Capítulo XV: Despedida

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Janet se quedó pasmada al escuchar la vibración de su celular. De inmediato quiso detenerse para atender la llamada, pues seguramente era importante.

     —Melodie... Me están llama- —pero antes de que pudiera completar su frase, la coreana frotó haciendo más presión en su clítoris, mandándola a callar.

     —Pueden esperar —enunció con voz firme. Janet cerró las piernas, intentando concentrarse en no gemir.

     —M-Melodie, por favor... Puede ser importante —suplicó entrecortadamente mientras volteaba un poco su rostro para verla.

     Melodie vio en sus ojos azules la súplica, le rogaba con la mirada que se detuviera un momento para dejarla responder. Aunque estaba ebria, no quería hacer nada que Janet no quisiera. Suspiró fastidiada y se quitó de encima, dejándola contestar.

     La peli-azul se apresuró a salir de la cama y urgar entre las prendas desperdigadas en el suelo. Melodie solo disfrutaba la vista cuando se agachaba.

     Pero, cuando encontró su celular, este ya había dejado de sonar. La oji-rosa sonrió triunfal.

     —Bueno, tal parece que no era tan-

     Y justo en ese momento, el móvil volvió a vibrar.

     —Mierda —murmuró con fastidio.

     La peli-azul contestó la llamada.

     —¡Oh, Janet! Gracias al cielo, ¿dónde estás? Nosotros estamos aquí en la barra y-

     En eso, la dulce y gentil voz de Poco es interrumpida bruscamente cuando Buzz le arrebata el móvil.

     —JANET, ¿¡DÓNDE DIABLOS TE METISTE!? —vociferó Buzz de forma estridente, haciendo que la chica se alejara de inmediato el celular de la oreja— ¡Llevamos buscándote por todas partes! Maldita sea, chica, no puedes solo desaparecer de esa manera, ¿sabes el susto de muerte que nos diste al no contestar las llamadas? —en eso, se escucha una pausa, como si escuchara a otra persona— ¡Espera, Stu, la estoy regañando y yo primero!

     Pero, se escucha cómo Buzz se queja. Stu le arrebató el celular luego de pedírselo amablemente.

     —Te estabas tardando mucho en el baño, así que fuimos a buscarte, pero no estabas ahí, y nos asustamos cuando no contestabas las llamadas. ¿En dónde estás ahora? ¿Estás bien? ¿Estás con alguien? —preguntó Stuart.

     Janet se sentó en la cama y miró a Melodie, quien parecía muy ensimismada mirando al techo mientras estaba recostada. Se puso nerviosa y tragó saliva. Había olvidado por coMpleto que le había dicho a los chicos que fue al baño como excusa para verse un poco con Melodie. No pensó que su reencuentro fuera a alargar tanto, y menos acabar de esa manera y, para empeorar las cosas, no había escuchado vibrar su celular antes.

     —Chicos, lo siento tanto... —comenzó Janet, sintiendo cómo se le apretujaba el corazón por la culpa— Yo... me perdí en el camino... Ya saben lo grande que es la mansión... Y, uhm, no escuché el teléfono, en verdad lo siento... Estoy en camino, solo me tomará unos minutos llegar. Gracias por buscarme —dijo y luego colgó la llamada.

     Luego, suspiró pesadamente. Realmente le frustraba haber interrumpido ese momento, pero también era consciente de que tenía que regresar con los chicos. Miró a Melodie, quien seguía en la misma posición en su momento de contemplación al techo.

     —Melodie, lamento mucho esto —le dijo con pesar en su voz —Mis amigos me están buscando. Me encantaría quedarme contigo, pero debo ir...

The Melody Of My Heart (Janet×Melodie)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora