"Serendipia significa encontrar algo bueno sin buscarlo.
Aquella definición se queda corta si la comparo con lo que me pasó contigo. Porque yo no solo encontré algo bueno, encontré algo extraordinario, te encontré a ti"
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Seli está ayudándome a inyectar a los canes en el jardín, la mayoría, incluyendo a Bam, se dejó sin mayor problema, pero Bruno no deja de moverse de un lado a otro, está muy nervioso y eso me dificulta hacer mi trabajo.
—¡Dae, deja de perder el tiempo y ve a buscar a Jungkook en el gimnasio!
Cuando escucho la gruñona voz de Namjoon a mis espaldas no evito rodar los ojos.
—En primer lugar, no estoy perdiendo el tiempo, estoy terminando de inyectar a los perros y en segundo lugar yo no voy a ir a ningún lado hasta que termine de hacer mi trabajo.
El moreno se planta junto a nosotras con mala cara, como siempre. —Ah sí, claro, los jefes tienen todo tu puto tiempo. ¡Ve ahora mismo!
Pienso en cosas bonitas para no caer en sus provocaciones. —¡Ya te dije que cuando termine lo haré!
Nos miramos fijamente, creando una tensión insoportable.
—¿Crees que puedes hacer lo que quieras solo porque te la pasas calentado a los hombres de la casa?
—Namjoon. —Le advierte Seli en tono bajo.
Mis mejillas arden pero no estoy dispuesta a demostrarle que me afectan sus palabras. —¿Qué pasa, Namjoon? ¿Estas celoso porque a ti no te besé en la fiesta de tu jefe? ¿Querías que te eligiera a ti en vez de a Taehyung?
Sus ojos destellan rabia. —Aunque lo hubieras hecho, te hubiera rechazado. Me das asco.
—Pues parece lo contrario —contrataco— quizá en realidad te gusto y por eso actúas como un imbécil cada que puedes, es una forma de disimular tus verdaderos sentimientos ¿no?
—No tengo gustos tan nefastos, Dae.
—Uy, me imagino que por eso no soportas mirarte al espejo. —mi sarcasmo lo enfurece, pues no consigue provocarme.
—Tienes suerte de que Hoseok me prohibiera volverte a tocar, porque si no, me encargaría de ponerte en tu lugar otra vez.
Pestañeo un par de veces, incrédula. ¿Hoseok hizo eso? ¿Lo hizo por mí?
—Namjoon, ya deja de molestar a Dae y esfúmate. —Seli lo toma del hombro con fuerza y después me mira con seriedad— Será mejor que no hagas esperar a Jungkook y cuando te desocupes continuamos con la inyección de Bruno, sirve que se relaja un poco. —Me sonríe cómplice.
Namjoon se suelta del agarre de Seli y se larga, no sin antes fulminarme con la mirada.
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El segundo salón más grande de la casa es el gimnasio de Jungkook, está en la planta baja y muy escondido, de hecho, es como si la casa en sí fuera un laberinto. Me quedo unos momentos mirando la puerta, estoy nerviosa porque no sé qué me depare con Jeon allí adentro. Supongo que sigue enfadado por lo que le dije en la fiesta.
