El Gigante de Occidente

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Parsia era... un país hermoso, a su manera, grandes estepas, sabanas, y praderas, imponentes montañas, era digna de ser la cuna de una civilización que opacara a los Saderanos sin duda, unir a las civilizaciones de Occidente (irónicamente las civilizaciones más parecidas a las orientales) bajo una sola bandera es un propósito digno

Parsia en si no era un territorio, si no más bien una región, donde los pueblos Parsos y los Farsianos conviven
Los Parsos son jinetes extraordinarios en el arte de la guerra, se podría decir que viven sobre los lomos de sus caballos, los catafractos son sin duda, su mayor arma, jinetes acorazados cuyos caballos son bestias acorazadas formidables capaces de correr igual que sus semejantes sin armadura

Igual son buenos arqueros montados, pues cuando tú comida corre a grandes velocidades por las llanuras y estepas, debes aprender a cazarlas en movimiento si no quieres morir de hambre o no quieres comer pasto

Los Farsianos en cambio, son sedentarios y agricultores, viviendo en zonas montañosas, aprenden el arte de la lanza y la espada para defender sus rebaños y sus casas, tanto parsianos y farsianos son hermanos cultural y genéticamente hablando

Pero están esparcidos por todo la región de occidente, por lo que unificar a todo el pueblo, trajo consigo la desgracia de tener que someter a otros pueblos, los Arabs, los Jebushi, los Nuwia, entre otras etnias, volviendo al recién fundado Imperio Parso un cóctel multietnico

Ciro sin embargo, estaba seguro que podría esparcir la cultura e idioma Parthum a los demás pueblos, establecer una moneda común, además de un sistema de escuelas gratuitas que enseñaran la cultura a las generaciones más jóvenes para una asimilación cultural más sencilla

Había evitado el racismo tanto como pudo, era inevitable que si un pueblo se imponía rápidamente sobre otros, el sentimiento de superioridad de los conquistadores acabará superando su sentido común, otorgando la ciudadanía Parsiana a los no Parsos, tanto humanos como semi humanos, no sería otra Sadera, no, en su nueva capital Ecbatana convivirán los pueblos de todo Falmart en armonía, leyes justas e imparciales serán establecidas 

- Mi Sha (Rey) - un hombre vestido con una armadura pesada de anillos se arrodilla frente a Ciro, su casco acaba en una punta puntiaguda, adornada con una pluma negra de avestruz, tiene orejeras que le cubren los oídos, sus ropas son de seda, dos hombres con armaduras mas sencillas van detrás de él con lanzas y escudos redondeadas, los tres se arrodillan ante su Sha - traigo un reporte sobre la campaña de reclutamiento emprendida para expandir nuestras fuerzas armadas - declaró

- Puedes Hablar Mariscal ¿Cuales son nuestros informes? - pregunta

- Tras anexar el Shadom de Buharakat, las tribus pars enviaron a sus jinetes que se unieron voluntariamente, además los Farsi locales han entregado el tributo requerido de 5 regimientos de lanceros y 2 regimientos de espadachines, lo que sumaría 70 mil hombres a nuestros ejércitos, además de 15 mil jinetes - Ciro asiente

- Un total de 85 mil, un número aceptable pero no suficiente, si queremos avanzar contra el Imperio Saderano nuestros ejércitos deben tener la capacidad de superar al enemigo con fuego de apoyo ¿Como van los regimientos de arqueros e ingeniería? - el hombre asiente

- Hemos reclutados en nuestros cuerpos auxiliares cerca de 15 mil hombres, entre ellos mil ingenieros especializados en asedio, además hemos fortalecido nuestras guarniciones en el norte, respecto a eso... - Ciro miró a su mariscal

- ¿Sucede algo con los estados del norte? - El mariscal asintió - ¿Qué sucede con ésos microestados? ¿Cuentan con apoyo externo? - el hombre niega

- No mi Sha, ¿Pero no deberíamos tratar que esas tribus se nos unan? también son Parsis - declaró el hombre

- Lo son, sin duda - Ciro extendió su mano para tomar una copa de vino y darle un trago antes de volver a dejar el vaso en su lugar - sin embargo mataron a mis emisarios, por ello deben recibir un castigo por tal deshonra, matar a 2 de cada 4 hombres es más que suficiente a mi parecer, aprenderán la lección y no tendrán la fuerza para rebelarse a futuro  - declaró Ciro

- Como ordene mi señor, respecto a los estados Títeres del Imperio... ¿qué haremos? - Ciro miró a su mariscal un momento, el hombre entendió que debía dar más detalles - me refiero mi señor, han enviado diplomáticos para establecer relaciones con nosotros, yo recomendaría que aceptaramos, enfrentar al imperio sera un suicidio - el mariscal se sorprendió ante la respuesta de Ciro, una risa burlona, que no lo tomaba en serio

- El Imperio es débil Pasha, me impresiona que uno de mis oficiales más condecorados sea ciego ante eso - Ciro se puso de pie para indicarle que lo siguiera con un movimiento de su mano

Pasha se puso de pie para caminar detrás de Ciro, los dos atravesaron un jardín con una amplia fuente, donde una mujer estaba cuidando a dos niños, uno pequeño de no más de 4 años y otro que no alcanzaba el año, el cual acunaba en sus brazos, la Shadum, (o reina), de Ciro, un matrimonio político que había unido los dos estados más poderosos de la región, sin mirar a su mujer, pasó directamente a unas escaleras que lo llevaban hacia la Terraza del palacio

Ahí se podía ver una impresionante vista de Ecbatana, la nueva capital, que estaba atrayendo a una serie de mercaderes, colonos, nobles, y gente de distintas profesiones y razas, la bandera del Shadom (Reino) ondeaba al aire, imponente, y a lo largo de las murallas más de estas banderas podían verse ondeando, Ecbactana era el centro del mundo occidental y la influencia Saderana estaba disminuyendo a pasos agigantados mientras el poder Parsiano crecía 

- ¿Qué ves? - preguntó Ciro a Pasha

- La ciudad, sin duda una vista impresionante - Ciro le dedicó una mirada de desaprobación a su mariscal, este al percatarse corrigió tan rápido como pudo su respuesta - Prosperidad, crecimiento, esperanzas - indicó

- En cierto punto tienes razón Pasha, aquí en Ecbatana se creará un nuevo orden que traerá justicia a Falmart, reemplazando al dragón Saderano con el león Parsiano - indicó, luego señaló hacia Oriente, hacia las tierras de Sadera - Para ello, dentro de un año, marcharemos con el mayor ejército jamás visto hasta la fecha, 800 mil hombres, semihumanos y wyverns, aplastaremos a Sadera y terminaremos unificando occidente - señaló bastante orgullo Ciro

- La cantidad de preparación requerida será impresionante - indicó Pasha preocupado pues organizar un ejército de ese tamaño seria dificil 

- ¿Entonces qué haces aquí? - le preguntó Ciro - Ve, somete a las últimas tribus del norte, organiza nuestros ejércitos, y prepárate para la victoria inevitable, ¡es el deseo de Dios y yo soy su instrumento! - grito fervorosamente a lo que Pasha respondió con una inclinación respetuosa

- Se hará como ordene mi señor - declaro Pasha para salir corriendo, bajo la atenta mirada de Ciro

Gate: la Ascensión de HellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora