el ensayo

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La menorquina agarró un micro y se lo tendió a la pelirroja. Habían terminado de almorzar y la pelinegra tuvo que insistirle varias veces a su amiga para que ensayaran, ya que Violeta se encontraba con cólicos y el estómago hinchado, cosa que no le pasaba hacía varios meses. Y aunque también le dolía la cabeza, no pudo decirle que no a la tercera vez que se lo propuso, cuando se dio cuenta de que aquella insistencia venía por la incertidumbre y en parte la pequeña ansiedad que le generaba a la menorquina el baile que habían marcado con Vicky en la clase anterior.

Violeta se dirigió a su sitio, sentía como su temperatura corporal había subido y la cabeza le daba vueltas de vez en cuando. "Malditas hormonas, maldito ciclo" pensó en cuanto se quedó quieta, esperando a que la menorquina pusiera la pista.

Chiara hizo lo acordado y corrió a ponerse en su posición.

La pelirroja comenzó a cantar la parte de su canción mientras seguía los pasos que habían marcado. Y Chiara la seguía con sus propios pasos, aunque estaba insatisfecha por la interpretación de su compañera. No la miraba a los ojos como debía, no estaba haciendo ni el intento de marcar bien los pasos, y eso comenzaba a estresarla de a poco.

Siguieron cantando hasta que llegó el momento en que sus cuerpos debían acercarse, y la pelirroja tampoco hacía el intento de juntarse a la menorquina.

Chiara paró de golpe con un resoplido y se dirigió a apagar la pista, dejando a la pelirroja parada en medio de la sala.

–Violeta ¿estás bien?. –preguntó desde el otro lado de la sala, mientras la miraba con cierto enojo en los ojos. Enojo causado por el estrés.

–Si ¿por qué?. –respondió la pelirroja, con indiferencia en la mirada.

–Violeta, ni siquiera me miras, no me tocas, no haces el intento. –Chiara miró hacia el techo, con impaciencia.

–wow... no sabía que teníamos que hacer todo el acting. –Violeta soltó una leve risa y respondió con cierto tono sarcástico, haciendo que la menorquina se enojara todavía más.

–Obvio que tenemos que hacer todo el acting, Vio, para eso es el ensayo, es algo previo a la gala.

La granadina pudo ver cómo los párpados de su amiga decaían, y en cuestión de segundos, aquel enojo que había podido captar, se había convertido en tristeza. Y sintió un pinchazo en el pecho por no haber hecho lo que debía. Sabía que era algo bastante importante y no entendía por qué ella misma estaba tan irritable con todos.

Se acercó caminando hacia la menorquina, que ahora se encontraba sentada al piano con las manos en la cabeza. Y cuando estuvo a su lado, comenzó a acariciar su nuca con las manos.

–Perdón... no se por qué estoy tan irritable. –hizo una pausa. –bueno, si se, pero aun así tenía que poner mas de mi parte en el ensayo. Me duele la cabeza, perdóname, Kiki.

La granadina bajó con las caricias hasta llegar a su espalda baja, en donde sintió como su amiga temblaba. Y aquel temblor era tan mínimo, que quizás sólo ella podía llegar a darse cuenta.

–No te preocupes, Vio. Perdóname a mi por insistirte. –Chiara seguía con la cabeza gacha, sin atreverse a mirar al frente. Y ya no sabía si sentía esa cobardía de subir la cabeza venía por haberse enojado, o por aquella mano que no dejaba de pasearse entre su nuca y su cintura.

–¿Quieres ir al sofá?.–Preguntó la menorquina, aún sin mirarla.

–No, ensayemos. Venga. –La cogió del brazo e intentó levantarla con fuerza.

–¿Segura? Podemos ensayar cuando te sientas mejor, no quiero obligarte. –Y por fin se atrevió a mirarla a los ojos, solamente para ver lo que reflejaba su rostro.

¿Should we kiss? | KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora