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Ying viajaba en el avión particular de los Jin, estos habían prestado la aeronave para que el endiablado hombre no terminará de matar a los guardias que quedaban por incompetentes, Quirent descanzaba en el hospital siendo cuidado por su yerno pues Xichen de la impresión del secuestro de su hermano había parido esa misma madrugada, Mingjue pidió apoyo a su hermano y cuñado para que mientras el cuidaba al mayor ellos se quedarán en su casa vigilando a su esposo.

Las trillizas ya habían entregado al híbrido a los jefes del laboratorio, después de recibir su pago volaron a Alemania donde la menor de las trillizas recibiria su trasplante de corazón, tenía una enfermedad muy grave desde adolescente pero el costo de la operación era inalcanzable para ellas, por más que trabajaron duro no alcanzaban a juntar el dinero.

Pero ahora que tenían la oportunidad de juntar el resto con este trabajo, no podían desperdiciar la situación, solo ellas tenían completo acceso a la seguridad privada de la casa, la confianza del híbrido y de su jefe, fue fácil derrotar a todos los miembros de vigilancia pues embenenaron sus bebidas para tenerlos a su disposición, el que les dio un poco de batalla fue el viejo Lan, aunque al final haciendo equipo entre las tres pudieron deshacerse del anciano.

Unas horas de vuelo desesperantes después Ying llegó a tierras australianas, ahí se entrevisto con un agente protectora de híbridos en ese país muy amigo de Lan Quirent pues al ser de las pocas familias ancestrales que tenían a sus híbridos bien protegidos y registrados en la asociación de híbridos, era deber de estos ayudar a uno de los dueños más dedicados amorosos y preocupados por la integridad de su conejo, según las propias palabras de su amigo Quirent.

El agente quería darle al Wei unas horas para descansar, la diferencia de horario en algunas personas hacia estragos pero el hombre insistió en salir a la búsqueda en ese mismo momento, uno a uno los laboratorios habrieron sus puertas para una inspección de rutina, Juno el agente de la asociación protectora de híbridos, presentaba a Wei Ying como un agente en entrenamiento por lo que el mayor le indicaba al más joven como mirar, revisar o buscar información de los registros de cada edificio.

La jornada fue dura, cansada y desmotivante, habían recorrido más de 5 de los edificios que tenían registrados como de investigación genética para mutaciones o híbridos y no habían encontrado nada, para el anochecer de ese día Ying lloraba en la habitación del hotel por su bebé conejo, tenía en sus manos la manta favorita del bebé embarazado, lo único que esas malditas mujeres dejaron dentro de la madriguera artificial donde su Wangji tenía su nido.

Si que lo habían engañado muy bien, si que lo hicieron confiarse demaciado, el pensando en que Wen Xu planeaba algo sin saber que el enemigo vivía justo debajo de sus narices, como es que se confío tanto, cansado de llorar, de rogar al cielo por que su conejito estubiera bien, que haya encontrado a alguien que le tubiera un poco de compasión por estar preñado, alguien que viera lo hermoso que su Wangji era, lo amado y cuidado que estaba, alguien por favor cuide a mi bebé conejo....

En una lujosa casa del norte Australiano el joven Adams Graham, hijo menor de el dueño del laboratorio que compró al conejo híbrido, abría la transportadora de el conejito pues quería que este viera la casita que su padre había puesto en su habitación para el, pero Wangji se negaba a salir de ahí, no olía a sus guardianas ,ni a su padre y menos al padre de sus hijos por lo que su instinto le decía que no debía salir de ahí, al menos no hasta que su Wei Ying fuera a recogerlos.

Mi lindo esposo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora