Mi lindo esposo

4

Ying subió a su conejo a la camioneta, el subió al frente con el conductor, no quería asustar a su Wangji antes de llegar a casa pues el amor lujurioso que sentía por el era mayor que su autocontrol, Wangji se quito los tapones de sus orejas, las gafas se las dejo por que las luces de la cuidad le lastimaban sus delicados iris, pues al ser dorados como el oro fundido la luz entraba con más intensidad, su tío trato se darle muchas cosas pero el presupuesto para los híbridos dentro de la familia estaban bastante reducidos.

En la actividad había 20 conejos menores de edad en familia pero solo tres eran de la familia principal, los otros eran de las ramas secundarias pensando en sus primos que no tubieron la misma suerte que el al ser dados a otras familias como premios, sino que serían regalados a cualquier postor con solo dar una cantidad mínima para obtenerlos el conejito por fin pudo conciliar el sueño, había estado super estresado solo de pensar en las manos de aquel al que sería entregado esta tarde.

Wei Ying cargo a su conejito era solo una bonita, esponjosa y delicada bola de pelos blancos, no podía creer que por fin estaba ahí con el, dios gracias por dejarme tenerlo, decía el Wei mientras entraba a la casa que con tanto esmero, preparación y amor había acondicionado para su nuevo inquilino,  las mucamas y asistentes que el hombre ordenó adiestrar para el cuidado del híbrido entraron a la habitación  del recién llegado para preparar todo para la llegada del conejo.

El cuarto estaba pintado de azul claro, blanco y plata, cerca de la ventana estaba una cama cuna para que el bebé conejo durmiera más agusto en su forma animal,  en el otro lado una cama matrimonial para que su versión humana también tubiera un sitio cómodo.

El piso estaba recubierto por estelas de heno, frescas para que el consentido rodará por el espacio, también tenían un gimnasio para el Wangji humano y otro para su conejosa apariencia,  el baño, los espacios y accesorios que el Wei escogió todo con el fin de que la estancia de su bebé conejo fuera placentera pues sabía que a los híbridos no les gustaban los espacios exteriores,  claro que sí su Wangji le pedia que lo dejara salir, estudiar o poner algún emprendimiento el sería feliz de hacer lo que lo mantuviera contento.

Las damas acomodaron al híbrido en su cuna de conejo, pusieron al lado algunos almohadones para que si rodaba dormido no se lastimara con los barrotes de protección, dejaron un bol con verduras frescas para si despertaba en la noche con hambre pudiera tomar un refrigerio, se aseguraron de llenar su botella de agua y salieron del cuarto dejando las lámparas de piso ligeramente encendidas para no dejar a oscuras la habitación.

Wei Ying se derrumbó sobre su cama estaba molido sus oponentes si que le dieron con tubo, sobre todo ese Nie, es que era verdad que el hombre quería tener a los dos hermanos como sus esposos,  si era así que bueno que el ganó la contienda.... mientras Ying descanzaba Xichen esraba vuelto loco en el hospital, su marido estaba en verdad grave.

Su tío lo regañaba por hacer que el pobre hombre se haya aferrado tanto en esta contienda solo por cumplir el capricho de su embarazado esposo, pensé que tu eras más maduro Xichen, tu esposo casi muere en esa pelea, que diablos pensabas cuando le pediste que trajera a Wangji con ustedes,  esos bárbaros casi lo rompen en pedazos, que seria de tía si eso hubiera pasado,  haaa no no pensaste cierto, estas preñado ahora nada es más importante que tus hijos, entiendelo....