derrota, de verdad quería traerlo para gloria de nuestra familia madre, decía el joven abatido, lo sabemos mi amor pero tranquiloooo mira ya tememos a una linda candidata para esposa, has visto lo linda que se ha puesto la chica Lou,  estoy segura que dará unos bebés muy lindos.

La matriarca Jin trataba de animar a su hijo, maaaa ella está comprometida con Yanli, Jin Zixien se mordió los labios era cierto como pudo olvidarlo, se te olvida que por ella los Jiang rompieron el compromiso,  resultó que Yanli es una mujer dominante, lloro con más moco el pobre Zixuan abrazando las piernas de su madre, le pediré a mi esposo que te presente a su amigo, Lan Jingyi es un doncel muy atractivo, es de la familia secundaria de los lan pero también es un conejo muy lindo, estoy seguro que si hacemos una oferta jugosa te dejarán tenerlo.

En el palco de los Wen, Xu fue recibido a golpes por sus hermanos, no tenía permitido perder y lo había hecho, luego de una buena paliza el padre de los engendros, así los llamare en esta historia,  ordenó que lo llevaran a casa para que pasara la segunda parte de su castigo por dejarlos en vergüenza, los Wen eran una familia de mafiosos,  sus negocios legales eran lavanderías de su dinero sucio, sus hijos eran tratados como herramientas para acrecentar su fortuna y nada más así que el perder a ese conejo en una competencia regalada no era una opción.

En casa de los Nie Lan, Xichen preparaba la habitación de su hermano o más bien corroboraba que todo estubiera en su lugar,  sus libros favoritos,  sus verduras preferidas, hasta tenía unos amigos que había dejado en su antiguo hogar, le había pedido a su tío Quirent que le dejara llevarlos con el pues confiaba que su marido ganaría esta contienda.

Pero no contaba con que Cheng y Ying hicieron lo imposible,  derrotaron al gigante de los Nie, Mingjue callo finalmente después de casi dos horas de batallar con esas molestas pero agudas abejas, tubieron que sacarlo en camilla avisar a su casa y esperar a que el pobre y magullado hombre llegara al hospital para ser atendido.

Jiang Femiang se comía las uñas, su esposa e hija solo veian vestidos de boda para las futuras damas Jiang pues sabían que Cheng no estaba ahí peleando presisamente por el conejo Lan, sino por cierta médico hermana mayor de ese alborotador joven de melena rebelde, la batalla fue épica, ninguno de los dos contrincantes se dejaba someter.

El cansancio era visible en ambos jóvenes pero al final una patada contundente en el rostro hizo volar a Cheng hasta romper con su cuerpo uno de los jóvenes árboles que se alzaban al rededor del área de batalla, Quing corrió hacia su novio, los demás hacia Wei Ying para ayudarlo a salir de ahí pues los golpes de el Wei eran solo faramalla pero los del Jiang que no sabía fingir habían sido como si una mula te agarra desprevenido...

Los aplausos, vítoreos, chiflidos y palabras inentendibles llenaron los palcos, Wei Ying había ganado la contienda, estos gritos se colaron por los pasillos, por las rendijas de la habitación donde el premio esperaba a ser llevado a su futuro,  ese futuro que el no quería, pero que era su deber aceptar por haber nacido con esa condición y dentro de la familia principal de Gusu Lan.

Mi lindo esposo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora