La vida de Jake, dió un giro completo de trescientos sesenta grados, la noche en que conoció al joven empresario Park Sunghoon, su encuentro casual, fue el inicio de su despertar a una nueva realidad, su conexión fue inmediata y a pesar de uno que o...
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—Entonces, ¿te gustaría que hagamos el pedido de las pizzas y los postres de los que hablamos?
—Si Sunghoon eso me gustaría mucho....
—Sunghoon... —Jake le dice tan bajo como un suspiro— Esos tipos siguen afuera.
—Lo sé. —Sunghoon voltea a verlo, el rostro sonrojado del joven de cabellos dorados lo enternece, pues se asemeja al de un pequeño cachorrito regañado— .Levanta la mirada cariño, que tú no hiciste nada malo.
—Es que... No quiero que nos molesten. —Jake le responde, recordando el amargo momento por el que tuvo que atravesar por culpa del grupo de desconocidos— .Son unos desubicados, sus comentarios, sus acciones...
—No lo harán Jakey, no nos molestarán siempre y cuando no les demos ese poder ni esa importancia.
El más alto hace más fuerte su agarre y cual alfa protegiendo a su omega, su pose altiva y segura parece adueñarse del lugar, intimidando nuevamente al grupo de desubicados que se atrevió a molestar a su protegido.
Abre caballerosamente la puerta del copiloto y se asegura de que el australiano se ponga el cinturón de seguridad, no sin antes observar cada uno de los rostros que perturbaron la paz del joven muchacho que ahora juega nervioso con sus dedos, memorizando cada uno de ellos y condenándolos al peor de los castigos por atreverse a molestarlo.
Cierra con fuerza la puerta de su automóvil último modelo y observa por el espejo retrovisor hasta que se asegura de que el grupo se aleje por completo en dirección hacia el otro sentido de la calle.
—Entonces, una pizza de albahaca y tomate, otra de cuatro quesos y dos brownies calientes con helado de vainilla y...
—Un toque de caramelo.
Jake responde con una dulce sonrisa, sonrisa que Sunghoon jura podría iluminar la más oscura de las noches.
Hacen el pedido mediante una aplicación y se dirigen hacia el domicilio del joven empresario.
—¿Cómo te fue en tu examen? —El más alto inicia la conversación, esperando despejar los pensamientos de su acompañante y que deje el mal momento vivido en el olvido.
Es la primera vez en el día que alguien le pregunta acerca de su examen y que sea Sunghoon no le parece nada extraño.
No lo conoce por mucho tiempo, es más, las circunstancias en las que se conocieron no son precisamente las más convencionales, pero el joven empresario le ha demostrado ser una persona atenta, respetuosa y sobretodo empática.
