Capítulo IV: El contrato

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Una vez en el despacho, se sentó y después de saludarse la cantante le confesó su descontento.

     —Señor, quiero cancelar la colaboración —expresó seriamente. El señor Wright notó de inmediato que la chica estaba más seria que de costumbre, y al escuchar sus palabras se puso de los nervios.

     —P-pero... ¿Por qué? —interrogó mientras comenzaba a ponerse pálido.

     Aunque la vocalista no deseaba dar detalles, sabía que tenía que explicar un poco la situación. Suspiró profundamente antes de hablar.

     —Porque Melodie es una persona muy desagradable. Apenas intercambié unas palabras con ella y fue absurdamente descortés conmigo —expuso manteniendo el tono serio. Aunque Janet era una persona muy dulce y amable, no lo era hasta el punto de la idIotez. Sabía bien dónde poner límites y hasta donde podía llegar su paciencia, así como comunicar de forma eficiente sus molestias con la seriedad que pudieran requerir.

     —Uhm... Bueno, es que el problema con eso, Janet, es que... Para este punto ya no podemos —enunció nervioso.

     —¿Por qué no? ¿Simplemente se cancela el contrato y ya, no es así? Escuche, señor Wright, yo no me siento cómoda trabajando con alguien así. Lo siento, pero no puedo permitir ninguna otra falta de respeto hacia mi persona y hacia mis compañeros —declaró con voz igual de firme.

     El manager se acomodó el cuello de la camisa. La situación era incómoda para ambos, ciertamente, pero más para él que sencillamente no deseaba cancelar la colaboración.

     —Uhm... No es tan sencillo en este caso —respondió desviando la mirada—. Usted firmó para que el trabajo fuera llevado a cabo hasta el final. Absolvernos ahora sería comenzar un proceso burocrático complicado, largo y costoso, ya que habría que involucrar abogados, tiempo y recursos financieros. Sin mencionar los litigios legales... —explicaba con nerviosismo—. Además, en el contrato se detalla que en caso de cancelarlo, nosotros tendríamos que dar una compensación económica al equipo de la señorita Melodie. Todo esto significaría una gran pérdida económica, incluso para nosotros.

     La muchacha, aunque joven y relativamente nueva en la gran industria musical, ya conocía bien los gajes del oficio. Sabía que lo que el señor Wright decía bien podría ser cierto, pero deseaba verificarlo.

     —¿Puedo ver de nuevo el contrato? —pidió, y el manager sacó una carpeta del cajón izquierdo de su escritorio. De ahí sacó el dichoso contrato y se lo extendió. La chica lo tomó y comenzó a leerlo con cuidado.

     Lo que temía encontrarse era real. En efecto: en una parte del contrato, en letras pequeñas, había un inciso en las cláusulas que decía: “Terminación anticipada”. El texto redactaba lo siguiente:

     “En caso de terminación anticipada
     por parte de la disquera Starr
     Records, se deberá pagar una
     indemnización económica a la
     disquera JYP Entertainment como
     compensación por los daños y
     perjuicios ocasionados. Dicha
     indemnización se calculará de la
     siguiente manera:

          a) Se deberá pagar a JYP
          Entertainment una suma
          equivalente al 50% de los
          honorarios acordados para la
          colaboración, los cuales se
          establecen en el Anexo A
          adjunto a este contrato...”.

     Entre más incisos y cláusulas, Janet encontró lo que deseaba buscar en especifico. La suma a pagar de la indemnización no era de nada más ni nada menos que de...

The Melody Of My Heart (Janet×Melodie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora