La vida de Jake, dió un giro completo de trescientos sesenta grados, la noche en que conoció al joven empresario Park Sunghoon, su encuentro casual, fue el inicio de su despertar a una nueva realidad, su conexión fue inmediata y a pesar de uno que o...
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—Por más que quisiera hacerlo, ya tengo decidido que esperaré por él, y seré feliz con lo que Jakey decida...
Jake cumple con su palabra y entrega sus paquetes de hamburguesas a un par de vendedores ambulantes, ambos le agradecen conmovidos y Jake les sonríe entregándoles también, algo de dinero a cambio de un caramelo.
"Nadie debería trabajar los fines de semana" , piensa negando con la cabeza y la imagen de un cierto joven alto y de mirada penetrante, se adueña de sus pensamientos... "Espero que Sunghoon esté descansando y no trabajando" .
El rubio pierde la noción del tiempo y continúa su recorrido pensativo y sin un rumbo definido, adentrándose a lugares de la Ciudad, que no había frecuentado antes.
El contraste de este nuevo lado de la Ciudad es evidente, calles descuidadas, callejones llenos de desechos de los bares y locales de comida que se encuentran en cada esquina...
—¡Oye bonito! —Escucha seguido de unos silbidos, pero decide ignorar el llamado de un grupo de jóvenes que comienza a seguirlo.
—¿Acaso eres sordo? Ven, que solo queremos invitarte una cerveza.
—No gracias. —Jake responde sin cruzar miradas y continúa caminando, tratando de mantener la calma.
—¿Pero quién te crees que eres? —Uno de ellos acelera el paso y se detiene bloqueando su camino— .¿Vas a rechazar una "amable invitación" sin siquiera levantar la mirada? —Le dice emulando un tono dramático y Jake se siente ansioso con la situación— .¿Qué acaso no somos dignos ni de que nos mires?
—Lo, lamento, Jake responde mirándolo a los ojos— .Las marcas en el rostro contrario lo sorprenden, pero el australiano contiene su reacción para no ofenderlo— .Ya tengo que irme a casa y no podré aceptar su invitación.
—Qué extraño, por tu aspecto cansado, creo que necesitas beber algo. —Le responde el insistente desconocido— .Además, pareces un cachorro perdido y sin rumbo ¿estás seguro de que aún recuerdas dónde está tu casa?
Su áspera mano acaricia su rostro de facciones etéreas y Jake ha perdido la paciencia, la retira con molestia y luego de un profundo respiro vuelve a negar su insistente y molesta invitación.
—Dije que No, gracias.
Error... El extraño lo toma del brazo y con un evidente aliento etílico susurra a su oído —Jamás acepto un No, por respuesta bonito.
—Pues siempre hay una primera vez para todo. —Jake lo empuja para zafarse de su agarre y corre despavorido.
Escucha los gritos y amenazas del grupo de jóvenes pero nada puede detenerlo, observa una tienda de conveniencia e ingresa a la misma tratando de recuperar aire.
Antes de que su grupo de acosadores pueda ingresar, el dueño los amenaza diciéndoles que no puede venderles alcohol en un horario prohibido y que no quiere problemas...
