Enclenque

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13 de marzo de 2006, a las 19:00 horas.

Anselme se cubrió de aura amarilla.

—Ustedes quieren a Yozo, ¿no?

Torben lo miraba serio. Sabía que estaba frente a alguien fuerte y que además era de la policía, pero había una orden que cumplir. Y portar el uniforme blanco, para cualquier policía, era sinónimo de permiso para matar. Matar a cualquiera que se interponga en la misión.

—Si no nos lo entrega, caballero... —Torben leyó la placa de Anselme—... Galfridd, nos veremos obligados a hacerle frente, aunque sea de la policía. Lo sabe, ¿verdad?

Una sonrisa macabra se dibujó en la cara del uniformado enfrente de los 7 de blanco. Parecía haber escuchado un buen chiste.

—Si es su voluntad...

Torben no dejó que terminara la frase y disparó tres balas de aura, pero Anselme las neutralizó cambiando a aura invisible. Lotti y Meik saltaron sobre los asientos para abrirse paso desde atrás del vagón: Lotti sacó una espada de la boca y Meik enfrió sus mangas, endureciéndolas. Anselme cambió a aura amarilla formando dos manos gigantes con ella, y la estiró hacia ambos, tanqueando sus ataques.

—Que el duelo sea saldado —terminó.

Anselme atrapó a ambos con su aura amarilla, pero de pronto apareció Ramoji por detrás, blandiendo su espada. "¿En qué momento?", se preguntó el padre de Yozo, al momento en que cambiaba a aura roja, concentrándola en su espalda, justo para detener el ataque. Ramoji se percató de que su espada comenzaba a temblar, y se cubrió con aura invisible para desviar una carga eléctrica que embebía el aura rojiza de Anselme.

Lotti y Meik lograron librarse del aura amarilla de Anselme.

—¡Yozo, esto te lo va a decir todo el mundo! —gritó Anselme, sin mirar al vagón siguiente, donde se escondía su hijo —. ¡Un brujo solo puede usar un aura a la vez!

Los 7 se le quedaron mirando atónitos. Katenka se preguntó qué grado podría tener aquel oficial de policía.

Y entonces Anselme levantó el dedo índice. Primero cubrió su cuerpo con aura amarilla, de creación. Luego puso una capa de aura roja, de transmutación, y aplicó sobre ella una carga de electricidad.

Yozo miraba desde una ventanilla, arrodillado para mantenerse lo más oculto posible.

—Pero eso es una mentira, enano —dijo Anselme.

Los 7 se mantuvieron callados, pero sincronizaron sus movimientos como si estuviesen hablándose entre sí. Primero Lotti y Meik dirigieron sus ataques hacia los pies de Anselme, pero este saltó hasta tocar el techo, allí Ramoji intentó atestarle un espadazo, pero Anselme cubrió la zona de su ataque y salió impactado hacia uno de los asientos que estaba vacío. Anselme se recompuso, pero salió Torben a su encuentro, rodeado de aura amarilla que usó para arrollarlo, pero Anselme cambió a aura invisible, de destrucción, para neutralizarla. Y entonces, justo detrás de Torben, estaba Tascher, que aun no había atacado, corriendo hacia Anselme. Tascher se quitó la camiseta y reveló un sello rodeando su ombligo que se hizo más grande.

"Ya entiendo", pensó Anselme. Y mientras mantenía a raya a Torben, puso sobre su aura invisible sus otras dos auras, formando una cubierta de tres capas que amplió, sacando volando a Torben.

—Ya es tarde, oficial Galfridd —dijo Tascher mientras su sello crecía y rodeaba a Anselme, tragándoselo por completo.

Yozo vio cómo su padre había sido absorbido por esa técnica extraña, pero algo lo tenía más preocupado: la ventanilla por la que miraba ahora estaba rota.

Yozo, El Grande - Parte 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora