El sol empieza a ocultarse

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- Mi señor Molt, tenemos que hacer algo, en occidente, los salvajes nómadas Parsis y los embaucadores Farsi están reuniéndose bajo la bandera de un caudillo llamado Ciro - declaró el senador Podawan, general y senador imperial - Debemos reunir a nuestras legiones y marchar contra estos bárbaros de inmediato - ante esta petición senadores expansionistas levantaron la voz en aprobación

- Senador Podawan, si bien temo el poder bárbaro, deberíamos considerar otras alternativas, estos bárbaros, no han amenazado nuestro dominio, y si bien, son Parsi, durante sus guerras para unificarse han demostrado un comportamiento notablemente civilizado, negociar con ellos podría ser otra ruta bastante viable a mi parecer - se expresó el Marqués Casel

- En cierta parte el senador Casel tiene razón, en cierta parte lo tiene el senador Podawan - el senador y general Lucius Artorius Castus se puso de pie, levantó una mano - sin embargo, podríamos utilizar ambos puntos a favor su alteza Molt, si me permite expresarlos claro - declaró, y Molt Solt Augustus, el emperador de Sadera lo miro con cierto interés

- Puedes Hablar senador Artorius - indicó moviendo su mano

- Parsia es una región de occidente, si bien ahora son un país, aún deben garantizar su seguridad interna, han anexado pueblo tras pueblo, su inestabilidad politica debería ser frágil - expresó el senador Lucius -  Por ello, sería menester ofrecer nuestra protección ante los Parsos, es bien sabido que nuestras legiones son la máxima expresión de fuerza, nadie puede oponerse a estas, y seguramente recapacitarán ante una guerra con nosotros sas su sangriento baño de sangre inicial - Los senadores asintieron, salvo por Casel que se giró a ver al Senador Lucius

- ¿Que pasa si se niegan? - pregunto Casel, era un hombre pragmático y necesitaba tener todas las posibles variantes de esta situación - ¿Iremos a la guerra?¿Echaremos sal a sus campos?¿Tomaremos a sus hijas e hijos como esclavos? - pregunto y Lucius le dedicó una sonrisa asquerosa

- Sería un buen comienzo, pero si queremos que los Parsos mantengan Occidente para nosotros una vez los hayamos sometidos, deberíamos considerar no causar muchos daños a sus ciudades y no masacrar su poblacion - declaro

- Los Parsianos, tanto Parsis como Farsis, son feroces defensores de sus familias y tierras, ya hemos realizado dos campañas antes intentando expandir nuestros dominios con resultados lamentables para nuestras legiones - contesto Casel

- El Senador Casel dice la verdad, enviamos 4 legiones, 80 mil soldados muertos en cada campaña, y tuvimos que detener nuestros intentos para someterlos hace unos cien años, y no es como si pudiéramos simplemente remover nuestras legiones de las fronteras - declaró otro senador

- Cierto, debemos mantener nuestras fronteras seguras, las amenazas de los bárbaros es severa en estos día, los Celti de la Gali al Norte, los Germanos de Borussia al sur, y los Catay al Este, no olvidemos a los Helenos en su península, en cualquier momento se podrían unir bajo el mando de Lacemadonia o Acropolea, y serían una amenaza tan grande como los bárbaros - declaró un tercer senador

- ¡Estas diciendo que nuestras legiones no podrían con unos cuantos pretenciosos! - grito Podawan

- ¡No he dicho nada semejante! - grito el senador en cuestión molesto - ¡Remover fuerzas de cualquier frontera nos dejará vulnerable! ¡Y aunque nuestros legionarios tengan la mejor disciplina no podrán luchar eternamente ante enemigos numéricamente superiores! - gritó en respuesta

- ¡Silencio! - grito Molt interrumpiendo la naciente discusión

Molt Solt Augustus espero a que el senado quedará en silencio, tenía que analizar bien la situación, el imperio había llegado a abarcar una extensión de territorios inmensa,  pero a un costo como había dicho el muchacho makedonio, no podían expandirse más, estaban sobre unos pilares que se tambaleaban ante el opulento tamaño de su imperio, cuando pidió un informe sobre las fuerzas disponibles para una campaña contra hellas, se encontró que sus números sumaban menos de 400 mil, cierto era que había casi 4 millones de hombres esparcidos en distintas legiones, pero la mayoría estaban apostados en guarniciones 

