Una noticia preocupante

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Alexandros estaba perturbado, realmente estaba perturbado, no esperaba nada en realidad de esta visita a Sadera, había empezado a hablar sobre engaños, politica, diplomacia, y frente a Molt, el emperador de Sadera en la línea de tiempo del manga, aunque igual conoció a Pina, estaba algo confundido por todo el asunto de la subtrama estilo Palpatine

Claro, el juego político le era en su mayoría extraño, y había tenido que inventar todo sobre la marcha, pero, al menos, había sonado coherente, al menos para el, nada unifica más que un enemigo victorioso y nada une más que una victoria, sugerirle que empezara a consolidar sus territorios en vista de la proxima invasion desde la puerta, sonaba lógico, en el manga y la novela ligera el imperio terminaba por colapsar por la falta de hombres que pudieran defender su vasto territorio

Y aunque no le terminarán de agradar este intento de imperio romano, no quería que el mundo entrara a una edad oscura peor a la que estaban sujetos por los caprichos de los dioses de falmart, imaginar un centenar de reinos bárbaros pululando por ahí, un remanente imperial que se alzara como un imperio saderano oriental, que  luego vinieran arabes locos con bombardas a destruirlo todo con sus yihads, y finalmente acabará en un ciclo de odio y muerte de milenios que acabaría con un atentado contra dos torres en algún país altamente desarrollado e intervencionista

Mis seguidores, o amigos, están paseando junto conmigo por "ese lugar" dado que llevamos capuchas, y somos mas alto de lo que un niño debería ser, gracias al entrenamiento físico y quizá a que nuestra dieta es mejor que la mayoría de la clase plebeya de Falmart

- ¿Has escuchado los rumores de occidente? - hablo un comerciante llamando mi atención, no me hablaba a mi, si no a otro comprador

- No, no estoy interesado en lo que pasa en el gran desierto - declaró y se fue llevando una pequeña caja llena de telas finas, el primer hombre refunfuñó molesto, pero me acerco a donde esta

- ¿Que ocurre en occidente? - pregunto, y el hombre me mira con curiosidad

- ¿Te conozco? - pregunta

- No - niego rápidamente - Solo quiero saber lo que se habla por aquí - el hombre se encoje de hombros indiferente

- Bueno, ha empezado una guerra entre los Pars y los Farsi - indicó, inclinándose cerca de mí como si estuviera comentando algún secreto de estado

- ¿Y que con eso? - pregunta Pirro mirando al comerciante

- Ah, bueno, ahí viene lo interesante - declara el hombre, captando la atención de Argos y Sócrates que estaban vigilando mis espaldas dándose la vuelta para ver al hombre - Los Pars y los Farsi son pueblos hermanos, y los Pars y Farsi no están luchando por territorio, están luchando por la unificación - se expresó el hombre

- ¿Bárbaros unificados? - pregunto Pirro con desdén, recibiendo una mirada de Alexandros

- No deberías subestimar a un enemigo, por más incivilizados que sean - declaró el chico, Pirro asintiendo en respuesta

- Sí mi señor - Alexandros se gira al hombre

- ¿Quien lidera esta guerra? - pregunta con cierta curiosidad

- Según algunos amigos, se llama Ciro - declara, luego se frota las manos - los beneficios de un país unificado son grandes, significa que algunos productos bajaran de precio, por ejemplo las telas de los farsi - Sócrates apoya su mano sobre el mostrador del hombre

Los demás hablan, pero la mente de Alexandros está viajando a otro lugar, a otra época, recordando la historia del imperio persa, si no recordaba mal, ¿No era Ciro el grande el unificador de los Persas? ¿Acaso era otro reencarnado? 

- Debemos regresar - ordena Alexandros 

Sus tres seguidores asienten, y se dan la vuelta sin despedirse del mercader, quien los mira enfadado, puesto que esperaba que despues de la platica le compraran algo, sin embargo no tuvo tiempo de reclamar pues los cuatro chicos se perdieron rápidamente entre la multitud

Gate: la Ascensión de HellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora