Gate: la Ascensión de Hellas

¿Quien dominara hellas?

Llanuras de Arcadia
Península de Hellas
991 D.G.M (Después de la Gran Migración)

Hace mil Años nuestro pueblo emigró desde las viejas tierras, escapando de la destrucción de nuestro mundo, hace mil años pasamos la puerta, y emigramos a estas tierras, que eran fértiles, ricas en recursos, cubiertas por grandes bosques, montañas infranqueables, y sobre todo, eran vírgenes, establecimos nuestras ciudades y prosperamos, nuestra cultura volvió a florecer y la cultura Helena se esparció más allá de nuestras fronteras, llegando a las tribus samnitas del norte, una de estas tribu, los Furianos adoptaron nuestras costumbres, nuestra lengua, y nuestras formas de guerra, y las modificaron, de los Furianos nació Sadera, la gran ciudad que inició como una confederación democrática entre las distintas tribus Samnitas, que rápidamente pasó a su gobierno imperial.

Hace 672 años nació el imperio, como una república, hace 540 años se volvió una monarquía, y hace 410 años, la ciudad estado de Massilia acabó sometida por las legiones imperiales, en ese entonces había más ciudades estado en Hellas, pero muy pocas ciudades deseaban enfrentarse contra el imperio, algunas incluso se sometieron cuando el imperio envió mensajeros pidiendo sumisión, deseaban crear un estado vasallo y tributario, sin embargo, Makedonia y la Liga de Pella rechazaron esto, y se enfrentaron contra el Imperio en el paso de Thermopigés, 20 mil hombres contra 70 mil, Makedonia tuvo 2 mil bajas, el imperio perdió 50 mil, y se retiraron con el rabo entre las patas.

Hace 310 años, se lanzó una segunda gran invasión, esta vez los Helenos se unieron como uno solo, pues el ejército del Imperio para esta guerra estaba compuesto de 180 mil hombres, 4 ejércitos de 60 mil hombres, los helénicos reunieron 70 mil hombres, dividirse era un suicidio, por lo que atacaron a dos ejércitos saderanos por separados, los últimos dos ejércitos, 110 mil saderanos contra 60 mil helenos, era una batalla desbalanceada, fue entonces que nuestros Catafractos nos ganaron el día aplastando a las legiones, otra vez Hellas estaba a salvo.

Hace 300 años, volvieron, con un ejército inmenso, 200 mil, hubo desesperación, ¿cómo podríamos luchar contra esas fuerzas? los Helenos reunieron 80 mil hombres, entonces los Saderanos dividieron sus fuerzas en dos, dispuestos a dividir nuestras fuerzas, la mitad de las fuerzas se lanzaron a altamar, con 560 barcos la flota Helena contaba con 420 barcos, sin embargo, las costas de Hellas son rocosas y traicioneras, una tormenta acabó por hundir a la mitad de los barcos de transporte y a 100 barcos de la flota Saderana, con solo 460 naves, la flota siguió, y se toparon de frente con las naves Helénicas, fue cuando se dio la batalla de Mykonos, donde los Saderanos conocieron a Hardy, y la flota de transporte se terminó de hundir, sin prisioneros.

Por las Mismas fechas, se dio la batalla de Marathonia, 80 mil contra 100 mil, en ese momento los saderanos desconocían su derrota naval, por lo que se preparaban para una dura lucha y dejarles un camino más fácil a sus compañeros de la flota, los hombres de Hellas también desconocían su victoria, por lo que estaban dispuestos a darlo todo, cuando ambos ejércitos acabaron por chocar, los hombres de Hellas atravesaron las formaciones de Sadera, rompieron sus líneas y capturaron tres dragones, los estandartes de la III, la V y la X legión, uno fue para Makedonia, otra a Lacedemonia y otra para Acropolea, la humillación de Sadera, 60 mil muertos contra 20 mil, pudimos marchar y liberar Massilia, pero no lo hicieron.

Desde entonces, el imperio solo ha lanzado pequeñas invasiones que han sido repelidas por Makedonia y la Liga de Pella, en el sur Acropolea y Lacedemonia luchan por saber quien dirige a los helénicos, Makedonia también quiere participar, y ha anexado pequeñas ciudades estado e integrado sus economías y sus ejércitos, las ciudades estado antiguas, han pasado a ser reinos o repúblicas que controlan grandes porciones del territorio peninsular, pero no todo.
Podríamos luchar y vivir juntos, pero todos quieren el derecho a liderar, todos quieren el poder y ser aclamados como los unificadores, y es esa ambición que la sangre de los nuestros riege nuestras valles, tiña nuestros ríos, y abone nuestros campos.