¿Should we kiss? | KIVI

a bad day

Todos estaban a la mesa en el desayuno. Denna, Violeta y Salma en su propia conversación en un extremo. Y Martin, Ruslana, Bea, Juanjo, Álvaro y Chiara repartidos en el resto de la mesa. Estaban hablando alegremente sobre la Gala de esa noche, y de los nervios abrumadores que sentían todos conjuntamente. Pero luego de unos minutos, la dirección de la conversación había cambiado... completamente encaminada por Martin y Ruslana.

–Tú, kiki. ¿Cuándo fue la última vez que follaste?– Preguntó Martin, con un tono completamente serio que hizo estallar de risa a todos, incluida Violeta, que hasta ese momento había estado desconectada de la conversación, pero se mostró un poco interesada por la respuesta de la menorquina.

–Hace como... dos semanas, no recuerdo exactamente cuando– dijo kiki, llevándose un trozo de banana a la boca y restándole importancia a la conversación.

–Joder, tía. Te fue increíble en los castings entonces– esta vez fue Juanjo el que habló.

–Es que es mitad inglesa– dijo Violeta al otro lado de la mesa, haciendo reír a los que estaban atentos a la conversación.

Chiara buscó a Violeta con la mirada, y esta la miraba con una sonrisa divertida, a lo que la menorquina negó con la cabeza, intentando reprimir su sonrisa, y siguió comiendo.

–¿Y tú... Violeta? ¿Cuándo fue la última vez que follaste?– Martin sonrió, expectante por la respuesta de la pelirroja, emocionado porque se estaba acercando su jugada final.

–Yo... hace unas dos semanas también, creo– Violeta se encogió de hombros, sin dar mucho detalle.

–A tí igual te fue bien en los castings por lo que veo– volvió a hablar Juanjo.

–Es que con esa cara es imposible que no folle– dijo Ruslana, y todos volvieron a reír por la ocurrencia.

–Que va, ni casting ni nada, que yo tengo novia.

Todos estallaron en una bulla tremenda al escuchar las últimas palabras de la pelirroja. Pues casi nadie sabía de su situación sentimental. Y Martín sonreía victorioso, porque ni siquiera tuvo que preguntarlo directamente para que ella lo sacara a la luz.

Chiara, casi como un reflejo, miró hacia su derecha, hacia donde se encontraba Salma. Esta tenía el rostro descompuesto, como si le acabaran de dar un golpe en el estómago, y bebió de su vaso de agua, intentando mostrar naturalidad. Y todos ahí presentes intuyeron a qué se debía su poca reacción, menos Violeta, que siguió actuando con total normalidad.

Salma se levantó de su asiento, sin decir una palabra, y caminó con prisa hacia el baño.

Chiara, que había observado toda la secuencia de la conversación, dirigió su mirada hacia Martin, que sonreía como si se hubiese ganado la lotería, y esta negó con algo de enojo en la mirada.

Aunque Chiara sabía que en algún momento se iba a enterar, no quería que su amiga se enterara de esa forma, pues aunque no entendía su fijación por Violeta, sabía que su amiga era difícil de tratar, así como sus emociones. Y sabía que lo mejor hubiera sido que alguien se lo dijera con algo más de tacto.

–Deberías hablar con ella...– Susurró Denna a Violeta. Pero Chiara estaba suficientemente cerca como para poder escuchar la conversación que tenían aquellas dos.

–¿Hablar de qué, amor?– respondió Violeta, con algo de confusión en la mirada.

–¿No es obvio? está pillada por ti... se acaba de enterar de que tienes novia. A veces me impresiona lo lenta que puedes llegar a ser, tía. Que he tenido que decírtelo yo– susurró Denna, todavía mas despacio. Intentando tapar el micro que estaba pegado a su camiseta.