The Melody Of My Heart (Janet×Melodie)

Capítulo XVIII: ¿Fue un error?

—¡Ah..! ¡Es un gusto, Fang! Y, llámame Janet. Somos de la edad, me parece, así que no es necesaria tanta formalidad —aclaraba con una sonrisa y tono cálido, tan típico de ella, siendo el rayito de sol que era.

     Ambos jóvenes continuaron conversando. Los Good Randoms, antes de que llegase Fang, habían salido un momento, dejando sola a Janet. Cuando llegaron, ella les presentó al joven, aunque ya todos sabían quién era. Los tres se declararon grandes fans de él y sus películas y le pidieron un autógrafo.

     Melodie solo veía disimuladamente. Sentía una punzada extraña al ver que el chico se había ganado tan fácil y rápido a los amigos de Janet. Después de todo, además de famoso, el joven irradiaba carisma.

     No pudo evitar notar que estaba muy cerca de ella, casi rozando hombro con hombro.

     “¿Por qué está tan cerca?” se interrogó inconscientemente con irritación mientras fruncía el ceño viendo al chico. Sentía unas inexplicables ganas de levantarse y alejarlo de ella, pero tenía que reprimirse. No podía perder la compostura.

     El tiempo de descanso se la pasaron conversando el actor y los cuatro miembros de los Good Randoms. Janet de vez en cuando volteaba a ver a Melodie, y esta, al ver que Janet la veía, desviaba la mirada.

     “¿Está enojada conmigo?” pensaba con tristeza.

     Después del descanso, reanudaron el evento, un par de preguntas más y se respondieron las dudas del público. Se pidió un fuerte aplauso para los actores y artistas que se habían prestado a participar en el evento y este se dio por concluido.

     Los ensayos para comenzar a trabajar en la banda sonora comenzarían dentro de dos semanas, una vez que se avanzara un poco más en la película.

     Janet al llegar a casa fue recibida por Bonnie y Bibi. Después de despedirse de la niñera, Janet fue y le contó a su hermanita su día en la convención. Bonnie escuchaba atentamente, porque Janet le contaba incluso las cosas más aburridas de una forma divertida y que ella pudiera comprender.

     Desde lo de Melodie, Janet había aprendido a tomar más en cuenta el tiempo que pasaba con Bonnie. Había sido una tonta por haberse ocupado tanto con su trabajo, focalizada en trabajar duro para asegurarle a su hermana un futuro brillante, cuando todo lo que la pequeña quería era pasar tiempo con su adorada hermana mayor.

     Ahora que estaba con ella más tiempo, lo suficiente para ser la que se ocupaba de su crianza, estaba tranquila. Solo había una cosa que la inquietaba en ese momento.

     Por la noche, mientras hacía su rutina antes de dormir, pensaba en cómo Melodie se había comportado raro en la convención. Janet no dejaba de pensar en si había hecho algo mal, dicho algo que la ofendió, o si quizás se trataba de algo más profundo que la aquejaba y por lo cual no quería hablar. Y, justo cuando ya se iba a acostar....

     Recordó esa noche.

     Quizás era eso. Probablemente Melodie se sentía incómoda al respecto y por eso la había evitado de esa manera. Eso explicaba por qué no quiso hablar con ella y se había alejado. Se sentía tonta por haberlo olvidado y no haber sido más delicada al volver a hablar con Melodie.

     Pero no dejaba de inquietarla su pensamiento, como los cuervos acosaban el sembradío. “¿Entonces lo de esa vez... Sí fue un error, después de todo?” se preguntaba dando vueltas en la cama, profundamente afligida. Comenzó a tener ganas de llorar al recordar cómo la había evitado. Pensar en que ahora no quería hablarle ni verla debido a eso la hacía sentir fatal.

     Se preguntaba si tal vez su ingenuo corazón se había equivocado al enamorarse de Melodie.

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     Al llegar al hotel luego del evento, Melodie fue a descansar un poco en su habitación. Tenía tantas cosas en qué pensar, pero que a la vez no quería pensar.

