《 CAPÍTULO. 09/ 2 》

1.1K 137 43
                                    

Jungkook.

Hoseok se veia mucho mejor luego de acabar el almuerzo y eso me tiene bastante tranquilo. Se fue al dormitorio alegando que queria descansar un poco y no a salido de allí desde hace tres horas, no me gusta para nada que pase tanto tiempo dormido.

Sin embargo, me recuerdo a mi mismo no cometer la misma imprudencia de hace unas horas hasta saber que es lo que realmente sucede con su salud, que se muestre tan necesitado y sediento de mi verga hace las cosas más difíciles.

Hoseok se a convertido en una adicción para mi, ¿Que puedo hacer más que saborear el dulce nectar de su cuerpo?.

Largo un suspiro pellizcando el puente de mi nariz antes de levantarme y dirigirme al pequeño bar, necesito un trago para calmar mi lívido o terminare por ir al dormirtorio y follarlo de espalda como perro en celo.

El chirrido de la puerta atrapa mi atención, Hoseok atraviesa el humbral vistiendo una de mis playeras y los pies descalzos, lamo mis labios al reconocer las marcas que deje en sus muslos durante nuestra estadia en Busan.

Lo que me recuerda lo bien que se siente estar sumergido en su cálido agujero, sacudo la cabeza agregando dos cubos de hielo al vaso seguido de una generosa cantidad de alcohol, ignoro su presencia y la forma en que sus pezones endurecidos se marcan por debajo de la playera.

Bebo un sorbo del vaso sin apartar los ojos de sus piernas blancas que se mueven con sensualidad mientras se acerca, Hoseok se prende de mis labios como un puto desquiciado sin darme chance de nada.

Sus manos se pasean por mi torso antes de empuñar el cuello de la camisa para mantenerme en mi lugar, jadeo por la fuerza del beso y la ferviente necesidad con que devora mis labios.

Gruñó al sentir el fuerte apretón en mi verga que me obliga a separame con un sucio chasquido de sus labios, Joder, ¿Que se supone que haga cuando lo tengo así de dispuesto y ansioso por mi polla?.

Recuerdos de lo sucedido en la mañana me obliga detenerme y a pensar con la cabeza y no con la verga, su pecho sube y baja con fervor resaltando esas protuberancias que me incitan a probar su dulce nectar.

Hoseok mantiene los ojos cerrados y la boca entre abierta, las mejillas teñidas de un precioso carmín y algunos mechones pegados a su frente sudada, hay un rastro de humedad en sus labios hinchados que muero por retirar.

Lamo los propios luchando con estas ganas y el deseo que azota mi cuerpo.

Mi polla palpita.

El deseo creciente dilata sus pupilas resaltando ese azul eléctrico de sus ojos, lame sus labios sin dejar de mirarme y aflorar esa sonrisa que me hace sonreír como un estúpido puberto.

Mi verga pulsa adolorida empapando el material que lucha por mantenerla presa, sus ojos viajan a la carpa en mi entre pierna mientras se muerde los labios.

Esta de coña si piensa que lo voy a follar en ese estado.

Su cejo se frunce un poco, sus ojos me miran borracho de deseo y necesidad que consume su pequeño cuerpo de reloj, Hoseok es como un veneno que se te mete en la sangre y contamina todo tu cuerpo.

Si no te mata te vuelve un adicto.

Bebo un sorbo del vaso ignorando la forma en que me mira y su respiración pesada.

ERES MIO_ JUNGHOPEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora