Serendipia

Capítulo 16: El plan de Jungkook.

Dae García.

—Te quedó delicioso el Chili, abuelita, como siempre.

Lori sonríe junto a mí detrás de la elegante mesa de cristal templado. —Es que le puse mi toque especial, mi niña. Extrañaba cocinar para ti, sabes que me encanta —acomoda sus gafas— y ahora también me gusta cocinar para tu novio y su familia.

Esbozo una sonrisa nerviosa por las mentiras que le he dicho, entre ellas, que los hombres de Hoseok en realidad son sus familiares.

—Por cierto, ¿a dónde fueron todos?

—Eh, bueno... —juego con la cuchara— fueron a San Francisco.

—¿Por trabajo? —Arquea una ceja.

—Si, eso... por trabajo.

Mi abuelita asiente y después bebe un poco de agua. —¿Cuándo piensas ser honesta conmigo, Dae?

—¿Qué? ¿A qué te refieres, abuelita?

—A que no sabes mentir. —se acomoda sobre la silla— Soy vieja pero no tonta. Tu novio no es ningún empresario y todos esos hombres que viven aquí tampoco son sus familiares, ¿verdad?

La sangre se me sube a la cabeza. —¿De dónde sacas eso?

Me toma de las manos sobre la mesa. —Ayer tomé un paseo en el jardín junto a Bowie y descubrí un almacén repleto de armas. —Mi cara refleja pánico— Y ni hablar de la forma tan abrupta en la que me sacaron de mi casa para traerme aquí. —Humedece sus labios— Si no lo mencioné antes fue porque no has estado bien de tu presión, pero creo que ya es momento de que pongamos las cartas sobre la mesa.

Me muero de vergüenza y de estrés. No sé por donde empezar ni cómo explicarle todo lo que ha pasado.

—Dae. —Retoma la palabra al verme inquieta— Yo no soy como tus padres, sabes que puedes confiar en mí y que no importa lo que pase, yo siempre voy a apoyarte.

—Es que no es fácil... —agacho la cabeza— y no quiero que te decepciones de mí.

—Jamás, mi niña. —su voz se vuelve dulce y pasiva— a mis setenta y cinco años nada podría sorprenderme, así que vamos, cuéntale a tu abuela lo que sucede para que ella este mas tranquila y sepa cómo ayudarte.

Me armo del suficiente valor y le confieso todo. Le cuento sobre aquel jueves que Namjoon y Taehyung me sacaron de la clínica y me llevaron a la casa de seguridad de Hollywood Hills. Le cuento la forma en que me enamoré de Hoseok. También le cuento sobre Jungkook y todo lo que hizo por despecho. Le cuento la decisión que Hoseok y yo tomamos sobre dejar atrás esa vida para empezar de cero en cuanto nos casemos. Y al final, tras pensarlo detenidamente, le confieso que todo esto fue gracias a una deuda de mi padre.

Mi abuelita me mira un tanto horrorizada. —Sé que mi hijo es un vago vividor, pero que te haya ofrecido como... como a una... —no es capaz de terminar la oración por la impresión.