     No sabía por qué le había desagradado tanto ver a aquel chico cerca de Janet. Desconocía la razón, lo único sabía es que le causaba una sensación desagradable. No le gustaba.

     De todas formas, no se carcomía tanto la cabeza con eso. Después de todo, aquella iba a ser la única vez que ellos dos se verían por el trabajo. Aquella convención iba a ser el único evento en donde habrían de convivir, puesto que la grabación de la banda sonora se realizaba en el estudio de grabación y nada tenía que ver con el rodaje de la película en sí. Eso la tranquilizaba.

     Dentro de dos semanas comenzarían los ensayos para la banda sonora de la película en lo que realizaban los preparatIvos. Todo tenía que estar listo entonces. Finalmente, cuando llegó el día, Melodie se presentó en el estudio, solamente para acordar los últimos detalles de su participación en el featuring.

     Al llegar, vio a Janet, pero ninguna de las dos se dirigió la palabra. Melodie no estaba muy comunicativa desde antes y Janet no sabía cómo comenzar conversación. Tenía miedo de importunarla incluso con un saludo.

     Aunque a Melodie le afectaba la presencia de Janet, intentaba no pensar en eso. Se enfocaba en lo meramente profesional. Después de escuchar los últimos detalles podría irse a Seúl y realizar su parte de la colaboración a distancia.

     No obstante, hubo un pequeño inconveniente.

     Hubo de repente gran conmoción en el estudio, y todos parecían mirar en una dirección. Todos excepto Melodie. A ella no le importaba, solo quería firmar y largarse.

     —¡Señor Lee! No sabe el gran placer que nos hace al visitarnos. Siéntase libre de pedir lo que sea —dijo cortésmente el señor Wright. Al escuchar tal apellido fue cuando Melodie volteó rápidamente.

     —Muchas gracias, señor. La verdad es que, iba a pedir un favor, pero no sé si sea mucho...

     —¡Oh; no, no, no, no, no! Usted pida lo que desee, señor, con confianza —instaba el hombre.

     —Bueno, ¿causaría mucha molestia si vengo de vez en cuando a ver los ensayos de la banda? Verá, soy amante de la música, y soy muy fan de los Good Randoms. No sé si, tal vez, solo tal vez, se me permitiera estar presente en algunos de los ensayos... —pedía el muchacho con algo de pena en su voz.

     Hubo un momento de silencio, pues no se le permitía estar en el estudio a personas ajenas a la empresa. Sin embargo, no tardó en dársele una respuesta.

     —¡P-por supuesto que sí, señor! Sería un honor que estuviera presente, estoy seguro de que los muchachos no tendrán ningún problema, ¿cierto, chicos? —preguntó mirando a los aludidos, quienes comunicaron entre voces mezcladas su consentimiento— ¿Qué opina usted, señorita Parker? —inquirió, buscando una respuesta afirmativa de ella también, que estaba callada por pensar en sus propias cosas.

     Al verse interrogada, Janet respondió rápidamente.

     —Oh, uhm... ¡Claro! ¡Sería maravilloso tenerte aquí con nosotros en los ensayos, Fang! —respondía alegremente mientras se dirigía al chico, quien la miraba con esa sonrisa encantadora.

     Melodie estaba que hervía por dentro mirando tal escena. Sintió su pecho oprimirse al escuchar tal cosa y se mordió el labio para controlar lo que sentía. Ahora definitivamente lo detestaba.

     —¡Gracias, muchas gracias! Prometo no estorbarles demasiado. En serio, muchas gracias por esta oportunidad —decía el muchacho sonriendo de oreja a oreja.

     Después de explicados los últimos detalles, Janet intentó hablar con Melodie, justo cuando estaba por irse. Antes de que se fuera a Seúl, quería tener una charla con ella y confesarle lo que sentía ahora que tenía la oportunidad. No sabía como Melodie fuera a tomarlo, pero quería ser honesta con sus sentimientos.

     Pero, en eso, vio a Melodie detenerse y tomar su móvil, aparentemente llamando a alguien. Luego, cuando contestaron, ordenó en un tono firme:

     —Traigan mis demás pertenencias de Seúl. Me quedaré en Los Ángeles a realizar el featuring.