Capítulo once: Bandos

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Sasuke.

Antes de que Yamika se fuera le di una de mis cazadoras favoritas ¿Por qué? No sé, tampoco quiero que sepa y yo tampoco quiero saber, después de unas horas llega Itachi con Izumi, me contaron como la pasaron, cenamos y después a dormir, me duché, me puse un pantalón corto para dormir, me acosté y mi último pensamiento fue Yamika...

Sus ojos, sus labios, su rostro y su hermosa piel blanca, parecía una flor de cerezo única, su apariencia se veía como una, su dulce voz como una melodía suave y llena de amor, su sonrisa como un...

Para, Sasuke, pensé, no tengo tiempo para eso, no, tengo mucho trabajo, tengo unos criminales que buscar y torturar, tengo a mi hermano y pronto un o una sobrina que proteger, no quiero esto, no ahora...

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A la mañana siguiente me desperté a las 5:00 en punto, me duché con el agua bien helada, como me gusta, me organicé y fui temprano a la estación, tenía que ver que todo estuviera listo para la pequeña ceremonia de ascenso para los que subirán de rango.

Pasaron dos horas y ya todo estaba listo, menos yo, soy muy pésimo para dar discursos morales, jamás he sido bueno para eso, pero como soy un General mayor tengo que asumir esa responsabilidad, y también por mi hermano. La ceremonia comenzaba a las 3:00 de la tarde, ya eran las 10:00 de la mañana, me fui a mi oficina y cuando entré me encontré a Shikamaru esperándome.

- Tengo noticias. -Dice.

- ¿Qué pasa, Nara?

- La Cerezo obtuvo un nuevo rumbo.

- ¿Para donde?

- Europa, España.

- Maldición, ¿hace cuanto?

- Más o menos una semana, ya el pedido llego a España y lo recibieron unos aliados de La Cerezo.

- ¿Pero cómo? Tenemos que encontrarla, sigue su rastro, dime todo lo que encuentres ¿Y Gaara?

- Pareció como si se esfumara de la faz de la tierra, General, no hay rastros de ningún muchacho pelo rojo con un tatuaje en la frente.

-Tsk, ¿tampoco sabes nada de Orochimaru o su hijo?

- No, señor.

- No importa, sigan buscando, cualquier cosa me comunicas ¿sigues trabajando con Yamanaka?

- Si, pero tampoco ha encontrado nada.

- Bien, si ves que no aporta nada en la investigación, mejor no...

- Ella fue quien dio la ubicación del nuevo rumbo de La Cerezo.

- Esta bien, si no hay más, puedes retirarte.

Shikamaru asiente, se para y se va de mi oficina. Me cabrea, me cabrea más esa tal Sakura que no hace más nada si no esconderse, maldita sea, estoy acumulando un odio muy grande hacia esa criminal, seguimos sin saber absolutamente nada de ella, ¡NADA!...

No desayune de la puta ira que me carcome, se hicieron las 12:00 del medio día y me fui almorzar al restaurante del frente, pedí poco, no tenía hambre, me sirvieron pollo con ensalada y un poco de arroz, comí y aún así deje comida, me tomé un jugo de naranja, iba regresando a la estación cuando mi celular vibra.

Número desconocido

Gracias, por la cazadora...

Yamika, supongo que le pidió el número al tarado de Naruto.

EL LADO ROSA DE LA MAFIA. (SASUSAKU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora