The Melody Of My Heart (Janet×Melodie)

Capítulo XII: Clases de guitarra

Al día siguiente, que era día libre, Melodie decidió no perder más el tiempo. Lo único que quería era acabar la colaboración lo más rápido posible y regresar a Seúl. Quizás así, yéndose lejos, Janet dejaría de atormentarla en sus pensamientos.

Trató de encontrar una sala libre. La última grabación quedaba a tan solo dos días. Sabía que lo haría bien, perfecto como siempre, pero Melodie era tan estricta consigo misma que muchas veces no se permitía un descanso.

Finalmente, encontró una, pero al entrar, no pudo evitar que un objeto en particular de la habitación llamara su atención. Un sentimiento de nostalgia la invadió y sintió su cuerpo estremecerse de pies a cabeza. Arrumbada en una esquina, estaba la misma guitarra que vio a Janet tocar hace tan solo unas semanas atrás.

Su mente se llenó con el canto melodioso de la joven, con aquella escena de ella sentada en un banquillo la primera vez que la escuchó cantar... Y de inmediato sacudió la cabeza, intentando no recordar eso otra vez. No podía permitirse quedarse ensimismada en esas cosas.

No obstante, no pudo resistir la tentación de acercarse al objeto, tomarlo y sostenerlo entre sus manos, examinándolo con atención, dándole un par de vueltas para ver todas sus caras. No es que Melodie nunca haya visto una guitarra, pero era la primera vez que veía el instrumento tan de cerca.

Luego, se sentó en el banquillo de la sala, la acomodó en sus piernas y raSgó un poco. Ciertamente, Melodie no sabía tocar ningún instrumento, pues solo se había dedicado a practicar su canto y a decir verdad nunca se había interesado por aprender otra cosa... Hasta ese momento.

Siguió rasgando la guitarra, tocando una o más cuerdas o a veces todas, obteniendo una y otra vez escalas y sonidos al azar. "Se escucha bastante bonito" pensó... Aunque claramente, sabía que ni de cerca a como la había tocado Janet.

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Janet se encontraba llena de energía en su día libre, así que, sencillamente, decidió ir al estudio a practicar más, por el mero placer de hacerlo. Como era su costumbre, saludó alegremente a las pocas personas que se encontraban trabajando en el gran edificio de grabación. Todos en realidad se alegraban de ver que volvió a ser la misma, a diferencia de lo decaída que estaba hace una semana.

No perdió el tiempo y se dedicó a buscar alguna sala vacía. No fue difícil, ya que, en realidad no había mucho personal ni artistas trabajando ese día, así que varias estaban desocupadas. No obstante, caminando por los pasillos, escuchó el sonido de una guitarra.

Se dio cuenta de inmediato que quien tocaba era un principiante. Eran sonidos sueltos, pero eso no les quitaba el encanto. Impulsada por la ferviente curiosidad, Janet se acercó al sonido con una sonrisa en su rostro, entusiasmada sobre quién podría estar intentando tocar el instrumento.

Siguiendo el sonido, no tardó en llegar a la sala de donde provenía. Fue fácil verlo, pues la puerta no había sido cerrada. Al acercarse y asomarse, ¡cuál fue su sorpresa al ver a Melodie jugueteando con la guitarra! Evidentemente, no sabía cómo, aunque era tierno ver cómo realmente parecía intentarlo con determinación y a la vez curiosa por tocar cada cuerda y escala. A Janet le pareció tan tierno que no quiso interrumpirla pero también quería ver su reacción, así que la dejó unos segundos más antes de finalmente hablar.

-¿Necesitas ayuda con eso? -preguntó casualmente con tono burlón recargada en el marco de la puerta, con los brazos cruzados y arqueando una ceja.

Melodie se sobresaltó de inmediato al escuchar la condenada y familiar voz, sintiendo un estremecimiento de pies a cabeza y dirigiéndole la mirada de inmediato. Janet entonces se acercó con una sonrisa amigable.