Remover cualquier número de legiones significaba una debilidad demasiado grande en cualquier guarnición, las incursiones Celti desde la Gali eran constantes, los Germanos de Borussia apenas eran contenidos y se enviaban constantemente refuerzos a la frontera, avanzar a territorio, los Catay, los señores de oriente, sus ejércitos eran inmensos, y su población enorme, habían luchado con anterioridad contra ellos, las bajas fueron terribles, por cada Catayes muertos aparecían diez más

Por cada diez legionarios muertos, solo podían reponer cinco, finalmente ganaron la guerra, pero no consiguieron sus objetivos, las guarniciones de Oriente eran las más vulnerables y las más protegidas, vulnerables por la cantidad de habitantes que debían vigilar, y las más protegidas pues sus bastiones estaban diseñados para resistir años de asedio

Luego estaba mantener el orden dentro del propio imperio, lejos del núcleo del imperio, las primeras tierras que conquistó y colonizó Sadera, estaban los territorios en proceso de colonización, o asimilación, las poblaciones de Saderanos étnicos lejos de la capital no eran muy grandes, y estaban rodeados de nativos que habían aceptado el dominio Saderano o todavía confabulan en las sombras para derribar al imperio

Ejércitos de bandidos, nómadas de las estepas del norte, salvajes norteños, los vikingos que asaltaban las costas del imperio, piratas sureños que azotaban las rutas comerciales, vasallos desleales que esperaban ansiosos cualquier momento de debilidad del imperio para declararse independientes... el imperio podría tener 4 millones de hombres, ¿pero cuántos de esos hombres podrían ser utilizados para una guerra ofensiva?

Parsia en cambio... era un país recientemente unificado, sus hombres estarían oh motivados o rencorosos, si el hombre a cargo era listo, usaría las guerras de conquistas extranjeras para dirigir ese odio, ese deseo de sangre al exterior, usarían sus victorias sin duda para crear un sentimiento de unidad en su población, a diferencia de Sadera, podían permitirse el lujo de centrar sus fuerzas en el extranjero, su población étnica estaba esparcida por toda la región que llamaban país, lo que aseguraba cierta estabilidad 

No tenían que proteger fronteras extremadamentes largas o peligrosas, con vecinos revoltosos que asaltaban las ciudades... ¿qué hacer? ¿que debía hacer?... Molt se puso de pie levantando su mano para llamar la atención de todos

- Seguiremos el consejo del Senador Lucius, enviaremos un embajador y exigiremos la sumisión, si se niegan, planificáremos una campaña para someterlos, doy por finalizada esta sesión - anunció

Unos momentos despues...

Lucius Arturus Castus se aproximo a su villa en la capital de Sadera, una propiedad hermosa, rodeada de exquisitos jardines, y atendidos por sirvientes, Castus no tenía esclavos, la palabra de Dios lo prohibía, cruzando la gran entrada de su propiedad, fue recibido por dos guardias, quienes se inclinaron respetuosamente 

Cruzó un largo pasillo hasta llegar a su despacho, antes de entrar se giró para comprobar que nadie los seguía, abrió la puerta y entro, sentado en una de las sillas frente a su escritorio, había un parsiano, de piel morena, barba corta y una cimitarra en su cintura, llevaba una capa negra que cubría su cabeza, Arturus se sentó frente a el

- Puedes decirle a Ciro, que todo va de acuerdo al Plan de Dios, pronto los paganos arderán y un nuevo orden de justicia y paz se establecerá - el parsiano asintió

- ¿Cuantas fuerzas dispondrá Sadera? - Arturus negó con la cabeza

- Desconozco el numero, pero antes enviaran una embajada para exigir sumisión, avisale a tu rey que debería acelerar sus planes - el Parsiano se puso de pie

- Esta bien hermano, pero dudo que su alteza Ciro acelere los planes de Dios, recuerda que... - el Parso fue interrumpido

- Los planes de Dios son perfectos, lo se, mándales mis saludos a su alteza, dile que estaré preparando el terreno para la emperatriz - el parso asintió

- Así sea - declaró antes de salir del despacho

Gate: la Ascensión de HellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora